Vacuna triple vírica (MMR) Vacuna contra el sarampión, paperas y rubéola La mayoría de los niños reciben las vacunas contra el sarampión, paperas y rubéola en una sola inyección llamada vacuna triple vírica (MMR). Estas tres vacunas son muy efectivas, y protegen a la mayoría de los niños durante toda la vida. Los niños deben recibir dos dosis de la vacuna triple vírica. La primera se administra entre los doce y quince meses de edad. La segunda puede administrarse en cualquier momento, siempre que hayan pasado por lo menos 28 días desde la primera. Generalmente se administra entre los cuatro y seis años de edad, antes de que el niño ingrese al jardín de infancia o al primer grado. Las vacunas contra el sarampión, paperas y rubéola también pueden administrarse por separado. Pero esto generalmente no se hace porque entonces habría que administrar al niño tres inyecciones en lugar de una. Algunas veces -generalmente cuando ocurre un brote de sarampión- se puede administrar a los niños la vacuna triple antes de que cumplan un año de edad. Esto sólo les proporciona protección a corto plazo. Estos niños todavía deben recibir dos dosis de la vacuna triple a la edad acostumbrada. Efectos secundarios de la vacuna triple vírica SARAMPIÓN. Alrededor de uno de cada cinco niños tendrá una erupción o fiebre leves que aparecerán una semana o dos después de administrar la vacuna. Estas reacciones duran unos cuantos días. PAPERAS. Muy pocos niños tienen efectos secundarios atribuibles a la vacuna contra las paperas. A veces algún niño experimenta fiebre leve una o dos semanas después de administrar la vacuna, o inflamación de los ganglios de las mejillas o bajo la mandíbula. Las reacciones más serias son extremadamente raras. RUBÉOLA. Alrededor de uno de cada siete niños experimentará erupción o inflamación de los ganglios linfáticos luego de administrársele la vacuna contra la rubéola. Estas reacciones generalmente se observan una o dos semanas después de administrar la vacuna y duran uno o dos días. Del mismo modo, alrededor de uno de cada cien niños experimenta dolor o rigidez de las articulaciones, que puede durar desde unos cuantos días hasta varias semanas. Existe una pequeña posibilidad (menos de uno por cada cien casos) de que el niño sufra inflamación dolorosa de las articulaciones (artritis) luego de recibir la vacuna contra la rubéola. Esta reacción generalmente sólo dura unos cuantos días, a veces puede durar más, y puede ser intermitente. Estos problemas en las articulaciones son más comunes en los adultos, especialmente en las mujeres. Se ha informado de convulsiones febriles (convulsiones causadas por la fiebre) en algunas ocasiones en los niños que han recibido la vacuna triple vírica. Éstas generalmente se presentan una o dos semanas después de administrar la vacuna y son causadas por la fiebre producida por la vacuna más que por la vacuna misma. Los niños se recuperan de las convulsiones febriles con rapidez, y éstas no causan daño permanente. Se han reportado algunos casos de niños que han sufrido de encefalitis (inflamación del cerebro) luego de administrárseles la vacuna triple vírica. Esto sucede con tan poca frecuencia - menos de un caso por cada millón de vacunas administradas - que los expertos no saben con seguridad si la vacuna triple vírica genera esta reacción o si se trata simplemente de una coincidencia. Sin embargo, tenga presente que si el mismo millón de niños contrajeran sarampión, alrededor de 1,000 contraerían encefalitis, entre 6,000 y 7,000 sufrirían de convulsiones y varios cientos morirían. Las ventajas de la vacuna triple son muy superiores a este pequeño riesgo. Al igual que cualquier otra vacuna o medicamento, la vacuna triple vírica en teoría podría desencadenar una reacción alérgica grave en un niño alérgico a alguno de sus componentes. Pero las reacciones alérgicas graves a las vacunas infantiles son muy poco frecuentes (se calcula que ocurre una por cada millón de dosis), y no se ha sabido de ningún caso en el que un niño haya muerto por una reacción alérgica a una vacuna. Precauciones Existen varias razones por las que un médico podría posponer la administración de la vacuna triple vírica a un niño, o decidir no administrarla en lo absoluto: • Cualquier niño con antecedentes de alergia severa a la gelatina o al antibiótico neomicina no debe recibir la vacuna triple vírica. • Cualquier niño que luego de recibir una dosis de la vacuna triple vírica haya tenido una reacción alérgica que haya puesto en peligro su vida no debe recibir otra dosis. • En el caso de los niños con sistema inmunológico suprimido (debido a una enfermedad tal como cáncer o infección de VIH, o que siguen tratamiento con esteroides), se debe realizar una evaluación médica antes de administrar la vacuna triple vírica. • Cualquier niño que haya recibido recientemente una transfusión o algún producto sanguíneo tendrá que esperar varios meses antes de recibir la vacuna triple vírica. • Cualquier niño que sufra una enfermedad moderada o severa el día en que se ha programado administrar la vacuna triple vírica (o cualquier otra) probablemente debería posponerla hasta que se haya recuperado. Su doctor o enfermera podrá darle más detalles. Después de recibir la vacuna triple vírica Si el niño experimenta cualquier problema serio o poco común después de recibir la vacuna, póngase en contacto con un médico o solicite atención médica inmediatamente.