El lavado de dinero hace que el crimen rinda dividendos, al permitirles a los criminales esconder y legitimar las ganancias procedentes de actividades ilegales. Según un estimado reciente, la actividad mundial del lavado de dinero llega a aproximadamente un billón de dólares anuales. Estos fondos ilícitos les permiten a los criminales financiar una variedad de otras actividades delictivas. Aún más, el lavado de dinero favorece la corrupción, distorsiona la toma de decisiones económicas, agrava los males sociales y amenaza la integridad de las instituciones financieras.
Quienes lavan dinero tienen ahora acceso a la velocidad y facilidad de las modernas finanzas electrónicas. Dado el volumen asombroso de este delito, es esencial la cooperación internacional amplia entre las agencias reguladoras y de ejecución de la ley para identificar la fuente de ganancias ilegales, rastrear los fondos hasta las actividades criminales específicas y confiscar los bienes financieros de los delincuentes.
Este número de Perspectivas Económicas nos da una idea del alcance del problema, como así también de las maneras en que las agencias del gobierno de Estados Unidos cooperan entre sí, con el sector privado y los gobiernos extranjeros para contener este flagelo.
-- Embajadora Wendy Chamberlin, vicesecretaria adjunta principal
Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Ejecución de la Ley
Departamento de Estado de Estados Unidos
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