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Un estudio revela que la leche materna es mejor cuando está fresca

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Por Serena Gordon Reportera de HealthDay

Traducido del inglés: Jueves, 21 de octubre, 2004

JUEVES 21 de octubre (HealthDayNews/HispaniCare) -- La leche materna es mejor que el preparado para biberón, pero un reciente estudio señala que pierde algunas de sus propiedades cuando se refrigera.

Aunque la leche materna tiene más antioxidantes que el preparado, la leche materna fresca cuenta con un nivel mucho más alto de antioxidantes que la refrigerada o la congelada, según un estudio publicado en la edición Fetal y Neonatal de Archives of Disease in Childhood.

"Hallamos que la leche materna tiene más capacidad antioxidante que la lecha preparada, pero si se almacena y congela, perderá algunas de estas propiedades", afirmó el Dr. Thomas Hegyi, director del programa de neonatología de la Universidad de Medicina y Odontología de la Escuela de Medicina Robert Wood Johnson de Nueva Jersey, y autor del estudio.

Pero Hegyi agregó rápidamente que no está tratando de hacer que las madres se sientan culpables por tener que almacenar algo de leche o por utilizar preparado. "La leche materna es buena. La leche materna fresca es óptima, pero si no se puede, pues no hay problema", dijo, y añadió que muchos bebés han crecido bien con preparado.

Sin embargo, en el estudio, Heygi y sus colegas sí anotaron que recibir esos antioxidantes adicionales puede ser más importante para los bebés prematuros. Los bebés prematuros no tienen la misma capacidad antioxidante que los nacidos a término. También tienen más estrés oxidante y, por ende, mayor necesidad de antioxidantes que los nacidos a término, según el estudio.

Para examinar la capacidad antioxidante de la leche materna, se recopilaron muestras de 16 madres dentro de las siguientes 24 horas después del alumbramiento. La mitad de las madres tuvieron a sus bebés a término y la otra mitad prematuramente. Estas muestras se examinaron para determinar su capacidad antioxidante cuando estaban frescas y luego de refrigeración durante cuarenta y ocho horas y durante siete días, y finalmente luego del congelamiento por los mismos períodos de tiempo.

Además, los investigadores evaluaron cinco muestras distintas de preparado y hallaron que la capacidad antioxidante entre los distintos preparados era casi la misma. Además, los investigadores hallaron que la capacidad antioxidante era similar en la leche de madres que dieron a luz prematuramente y en aquellas cuyos bebés nacieron a término.

La leche humana fresca, bien sea refrigerada o congelada, tenía capacidad antioxidante superior que el preparado.

Entre más tiempo pasaba la leche materna almacenada, más caían los niveles de antioxidantes de ésta. Y entre más fría estuviera la muestra, menor era el nivel de antioxidantes. Los niveles de antioxidantes en los preparados permanecieron constantes, bien estuvieran frescos, refrigerados o congelados.

"Este estudio no me sorprende", aseguró Angela Kurtz, nutricionista pediátrica del Centro Médico de la Universidad de Nueva York. "Cuando examinamos alimentos frescos, las vitaminas solubles en agua generalmente se pierden al ser cocinados, almacenados, etc. Las vitaminas solubles en agua son muy sensibles a la temperatura y al ambiente".

Kurtz también señaló que la dieta de la madre puede variar los niveles de antioxidantes y que calentar la leche materna también puede reducir la cantidad de antioxidantes presentes. Recomendó pasar los biberones por agua tibia y recomendó a los padres nunca colocarlos en agua hirviendo o en el microondas.

Katy Lebbing, gerente del Centro de Información para la Lactancia de La Leche League International de Schaumburg, Illinois, estuvo de acuerdo en que los resultados del estudio no son sorprendentes.

"Sabíamos que al ser almacenada, en la nevera o el congelador, la leche materna perdía algunos nutrientes", sostuvo Lebbing. Pero, agregó, puede que no haya mucho que una madre pueda hacer para alterar sus hábitos de almacenamiento si trabaja. Lebbing también señaló que el estudio refuerza el valor de la leche materna y aseguró que "la lecha materna es el estándar dorado".

Heygi y sus colegas recomendaron que si era posible, no se debería congelar la leche materna y si se almacena en la nevera, sugieren que sea utilizada dentro de las 48 horas siguientes para mayores niveles de antioxidantes.


HealthDay

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