For Immediate Release
Office of the Press Secretary
17 de febrero de 2004
DECLARACIONES DEL PRESIDENTE AL PERSONAL MILITAR
Fort Polk Army Airfield
Fort Polk, Louisiana
12:37 P.M. CST
EL PRESIDENTE: Gracias a todos. Qué tal semana. Primero, NASCAR.
(aplausos). y hoy, Fort Polk, Louisiana. (Aplausos.) Gracias por la cálida
bienvenida. Es un honor estar aquí con los soldados y las familias de Fort
Polk. (Aplausos.) Este puesto es la sede de algunas de las unidades más
antiguas y mejores del Ejército. Todos ustedes le hace honor al lema de
nuestro Segundo Regimiento de Caballería (Second Armored Cavalry Regiment). (aplausos). "Siempre listos". (Aplausos.)
La Segunda Caballería ahora está desplegada en Iraq. También lo
está la poderosa Brigada Guerrera de Fort Polk. (Aplausos.) Este puesto
durante mucho tiempo ha sido vital para la defensa de los Estados Unidos. Y hoy, los hombres y mujeres de Fort Polk prestan servicios con habilidad y
valentía en la guerra contra el terrorismo. Desde que nuestra nación fue
atacada el 11 de septiembre de 2001, este puesto ha entrenado y desplegado a más de 10,000 soldados para luchar contra el enemigo terrorista.
El Grupo de Operaciones de JRTC está proporcionando capacitación
excelente a los soldados de los Estados Unidos. Y con personas como
ustedes. (aplausos). personas como ustedes en la guerra contra el
terrorismo, no hay duda que el enemigo será vencido y la libertad
prevalecerá. (Aplausos.)
En la guerra, Estados Unidos depende de nuestras fuerzas armadas
para afrontar los peligros en el extranjero y mantener a nuestro país
seguro. El pueblo estadounidense aprecia este sacrificio. Y nuestro
gobierno les debe más que gratitud. Siempre nos aseguraremos de que los
soldados de los Estados Unidos estén bien equipados y bien capacitados para
librar esta guerra contra el terrorismo. (Aplausos.)
Todas las personas que llevan el uniforme también dependen del
apoyo fiel de sus familias. (Aplausos.) Las familias militares han
enfrentado muchas dificultades en esta época de prueba y las han enfrentado
juntas. Cada instalación militar es una comunidad sólida y afectuosa. Velan
unos por los otros. Aceptan los sacrificios del servicio a los Estados
Unidos. Y deseo que sepan, toda nuestra nación está agradecida con nuestras
familias militares. (Aplausos.)
Le agradezco al General Kamiya por su presentación. Mientras
caminaba hacia aquí de Marine One, alguien me dijo que acababa de ser
ascendido. Felicitaciones, General. (Aplausos.) Les Brownlee, secretario
interino del Ejército, está con nosotros. El General Pete Schoomaker, jefe
de estado mayor del Ejército, nos acompaña hoy. General, gracias por
asistir. General Ellis, aprecio que esté aquí. Coronel Woolfrey, Sargento
Mayor de Comando Christian; el Sargento Mayor de Comando Savusa también nos
acompaña. Es un honor que ustedes estén aquí, caballeros.
Hoy tuve el privilegio de viajar con la Senadora Mary Landrieu, del
estado de Louisiana; el Congresista David Vitter y el Congresista Rodney
Alexander. Quiero darles las gracias a todos los funcionarios estatales y
locales que nos acompañan hoy. Aprecio muchísimo que Kevin Sharp y John
Berry se hayan tomado el tiempo para entretener a los soldados y las
familias hoy. (Aplausos.)
Acabo de conocer a Margie Nobles. Margie ofreció más de 1,400 horas
voluntarias a ayudar a las familias de soldados durante su transición a
Fort Polk y durante las épocas de despliegue. La gente a menudo dice que la
fuerza de los Estados Unidos es nuestras fuerzas armadas, y éstas son
fuertes, y tengo la intención de mantenerlas así. (Aplausos.) Pero la
verdadera fuerza de nuestro país radica en los corazones y las almas de
nuestros ciudadanos; personas como Margie, que están dispuestas a ayudar a
alguien que sufre; personas que están dispuestas a darse el tiempo durante
sus ocupadas vidas para amar a un vecino como les gustaría ser amadas.
