Es un procedimiento quirúrgico para revisar o modificar la forma o tamaño de las mamas.

La cirugía de reducción de mamas se puede realizar en un centro de cirugía ambulatoria o en un hospital. Para llevar a cabo este procedimiento se utiliza anestesia general, aunque se puede usar anestesia local para insensibilizar el área que circunda las mamas.

Para realizar una reducción en el tamaño de las mamas se retira parte del tejido mamario y los pezones se pueden reubicar un poco más arriba para conservar el aspecto estético. La operación puede durar hasta 6 horas y se realiza bajo anestesia general.

Para realizar un levantamiento de mamas se hacen incisiones a lo largo de sus pliegues naturales y alrededor de la piel rosada oscura que circunda los pezones (areola); luego se hace una incisión en forma de ojo de cerradura sobre la areola para definir la nueva ubicación del pezón y se remueve la piel de la parte inferior de las mamas. Se levantan la areola, el pezón y tejido mamario subyacente, se reubica luego el pezón y se suturan las incisiones. El procedimiento dura alrededor de dos horas, dependiendo de la extensión de la cirugía.

Si la persona piensa someterse a una mamoplastia, se recomienda consultar con un cirujano plástico y discutir con él las expectativas de verse y sentirse mejor, teniendo en cuenta que la intención es mejorar el aspecto de las mamas, no buscar la perfección. La estabilidad emocional es un factor importante, ya que con la cirugía de mamas se puede renovar la autoconfianza y mejorar el aspecto físico, aunque el resto depende de la persona.

Es posible que antes de la cirugía se requieran mamografías o radiografías de mamas y un examen de rutina por parte del cirujano plástico.

La mastopexia se realiza específicamente para levantar mamas caídas y flácidas, pero también puede hacerse para reducir el tamaño de la areola y de la piel rosada oscura que circunda el pezón.

La reducción de mama se recomienda para:

• Senos agrandados (macromastia)
• Infecciones quísticas mamarias (mastitis poliquística)
• Dolor provocado por peso de las mamas el cual no se alivia con un sostén
  • dolor de espalda, dolor de cuello, o dolor de hombros
  • dolor de cabeza
  • dolor en las mamas
  • pérdida de la sensibilidad en las mamas
  • problemas para dormir causados por el gran tamaño de las mamas
  • postura inadecuada causada por el tamaño de las mamas
  • insensibilidad de brazo o dedos causada por el tamaño de las mamas
    
• Hendedura pigmentada causada por la tira del sostén
• Estrías (líneas con aspecto de cicatrices) en las mamas

La reducción de mamas no se recomienda en presencia de las siguientes condiciones:

• Cáncer de mama
• Celulitis
• Piel de la mama endurecida

Además de los riesgos generales de la cirugía y de la anestesia, existen riesgos de grandes cicatrices cuyo proceso de curación es demorado, pezones ubicados en una posición asimétrica, pérdida de sensibilidad e incapacidad para amamantar un bebé después de la cirugía. Los riesgos emocionales pueden incluir la sensación de que las mamas se ven imperfectas o que las reacciones que se esperan de otras personas no son adecuadas.

El resultado potencial de la cirugía de revisión de mamas es muy bueno. El aspecto físico y las actividades normales mejoran significativamente e igualmente desaparecen el dolor y los síntomas cutáneos como las estrías. Para remoldear las mamas podría requerirse el uso de un sostén especial durante algunos meses.

Después de un levantamiento de mamas, se envuelve un vendaje grueso de gasa alrededor de éstas y del tórax o se puede utilizar un sostén quirúrgico. El dolor se controla con medicamentos y se alivia en un período de dos a cuatro días. Usualmente, se requiere hospitalización en el caso de reducción de mamas para controlar el dolor y las náuseas.

Después de la primera semana, el vendaje se reemplaza por un sostén suave que debe utilizarse por varias semanas. El edema y la decoloración alrededor de las incisiones desaparece generalmente en pocos días, pero es posible que después de la cirugía se presente temporalmente pérdida de la sensibilidad en la piel de las mamas y de los pezones. Dos semanas después de la intervención quirúrgica se retiran las suturas y la condición mejora con el tiempo.

Durante la convalecencia, se recomienda limitar las actividades físicas para prevenir la dilatación de las cicatrices, aunque se puede permitir alguna actividad uno o dos días después de la cirugía. Además, el cirujano plástico recomendará un horario para reanudar la rutina normal (usualmente de 8 semanas). Para que haya una adecuada cicatrización, se debe evitar levantar los brazos por encima de la cabeza durante 3 ó 4 semanas.

Las cicatrices son permanentes y generalmente muy visibles durante un año después de la cirugía, aunque luego bajan un poco en intensidad. Los médicos hacen todos los esfuerzos para ubicar las incisiones de forma tal que las cicatrices se noten lo menos posible, aún con ropa escotada (las incisiones generalmente se hacen en la parte inferior de la mama).