Es la dilatación anormal de los vasos sanguíneos, asociada con una gran cantidad de enfermedades.

Las telangiectasias pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y se pueden ver a simple vista en la piel, en las membranas mucosas y en la esclerótica de los ojos. Aunque la mayoría son asintomáticas, algunas sangran con facilidad y causan dificultades significativas. Se pueden presentar en el cerebro, lugar en el cual el sangrado puede causar problemas muy serios.

• Telangiectasia facial asociada con la edad, la exposición al sol o el consumo de alcohol
• Telangiectasia hemorrágica hereditaria (síndrome de Osler-Weber-Rendu)
• Ataxia, telangiectasia
• Angioma aracnoideo
• Cutis marmórea con telangiectasia congénita (hereditaria)
• Síndrome de Bloom
• Síndrome de Klippel-Trenaunay-Weber
• Enfermedad de Sturge-Weber
• Xeroderma pigmentoso
• Nevus flammeus, como la mancha en vino de oporto

• Se observan vasos agrandados en la piel, las membranas mucosas o los ojos del niño

La telangiectasia puede ser síntoma de otra enfermedad que en la mayoría de los casos se puede diagnosticar por medio de un examen físico y basándose en la historia clínica.

Algunas de las preguntas de la historia clínica que documentan en detalle la telangiectasia pueden ser:

• ¿La condición es visible?
• ¿Dónde está localizada exactamente?
• ¿Los vasos sangran con facilidad?
  • ¿Sangran espontáneamente?
• ¿Qué otros síntomas están presentes?

El examen físico se limita usualmente a la evaluación dermatológica.

En ocasiones se requieren radiografías, tomografías o IRM, además de estudios de las funciones del hígado u otros estudios sanguíneos. La especificidad de las pruebas depende del trastorno del cual se sospecha.