A aquellos de ustedes que son soldados en el ejército de la
compasión, deseo darles las gracias por su servicio a su comunidad y a su
país.
En la comunidad de Fort Polk también radican miles de veteranos y
militares jubilados. Nuestros veteranos defendieron nuestra nación y
sirvieron la causa de la libertad en las grandes luchas del siglo XX.
Muchos veteranos de la zona están hoy con nosotros y honramos su servicio
leal a los Estados Unidos. (Aplausos.)
Nuestros soldados hoy continúan una gran tradición de logros y
valentía. Honran esa tradición en las difíciles misiones y victorias
decisivas. Esta generación de nuestras fuerzas armadas ha sido llamada por
el deber, a luchar y ganar la primera guerra del siglo XXI. (Aplausos.)
La lucha se inició una mañana de septiembre, cuando los terroristas
asesinaron a miles de nuestros conciudadanos. Vimos la violencia y el dolor
que pueden infligir los terroristas. Nos dieron un vistazo de los daños
muchos peores que los terroristas pretenden hacernos. Y en nombre de esta
nación, hice una promesa: Ya sea que llevemos a nuestros enemigos ante la
justicia o les llevemos la justicia a nuestros enemigos, se hará justicia.
(Aplausos.)
La vida en los Estados Unidos regresó a la normalidad de muchas
maneras, y eso es bueno. Y deseo que cada estadounidense sepa que entiendo
mi tarea como su Presidente. Tengo el deber de proteger al pueblo
estadounidense y mi determinación es la misma hoy que lo era la mañana del
12 de septiembre de 2001. Mi determinación es la misma hoy que el día que
caminé entre los escombros de las Torres Gemelas. No cederé hasta que se
acabe con la amenaza a los Estados Unidos. (Aplausos.) Ni tampoco lo harán
ustedes. (Aplausos.)
Durante los últimos 29 meses, muchos terroristas han aprendido el
significado de la justicia. Casi dos tercios de los líderes conocidos de al-
Qaida han sido capturados o se ha lidiado con ellos de otra manera.
(Aplausos.) Los terroristas están dando fuga, con buena razón de temer lo
que los depare la noche. Miles de militares capaces y decididos se
encuentran en una caza internacional, persiguiendo a los asesinos que se
esconden en las cuevas y las ciudades. Cuando atacaron a nuestro país, los
terroristas escogieron su propio destino y están enfrentando ese destino,
uno por uno. (Aplausos.)
El éxito en la guerra contra el terrorismo también requiere que
confrontemos a los regímenes que posiblemente armen a los terroristas con
el arma extrema. No existe peligro mayor para esta nación y la humanidad
que la posibilidad de un ataque secreto y repentino con armas nucleares o
químicas o biológicas. Debemos enfrentar este peligro con los ojos abiertos
y una resolución indeclinable. Expliqué la política de este país: Estados
Unidos no permitirá que los terroristas ni los regímenes peligrosos nos
amenacen con las armas más letales del mundo. (Aplausos.)
Por ello, para que los aliados se pongan de nuestra parte, hemos
mostrado esta resolución con medidas decididas para liberar a dos naciones
regidas alguna vez por regímenes terroristas. El primero en ver nuestra
determinación fue el Talibán, que convirtió a Afganistán en la base
principal de al-Qaida. Era allí donde operaban los campamentos de
entrenamiento. Fue allí donde se idearon los ataques del 11 de septiembre.
Y fue allí donde llevamos la lucha al enemigo inicialmente.
Dos años después de que liberamos a Afganistán, nuestras tropas
continúan enfrentando peligros. Nuestra coalición dirige incursiones
enérgicas para derrotar a los miembros sobrevivientes del Talibán y de al-
Qaida. El nuevo ejército afgano contribuye a la estabilidad de ese país.
Afganistán aún enfrenta un desafío, pero ese país está lejos de la
pesadilla del Talibán. (Aplausos.)
Desde el mes pasado, Afganistán tiene una constitución nueva,
elecciones libres garantizadas y plena participación por las mujeres.
(Aplausos.) Se están abriendo negocios, se están creando centros de
atención de la salud y los niños de Afganistán han vuelto a la escuela -
los niños y las niñas. (Aplausos.) El pueblo de Afganistán forja una nación
que es libre, que se siente orgullosa y que combate el terrorismo. Y es un
honor para los Estados Unidos ser su amigo. (Aplausos.)
