Publicación electrónica del Servicio
Informativo y Cultural de Estados Unidos
Vol. 2, No. 3, julio de 1997
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Estados Unidos no ha experimentado nunca golpes militares ni regímenes militares arbitrarios, hecho que representa algo muy raro entre todas las naciones del mundo. Algunos podrían decir que George Washington sentó el precedente al negarse a respaldar a sus tropas en un motín ocasionado por los sueldos impagos, poco después de la Revolución. Otros podrían argumentar que es la decisión del pueblo norteamericano, quien, en momentos buenos tanto como malos, siempre ha estado comprometido con el control civil de sus fuerzas armadas. Cualquiera que sea la razón, esta tradición exclusivamente norteamericana del soldado ciudadano ha dado resultados durante más de 200 años.
Arriba, un técnico médico atiende a un niño somalí como parte
de un programa de acción médica cívica en Mogadishu. Los
soldados de hoy a menudo participan en empresas de mantenimiento
de la paz en lugar de prepararse para la guerra.
Crédito: Combat Camera/PHCM Terry Mitchell, USN
En el mundo moderno, sin embargo, la función del ciudadano soldado cambia constantemente. Los soldados de hoy se encuentran a menudo construyendo puentes en una labor de mantenimiento de la paz, más bien que en el combate de la guerra. Los soldados ayudan también en ejercicios concebidos para unir a militares y civiles en misiones humanitarias, de mantenimiento de la paz y de búsqueda y rescate.
En esta edición, H. Allen Holmes, secretario adjunto de Defensa para operaciones especiales y conflictos de baja intensidad, hace hincapié en la importancia de las relaciones entre civiles y militares y su futuro en un mundo en cambio constante. El historiador militar David F. Trask habla acerca del punto de vista histórico estadounidense del control civil de los militares hasta la Segunda Guerra Mundial, en un artículo adaptado de un folleto del USIS, "Democracia y Defensa: el Control civil de los Militares en Estados Unidos". Louis W. Goodman, decano de la Escuela de Servicio Internacional en la American University, continúa enfocando las relaciones entre civiles y militares en una democracia y contempla su futuro. Finalmente, en una entrevista con el general John Sheehan, comandante supremo aliado del Atlántico, el editor colaborador David Pitts pregunta cómo la iniciativa de la OTAN, la Asociación para la Paz, ha ayudado a los países participantes a fortalecer las relaciones entre civiles y militares en los nuevos estados democráticos que surgen.
Temas de la democracia
Publicación Electrónica de USIS, Vol. 2, No. 3, julio de
1997