LA GEOPOLITICA DEL PETROLEO Y EL GAS NATURAL

Por Alan Larson, subsecretario para Asuntos Económicos, Empresariales y Agrícolas en el Departamento de Estado de Estados Unidos

Desafíos a la seguridad energética

Asegurar la confiabilidad de los abastecimientos mundiales de energía requerirá políticas que, a un mismo tiempo, estimulen el uso de tecnologías más nuevas y limpias y se ocupen de los retos políticos planteados por la creciente demanda mundial de petróleo y gas natural, dice Larson. La política estadounidense procura estimular la expansión y diversificación de la oferta mundial de energía y promover la transparencia y las instituciones democráticas que ayudan a los países productores de energía a hacer uso más productivo de sus recursos.

La energía es el ingrediente vital de la economía mundial. Aun cuando trabajamos con empeño en la eficiencia energética e invertimos en el desarrollo de nuevas tecnologías energéticas, el petróleo y el gas natural seguirán siendo esenciales por muchos años. El desarrollo económico en todo el mundo significa que la demanda mundial de petróleo y gas seguirá creciendo a corto plazo. Lo que es aún más significativo, el rápido crecimiento de China y el aumento de su demanda general de energía continúan afectando los mercados energéticos. Algunos analistas estiman que China podría ser responsable de hasta una tercera parte del aumento marginal mundial de la demanda de petróleo en los próximos años.

En consecuencia, el mundo debe encontrar y desarrollar suministros de petróleo y gas más confiables, que permitan el crecimiento económico sostenido. Desafortunadamente, es casi un axioma que el petróleo y el gas se encuentran más a menudo en países con regímenes políticos problemáticos o una geografía física difícil.

Varias realidades determinan nuestro modo de pensar acerca de la seguridad energética y cómo deberíamos dotar de confiabilidad a nuestro suministro de energía:

  • Dos tercios de las reservas de petróleo conocidas en el mundo están en el Medio Oriente.

  • Las importaciones proveen aproximadamente la mitad del petróleo y 15 por ciento del gas natural que consume Estados Unidos, y una porción aún mayor de las necesidades de algunos de los aliados y socios económicos más importantes de Estados Unidos.

  • Los sacudimientos de la oferta petrolera en cualquier región del mundo tendrán impacto en la economía estadounidense mediante la operación instantánea de los mercados internacionales del petróleo.

    LA CONFIABILIDAD MEDIANTE LA DIVERSIFICACION


    Dado que requieren compromisos de largo plazo, las inversiones en energía son costosas y arriesgadas. Al reconocer esta realidad, la política energética estadounidense procura alentar la expansión y diversificación de la oferta de energía. Varias regiones atraen creciente interés de las compañías de energía de Estados Unidos y otros países. En la cuenca del Mar Caspio, Rusia, Africa Occidental y América del Norte y el Sur advertimos perspectivas interesantes de producción expandida de petróleo y gas, como así también la promesa de una mayor producción de petróleo y gas en el Oriente Medio. En cada una de estas regiones, nuestra política se dirige a apoyar el desarrollo de los recursos energéticos encabezado por el sector privado, mediante la reducción de la incertidumbre política que, de otra manera, podría entorpecer la inversión que se necesita.

    Rusia y la Cuenca del Mar Caspio

    Rusia es ya una superpotencia energética. Para alcanzar su potencial pleno, Rusia necesita fortalecer el gobierno corporativo y la estructura legal/regulatoria de las empresas, mejorar su entorno para la inversión extranjera, permitir la competencia en el sistema de transporte, abrir a la reforma y la competencia las compañías de gas y petróleo Gazporom y Transneft, mejorar sus capacidades tecnológicas y llevar a niveles mundiales los precios internos de la energía.

    La cuenca del Mar Caspio encierra un potencial tremendo, debido a que ofrece la posibilidad de aumentos en la producción que van desde 1,6 millón de barriles diarios en 2001 a 5 millones diarios en 2010. En este momento, las cuestiones claves en el desarrollo de la energía de la cuenca del Mar Caspio, son: 1) completar el segundo pilar del Corredor Energético Este-Oeste mediante el desarrollo del gasoducto del Sur del Cáucaso; 2) mejorar el clima de inversión en toda la región; y 3) llevar el petróleo kazajo al corredor Este-Oeste.

    Los múltiples oleoductos que llevan económicamente al mercado mundial los recursos de la cuenca del Mar Caspio, fortalecen la soberanía y la viabilidad económica de los nuevos estados de la región. Los esfuerzos estadounidenses en la cuenca del Mar Caspio se proponen complementar — y no reducir — el apoyo de Estados Unidos a los esfuerzos rusos para desarrollar su potencial como exportador de energía.