El antiguo régimen de Iraq también fue testigo de la resolución de
Estados Unidos de afrontar los peligros antes de que se plasmen plenamente.
Mi gobierno examinó las informaciones de inteligencia y vimos peligro. Los
miembros del Congreso examinaron las mismas informaciones y vieron peligro.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas examinó las mismas
informaciones y vio un peligro. Llegamos a la conclusión razonable que
Sadam Hussein era un peligro. Recordamos su historia: Libró guerras
agresivas contra países vecinos y aspiró a dominar el Medio Oriente.
Cultivó vínculos con los terroristas. Construyó armas de destrucción
masiva. Usó armas de destrucción masiva contra su propio pueblo. Escondió
dichas armas.
En 1998, el Presidente y el Congreso adoptaron como política de los
Estados Unidos cambiar el régimen de Iraq. En septiembre del 2001, Estados
Unidos tomó una decisión: No viviremos bajo la sombra de las amenazas que
se acumulan. En el 2003, después de 12 años de decepción por Sadam Hussein,
se le dio una última oportunidad. El Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas exigió que rindiera cuentas cabales de sus programas de armamentos o
enfrentara consecuencias graves. Sadam Hussein optó por el desafío. Y
encaramos una decisión propia: Ya sea aceptar la palabra de un loco o
actuar para defender a los Estados Unidos y al mundo. En vista de tal
opción, siempre defenderemos a los Estados Unidos. (Aplausos.)
Tras haber desbaratado el régimen del Baath en Iraq, enfrentamos al
resto de los partidarios violentos de Sadam. Los hombres que se fugaron de
nuestras tropas en la batalla ahora se encuentran dispersos y atacan desde
las tinieblas. A estos asesinos se les han sumado terroristas extranjeros.
Recientemente en Iraq, interceptamos una carta enviada por un terrorista
llamado Zarqawi, un hombre muy conocido por nuestros servicios de
inteligencia. Zarqawi operaba dentro y fuera del Iraq de Sadam Hussein.
Ordenó el asesinato de un diplomático estadounidense en Jordania. Luchó
contra nuestras tropas en Afganistán. Y ahora, en una carta que
interceptamos, Zarqawi insta a los miembros de al-Qaida que libren una
guerra terrorista contra nuestra coalición en Iraq.
En el documento, Zarqawi describe la estrategia terrorista, la
presenta toda: Dividir al país con violencia por motivos étnicos;
menoscabar las fuerzas de seguridad de Iraq; desmoralizar a nuestra
coalición; prevenir el surgimiento de un gobierno democrático soberano.
Este terrorista describió sus esfuerzos de reclutar y entrenar terroristas
suicidas. Hace alarde de 25 ataques contra iraquíes inocentes y el personal
de la coalición.
Zarqawi y hombres como él han hecho de Iraq el frente central de
nuestra guerra contra el terrorismo. Los terroristas saben que la aparición
de un Iraq libre será un golpe importante contra el movimiento terrorista
en todo el mundo. Y en este caso están en lo correcto. Pero hemos visto a
estos enemigos anteriormente y sabemos cómo lidiar con ellos. Luchando del
lado del pueblo de Afganistán, estamos venciendo a los terroristas en ese
país. Y luchando de lado del pueblo de Iraq, venceremos también a los
terroristas allí. Iraq, como Afganistán, será libre. (Aplausos.)
Estamos alcanzando logros contra estos enemigos al permanecer a la
defensiva, con cientos de patrullas e incursiones rápidas y precisas todos
los días. Gracias a nuestras fuerzas armadas, gracias a nuestros valientes
soldados, los ciudadanos de Iraq no tienen que temer a la policía secreta
del dictador ni terminar en una fosa común. Las cámaras de tortura están
cerradas, De los 55 funcionarios principales del antiguo régimen, hemos
capturado o matado a 46. (Aplausos.) Y en cuanto al gobernante de Iraq, que
alguna vez fue todopoderoso, lo encontramos escondido en un hueco.
(Aplausos.)
