Es la sensación anormal de requerir constantemente el consumo de líquidos.

Tomar grandes cantidades de agua suele ser saludable, pero después de cierto límite, un deseo excesivo de ingerir líquidos puede reflejar una enfermedad subyacente, física o emocional. La sed excesiva puede ser un síntoma de la presencia de altos niveles de azúcar en la sangre (hiperglicemia) y puede ser una clave importante en la detección de la diabetes.

Es un síntoma muy común y suele ser la reacción a la pérdida de líquidos durante el ejercicio o a la ingestión de alimentos salados.

• Pérdida excesiva de agua y sal (como en los casos de falta de agua, sudoración profusa, diarrea o vómito)
• Una comida reciente muy condimentada o salada
• Diabetes mellitus
• Diabetes insípida
• Medicamentos como los anticolinérgicos, demeclociclina, diuréticos y fenotiazinas
• Sangrados, suficientes como para causar una disminución significativa del volumen sanguíneo
• Pérdida de los líquidos corporales desde el torrente sanguíneo hasta los tejidos
  • puede ocurrir bajo ciertas condiciones como infecciones severas (sepsis) y con quemaduras
  • insuficiencia cardiaca, hepática o renal
• Polidipsia psicogénica

Dado que la sed es la manera habitual que tiene el organismo para reponer la pérdida de agua, se aconseja a menudo beber una cantidad abundante de líquidos.

Para la sed compulsiva, se debe buscar ayuda sicológica y para los casos de sed causada por diabetes, se debe seguir la terapia prescrita para controlar adecuadamente los niveles de azúcar en la sangre.

• La sed excesiva es persistente e inexplicable.
• La sed está acompañada de otros síntomas inexplicables como visión borrosa y fatiga.
• El volumen diario de orina supera los 5 litros (5 cuartos de galón).

El médico elabora la historia médica y lleva a cabo un examen físico.

Las preguntas que documentan en detalle los antecedentes acerca de la sed excesiva son, entre otras:

• Patrón de tiempo:
  • ¿Por cuánto tiempo se ha notado la sed excesiva?
  • ¿Es la sed excesiva consistente durante el día?
  • ¿Es peor durante el día?
  • ¿Se desarrolló de repente o en forma lenta?
    
• Hábitos alimenticios:
  • ¿Ha aumentado el consumo de alimentos salados o condimentados?
  • ¿Cuánta sal se ingiere cada día?
  • ¿Ha cambiado la dieta?
  • ¿Se ha notado un incremento en el apetito?
  • ¿Se ha notado un aumento de peso involuntario?
  • ¿Se ha notado una pérdida de peso involuntaria?
    

• Otras:

  • ¿Qué otros síntomas están presentes al mismo tiempo?
  • ¿Ha habido una quemadura u otra lesión reciente?
  • ¿Se ha notado un incremento o disminución de la frecuencia de micción?
  • ¿Se ha notado un aumento o disminución en la cantidad de orina producida?
  • ¿Se ha incrementado el nivel de actividad durante el día?
  • ¿Se ha notado algún sangrado?
  • ¿Se ha notado sudor excesivo?
  • ¿Hay inflamación?
  • ¿Hay fiebre?

Se realiza un examen físico general y se recomienda una evaluación sicológica si se sospecha de sed compulsiva (de origen sicológico). Asimismo, el consumo y evacuación de líquidos se vigila muy de cerca.

Los exámenes de diagnóstico que pueden realizarse son:

• Análisis de orina
• CSC y diferencial sanguíneo
• Calcio sérico
• Nivel de glucosa en la sangre
• Osmolalidad de la orina
• Osmolalidad sérica