Es una prueba similar a la antigua prueba de VDRL, ya que ambas miden los anticuerpos reagínicos, los cuales son producidos usualmente durante una infección por sífilis, como resultado de la interacción del cuerpo con las bacterias que causan la sífilis (Treponema pallidum). Esta prueba es una herramienta de tamizaje útil para detectar sífilis, aunque su capacidad para hacerlo depende de la etapa de la enfermedad.

En la etapa más temprana de la sífilis (sífilis primaria), esta prueba es positiva en aproximadamente el 60% de las veces y su utilidad aumenta con las etapas posteriores de la sífilis, cuando puede arrojar resultados positivos del 70 al 90% de las veces. En las etapas finales de la sífilis, la prueba generalmente es positiva sólo en el 60% de los casos.

Hay varias condiciones que pueden provocar una prueba de resultado falso positivo, como el VIH, la enfermedad de Lyme, la pneumonía por micoplasma, la malaria y el lupus eritematoso sistémico. Por lo tanto, si se encuentra que esta prueba de tamizaje es positiva, se debe confirmar con una prueba más específica para la sífilis como FTA-ABS.

La sangre se extrae de una vena, usualmente de la parte anterior del codo o del dorso de la mano. El sitio de punción se limpia con un antiséptico y luego se coloca una banda alrededor del antebrazo con el fin de ejercer presión y restringir el flujo sanguíneo a través de la vena. Esto hace que las venas bajo la banda se llenen de sangre. Inmediatamente después, se introduce una aguja en la vena y se recoge la sangre en un frasco hermético o en una jeringa. Durante el procedimiento, se retira la banda para restablecer la circulación y, una vez que se ha recogido la sangre, se retira la aguja y se presiona moderadamente sobre el sitio de punción para detener cualquier sangrado.

Bebés o niños pequeños:
En los bebés o niños pequeños, el área se limpia con un antiséptico y se punza con una aguja o lanceta para luego recoger la sangre en una pipeta (tubo pequeño de vidrio), en una lámina de vidrio, sobre una tira de examen o en un recipiente pequeño. Finalmente, se puede aplicar un algodón o un vendaje en el sitio de la punción si el sangrado persiste.

Generalmente no se requiere ninguna preparación especial para este examen.

Bebés y niños:
La preparación que se puede brindar para este examen depende de la edad, intereses, experiencias previas y grado de confianza del niño. Para mayor información, se recomienda leer las siguientes pautas:

• Preparación de un bebé para un examen o procedimiento (menor de 1 año)
• Preparación de un niño pequeño para un examen o procedimiento (1 a 3 años)
• Preparación de un niño en edad preescolar para un examen o procedimiento (3 a 6 años)
• Preparación de un niño en edad escolar para un examen o procedimiento (6 a 12 años)
• Preparación de un adolescente para un examen o procedimiento (12 a 18 años)

Cuando se inserta la aguja para extraer la sangre, algunas personas sienten un dolor moderado, mientras que otras sólo sienten un pinchazo o sensación de picadura. Después, puede haber una sensación pulsátil.

La sífilis es una infección altamente tratable. Además del examen a individuos con signos y síntomas de sífilis y/u otras enfermedades de trasmisión sexual, el tamizaje para la sífilis es una parte rutinaria del cuidado prenatal durante el embarazo. Algunos estados igualmente exigen un examen de tamizaje para sífilis antes de conceder una autorización de matrimonio.

El valor de una prueba negativa depende de la etapa de la sífilis que se sospeche. La prueba de tamizaje tiene el mayor valor en la sífilis secundaria y latente, ya que es muy probable que sea positiva durante estas etapas. Durante la sífilis primaria y terciaria, esta prueba puede arrojar un resultado falso negativo y es posible que se necesite de pruebas adicionales antes de descartar la enfermedad.

El resultado de una prueba positiva puede ser indicio de una sífilis subyacente, por lo que el paso siguiente es confirmar el diagnóstico con una prueba más específica para la sífilis como la FTA-ABS. Esta última diferencia entre sífilis y otras infecciones, incluyendo VIH, pneumonía por micoplasma, enfermedad de Lyme o enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico.

• Sangrado excesivo
• Desmayo o sensación de mareo
• Hematoma (acumulación de sangre debajo de la piel)
• Infección (un riesgo leve en cualquier momento en que se presenta ruptura de la piel)
• Punciones múltiples para localizar las venas