Los fetos tienen una abertura normal entre las aurículas izquierda y derecha (cámaras superiores) del corazón. Si esta abertura no logra cerrarse de manera natural poco después de que el bebé nace, se presenta una condición llamada agujero oval persistente.

El agujero oval es la persistencia de una abertura entre las aurículas izquierda y derecha (cámaras superiores) del corazón, que permite que la sangre se derive hacia los pulmones, dado que ellos no se utilizan hasta que el bebé nace. El agujero oval normalmente se cierra poco después del nacimiento.

El agujero oval puede permanecer abierto en 1 de cada 5 personas, su causa se desconoce y no se conocen factores de riesgo para el desarrollo de esta condición.

Los bebés con un agujero oval permeable y sin otro defecto cardíaco no presentan síntomas.

El único signo de un agujero oval persistente, que rara vez ocurre, es una coloración azulosa intermitente de la piel de los bebés (cianosis) que se presenta al llorar o al hacer esfuerzo para evacuar las heces.

Esta condición no se trata, a menos que existan otras anomalías cardíacas.

El bebé tendrá una salud normal en ausencia de otros defectos cardíacos.

A menos que existan otros defectos, usualmente no hay complicaciones asociadas con esta condición. Ha habido algunos estudios que sugieren que los pacientes de edad avanzada y que padecen de agujero oval persistente tienen una tasa mayor de ciertos tipos de apoplejía (tromboembólica). La razón para esto es que estas personas frecuentemente desarrollan coágulos sanguíneos en sus piernas, los cuales algunas veces pueden viajar desde su sitio general hasta el lado derecho del corazón.

Si se presenta agujero oval persistente, el coágulo entonces puede pasar del lado derecho al lado izquierdo, desde donde puede viajar al cerebro y alojarse allí, impidiendo que la sangre fluya a esa parte (apoplejía).