Es una infección respiratoria crónica causada por la inhalación de esporas del hongo Histoplasma capsulatum, que se encuentra comúnmente en los suelos de los estados a lo largo de los valles de los ríos Mississipi y Ohio de los Estados Unidos.

La histoplasmosis es causada por un hongo que se encuentra en el centro y oriente de los Estados Unidos (especialmente en los valles de los ríos Mississipi y Ohio), oriente de Canadá, México, América Central y América del Sur. La infección primaria (histoplasmosis aguda) generalmente no presenta síntomas o es sólo una enfermedad leve que se supera fácilmente con un sistema inmune normal.

La histoplasmosis pulmonar crónica se presenta en individuos con pulmones estructuralmente anormales como fumadores que padecen enfisema o EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica). En estos individuos, la infección aguda con histoplasmosis está latente y progresa causando síntomas y hallazgos en las radiografías de tórax que simulan una tuberculosis pulmonar.

Aunque muchas de estas infecciones finalmente se resuelven en estos espacios pulmonares anormales, algunas de ellas persisten, ocasionando un agrandamiento de los espacios pulmonares con enfisema y destruyendo los tejidos pulmonares normales adyacentes. Es posible que se presente cicatrización y cavidades como resultado de esta infección crónica.

Los factores de riesgo son, entre otros:

• Viajar o residir en la región central u oriental de los Estados Unidos
• Exposición a suelos o partículas contaminadas con excrementos de pollos, murciélagos o mirlos
• EPOC preexistente
• Inmunidad comprometida como en el caso de las personas que tienen SIDA

• Fiebre
• Escalofrío
• Pérdida de peso involuntaria
• Dificultad para respirar
• Tos con moco o pus
• Rigidez articular
• Compromiso de la piel (eritema nodoso)

Los exámenes que se pueden usar para diagnosticar la histoplasmosis pulmonar crónica son, entre otros:

• Radiografía de tórax
• TC de tórax
• Tinción y cultivo de esputo
• Biopsia del tejido infectado como biopsia a pulmón abierto o biopsia de médula ósea
• Broncoscopia con biopsia transbronquial o lavado broncoalveolar
• CSC
• Título de fijación del complemento para histoplasma
• Prueba de antígeno urinario para histoplasma
• Prueba de inmunodifusión para anticuerpos precipitantes para antígenos de histoplasma

El médico prescribe medicamentos antimicóticos para controlar la infección dentro del pulmón, como el ketoconazol oral o la amfotericina B intravenosa que generalmente son eficaces.

La infección responde generalmente a los medicamentos antimicóticos, pero los cambios fibróticos (cicatrización) dentro del pulmón a menudo permanecen. El pronóstico para la histoplasmosis pulmonar crónica es favorable, aunque muchos pacientes continúan enfermos debido a que previamente han desarrollado enfermedad pulmonar con enfisema.

En raras ocasiones, la histoplasmosis pulmonar puede progresar a una histoplasmosis diseminada, la cual consiste en la diseminación de la infección a otros órganos a través de la sangre. Las personas con sistemas inmunes suprimidos y los niños muy pequeños tienen más probabilidad de desarrollar este último tipo de histoplasmosis y si ésta progresión se presenta, el pronóstico es menos favorable.

• Histoplasmosis diseminada
• Insuficiencia respiratoria
• Cicatrización pulmonar (fibrosis)
• Pericarditis
• Artritis

Se debe buscar asistencia médica si se presentan los síntomas de histoplasmosis pulmonar crónica. También, si después del tratamiento persisten los síntomas, se presenta dificultad respiratoria o si aparecen los síntomas de la histoplasmosis diseminada.

Para prevenir la histoplasmosis pulmonar crónica, se debe evitar viajar a regiones donde haya estas esporas (recomendación que no es práctica) o evitar el estiércol de pájaros y murciélagos en esas áreas, en particular si la persona está inmunosuprimida.