A la vez, estamos ayudando a los iraquíes a alcanzar logros
diarios hacia la democracia. Hace un año, la única ley en Iraq eran los
caprichos de un hombre brutal. Hoy nuestra coalición trabaja con el Consejo
de Gobierno de Iraq para redactar una ley fundamental con una declaración
de derechos. Pero ahora colaboramos con los iraquíes en las Naciones Unidas
para preparar la transición a la soberanía plena de Iraq. A medida que la
democracia se arraigue en Iraq, los enemigos de la libertad harán todo en
sus manos para diseminar la violencia y el temor. Están tratando de
debilitar la determinación de nuestro país y nuestros amigos. Pero no
entienden a los Estados Unidos. No entienden la naturaleza de nuestras
tropas. Este país y nuestras fuerzas armadas nunca serán intimidados por un
grupo de matones y asesinos. (Aplausos.)
Es típico del terrorismo que unos cuantos hombres malvados les
causen dolor a muchas personas. Aquí en la comunidad de Fort Polk, ustedes
enviaron a hombres y mujeres valientes a afrontar esta maldad y se
despidieron de algunos de los mejores. Uno de ellos era el soldado primero
Rey David Cuervo, que fue matado en Bagdad. El soldado Cuervo nació en
México y es uno de varios miembros de las fuerzas armadas que no eran
ciudadanos, que sacrificaron su vida en defensa de los Estados Unidos. Bajo
mis órdenes, a cada uno de ellos se le ha otorgado póstumamente un título
al cual le han hecho honor: ciudadano de los Estados Unidos. (Aplausos.)
El mes pasado, el soldado Cuervo fue sepultado bajo una lápida con
estas palabras "Todos dieron algo y algunos lo dieron todo" ("All gave
some, y some gave all"). No tomamos la libertad por sentada en los Estados
Unidos ni dejaremos de apreciar la valentía de aquellos que enfrentan el
peligro y luchan. Que Dios consuele a las familias de los caídos. Que Dios
mantenga a esta nación siempre agradecida por su sacrificio.
Todos los hombres y mujeres que enviamos a Iraq y Afganistán han
prestado servicios vitales en la guerra contra el terrorismo. Al liberar a
estos países, nosotros y nuestra coalición hemos librado a más de 50
millones de personas de la opresión cruel. Hemos derrocado a las fuentes de
violencia e inestabilidad del gran Medio Oriente. Hemos derrocado del poder
a los enemigos de este país. Hemos hecho que Estados Unidos esté más
protegido. (Aplausos.)
Enfrentamos una decisión clara en el gran Medio Oriente: la
libertad prosperará o esa región continuará exportando violencia al mundo.
El trabajo de forjar democracias en naciones que han sobrellevado decenios
de tiranía es difícil. Requerirá el tipo de compromiso sostenido que ganó
la Guerra Fría. Aceptamos ese deber. Aceptamos ese deber en nuestros
tiempos porque nuestra causa es correcta.
Incluso los gobiernos que no participaron en sacar del poder al
régimen de Sadam ahora entienden que la democracia debe tener éxito en
Iraq. Y esa labor tendrá éxito porque la atracción de la libertad es
universal. La libertad no es el obsequio de los Estados Unidos al mundo; la
libertad es el obsequio de Dios Todopoderoso a cada uno de los hombres y
mujeres de este mundo. (Aplausos.)
La voluntad de este país es fuerte. La voluntad de nuestra
coalición es fuerte. Y lo que iniciamos, terminaremos. (Aplausos.)
Para todos los estadounidenses, los últimos tres años han traído
pruebas que no pedimos y logros compartidos por todos. Y por medio de
nuestras acciones hemos mostrado el tipo de nación que somos. Somos una
nación con una misión y esa misión proviene de nuestras convicciones más
fundamentales. Creemos que la libertad es el derecho de cada una de las
personas en el mundo. Gracias a la dedicación desinteresada de los
estadounidenses que llevan el uniforme, las personas en nuestro propio país
y en territorios lejanos, las personas pueden vivir en libertad y conocen
la paz que conlleva la libertad.
Se le han dado muchas responsabilidades a los Estados Unidos y han
sido otorgadas al país correcto. No evadiremos desafió alguno. Estamos
poniéndonos a las alturas del llamado de la historia. Ahora y en el futuro,
esta gran república dirigirá la causa de la libertad y la paz.
Que Dios los bendiga a todos y que Dios continúe bendiciendo a
nuestro país. (Aplausos.) Gracias a todos. (Aplausos.)
END 1:02 P.M. CST
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