Esta condición describe las anomalías en la forma o posición del oído externo (pabellón auricular o aurícula).

El pabellón o aurícula se forma (durante el desarrollo fetal) en el momento en que muchos otros órganos críticos, como los riñones, apenas se están formando. Las anomalías en la forma o posición del pabellón pueden ser un indicador de que hay otras anomalías asociadas presentes.

Las anomalías comunes abarcan pliegues anormales en el pabellón, prominencia de las orejas, baja implantación, rotación anormal del pabellón e incluso ausencia del pabellón auricular.

Muchos niños nacen con orejas que sobresalen (orejas protruyentes) y aunque la gente pueda comentar sobre la forma de las orejas, esta condición es una variación normal y no está asociada con otros trastornos. Sin embargo, las orejas de baja implantación, los pabellones ausentes y los pliegues anormales pueden estar asociados con varias condiciones médicas.

Las siguientes condiciones comunes están asociadas con las orejas de implantación baja y las orejas que presentan deformidades.

• Síndrome de Down
• Síndrome de Turner

Las condiciones poco comunes asociadas con las orejas de implantación baja y las orejas que presentan deformidades abarcan:

• Síndrome de Treacher Collins
• Síndrome de Potter
• Trisomía 18
• Síndrome de Beckwith-Wiedemann
• Trisomía 13
• Síndrome de Rubinstein-Taybi
• Síndrome de Smith-Lemli-Opitz

Se debe llamar si se observa una forma o posición anormal de las orejas.

En la mayoría de los casos, las anomalías del pabellón auricular son descubiertas por el médico durante el primer examen del bebé sano, que generalmente se lleva a cabo en el hospital si es allí donde éste ha nacido.

El médico hará preguntas de la historia clínica como las siguientes:

• ¿Sabe de alguna otra anomalía física que se presente?
• ¿Existen antecedentes familiares de presentación de orejas de forma anormal?
• ¿Hay antecedentes familiares de alguno de los trastornos asociados con anomalías del pabellón auricular e implantación baja de las orejas?

Para determinar si el pabellón auricular de hecho es anormal, el médico lleva a cabo una serie de mediciones con una cinta métrica. Asimismo, se miden otras partes del cuerpo, como los ojos, las manos y los pies, para determinar si existen otras anomalías.

A todos los bebés recién nacidos se les debe realizar una prueba de audición. En caso de que el pabellón de la oreja de un niño sea anormal, ciertamente se recomienda realizar una prueba de audición, si ésta no se ha hecho. Los exámenes para evaluar los cambios en el desarrollo mental se pueden llevar a cabo a medida que el niño crece. Los exámenes de diagnóstico que se pueden realizar incluyen un análisis cromosómico.

No es necesario el tratamiento de las anomalías del pabellón auricular, dado que no afectan la audición, sin embargo, algunas veces se recomienda la cirugía con propósitos estéticos.