    Africa

    Africa desempeña un papel cada vez más importante como proveedor de energía a Estados Unidos y los mercados mundiales. En 2003, tanto Nigeria como Angola figuraron entre los diez principales proveedores de petróleo de Estados Unidos. La producción petrolera genera ingresos substanciales en países como Nigeria, Angola, Gabón, Guinea Ecuatorial, la República del Congo, Chad y Camerún. Santo Tomé y Mauritania pueden también llegar a ser proveedores de petróleo en los próximos años. Para desarrollar los recursos energéticos africanos se necesita inversión extranjera directa, ya que la mayoría de los nuevos yacimientos están en aguas profundas frente a las costas, y requieren instalaciones de explotación avanzadas y gran inversión de capital. La producción creciente de petróleo y gas podría ser un motor poderoso para el desarrollo económico nacional de los países. Sin embargo, los hechos ocurridos en 2002 en del Delta del Níger, cuando los manifestantes tomaron por asalto las instalaciones petroleras y causaron su cierre temporal, demuestra que el petróleo puede ser también una fuerza perturbadora si los ingresos petroleros de un país no se administran de una manera equitativa y transparente. Nigeria ha aprendido de su experiencia en el Delta del Níger y sienta un ejemplo de transparencia y reforma económica, hecho posible por los ingresos derivados del petróleo, ejemplo que Estados Unidos espera sigan otros países de Africa.

    América del Norte

    Para Estados Unidos, las fuentes de energía más importantes y confiables son sus vecinos, y nosotros fortalecemos nuestra cooperación energética con Canadá y México. Recientemente, importantes expertos en energía de Canadá, México y Estados Unidos publicaron un informe sobre el Cuadro Energético de América del Norte que, por primera vez, mide conjuntamente inventarios energéticos, balanzas comerciales y corrientes de energía. Lo que a menudo pasa inadvertido es que el comercio energético en América del Norte es una calle en dos direcciones. México va convirtiéndose en una fuente importante de las importaciones estadounidenses de petróleo. Al mismo tiempo, Estados Unidos es un exportador neto de gas natural a México, y las refinerías estadounidenses le proveen a México más del 15 por ciento de los productos refinados del petróleo.

    La confiabilidad del comercio energético en América del Norte se ve realzada por la proximidad geográfica. Sin embargo, más importante que la geografía son el estado de derecho y las condiciones de inversión predecibles creadas por el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte, las redes de oleoductos integradas y las relaciones de oferta, confiables a largo plazo. Trabajamos de continuo para mejorar esta estructura de estado del derecho y condiciones de inversión predecibles en América del Norte, incluso mientras tratamos de establecer estructuras similares en otras regiones.

    Venezuela

    Venezuela y Estados Unidos han mantenido firmes vínculos históricos en cuestiones de energía. Hasta fecha reciente, la política petrolera venezolana se establecía sobre una reputación de confiabilidad. Desafortunadamente, los actos y declaraciones de partidos de todos los sectores durante los últimos 18 meses, han puesto en tela de juicio la prioridad que los venezolanos asignan a su reputación de proveedor confiable. Estados Unidos seguirá trabajando para ayudar a los venezolanos a resolver sus diferencias políticas. Pero hasta que se llegue a una solución constitucional, democrática, pacífica y electoral, y se disminuya el nivel de la retórica, los mercados mundiales de la energía no pueden, simplemente, considerar a Venezuela con la misma certidumbre con que una vez lo hicieron. Cuando los partidos venezolanos demuestren un compromiso con la reconciliación, encontrarán en Estados Unidos un socio dispuesto y disponible.

    Arabia Saudita y los productores del Golfo

    El Oriente Medio contiene alrededor de dos terceras partes de las reservas de petróleo mundiales comprobadas. El tamaño de sus reservas, combinado con su bajo costo de producción, garantiza que el Oriente Medio continuará desempeñando un papel crucial en el mercado energético mundial. Arabia Saudita desempeña un papel clave en los mercados petroleros mundiales como principal exportador mundial. Aún más, Arabia Saudita apoya la seguridad energética internacional al mantener una considerable capacidad de producción excesiva, que puede ser puesta en acción rápidamente en la eventualidad de una perturbación grave de la oferta en cualquier parte del mundo.

    La diversificación de la oferta mundial de petróleo no debe interpretarse como diversificarse para "alejarse" de Arabia Saudita y otros productores del Golfo. Los productores del Golfo seguirán desempeñando un papel indispensable en el mercado mundial, y Estados Unidos los alienta a aumentar la inversión extranjera y ampliar constantemente la oferta. Lo que buscamos es un mejor equilibrio y un mercado petrolero más flexible y adaptable que responda a las señales de los precios.

    En este sentido, los productores del Golfo podrían cosechar mayores beneficios si abrieran sus economías a una mayor inversión privada, de modo que la capacidad de producir petróleo y gas pudiera crecer y las ofertas de energía pudieran responder más plenamente a los cambios de la demanda. La inversión en el gas natural es un sector donde este proceso ha comenzado. El gas natural en forma de gas natural licuado (GNL), que en una época se reservaba solamente para el consumo local o regional o se desperdiciaba en llamaradas perjudiciales, se ha convertido en una fuente de energía que se comercia cada vez más a escala mundial. Qatar trabaja con importantes compañías de energía internacionales para convertirse en un exportador importante de GNL.

    En los Emiratos Arabes Unidos, el exitoso proyecto Taweelah de privatización de la electricidad y el agua es otro ejemplo de la función dinámica que la inversión extranjera puede desempeñar en el sector de la energía. Estados Unidos apoya estas iniciativas positivas de inversión privada porque amplían y diversifican sus fuentes de energía, ofrecen oportunidades a las compañías estadounidenses y fomentan el crecimiento económico en las naciones productoras de energía.

    LA PROMOCION DE LA TRANSPARENCIA Y UN BUEN CLIMA DE INVERSION

    Promover la transparencia y el buen gobierno es un elemento clave de la estrategia de Estados Unidos para alentar la diversificación. Los proyectos de petróleo y gas son problemáticos en muchos países en desarrollo debido a que las corrientes de ingresos están ocultas, o son desviadas, y los ciudadanos comunes y corrientes sienten que no reciben ningún beneficio de la riqueza natural de su país. Estados Unidos quiere que los países productores de petróleo inviertan el ingreso procedente de la energía en el desarrollo económico sólido y sostenible de sus poblaciones, no sólo porque es lo correcto, sino también porque crea apoyo político al desarrollo ulterior de proyectos de energía. Los procesos democráticos y el desarrollo de instituciones de gobierno responsivas promueven la estabilidad política y económica, el uso de la riqueza mineral para reducir la pobreza y para el desarrollo económico y la reducción de los conflictos relacionados con el petróleo en los países productores de energía de todo el mundo.

    Es particularmente importante una estrategia general para la transparencia. En la Cumbre del Grupo de los Ocho (G-8) de junio de 2003, el presidente Bush y otros líderes apoyaron un plan de acción general para Combatir la Corrupción y Mejorar la Transparencia. El elemento central de esta estrategia es crear una asociación para darles a los países anfitriones interesados un apoyo técnico y político para fortalecer las instituciones locales y mejorar la transparencia y la rendición de cuentas. Queremos concentrarnos específicamente en la transparencia en los presupuestos, las compras gubernamentales y la adjudicación de concesiones, incluso el apoyo del G-8 a las necesidades técnicas identificadas por expertos.

    Además de apoyar los planes de los países en desarrollo en estas áreas, los líderes del G-8 se comprometieron a:

  • denegarles un refugio seguro a los líderes corruptos y sus bienes mediante, entre otras cosas, la denegación de visas a los funcionarios corruptos

  • presionar en favor de la aplicación acelerada de la Convención Antisoborno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)

  • alentar al Banco Mundial y otras instituciones financieras internacionales para que insistan en una mayor transparencia en el uso de los fondos por parte de los países prestatarios

    Los países del G-8 apoyan los pactos voluntarios entre los gobiernos, las compañías que operan en esos países y la sociedad civil, con el fin de mejorar la transparencia en la administración financiera y la rendición de cuentas públicas. Estos pactos delinean el compromiso político del G-8 y los gobiernos anfitriones de alcanzar, con la ayuda del G-8 y de las instituciones financieras internacionales, objetivos específicos de transparencia mutuamente acordados y un plan de acción específico para alcanzar esas metas.

    CONCLUSION

    A largo plazo necesitamos tecnologías nuevas, tales como la del hidrógeno y la captura del carbono, que puedan alimentar nuestra economía a la vez que aumentan la seguridad energética y minimizan el impacto ambiental del consumo de energía. Entre tanto, nuestra política energética internacional debe atender los retos conocidos que plantea una economía basada en los hidrocarburos, donde las reservas de petróleo se concentran en varias regiones problemáticas del mundo. La transparencia y el buen gobierno son cada vez más importantes para sostener las inversiones internacionales en desarrollo energético en las regiones que ofrecen oportunidades de producción de energía. Estados Unidos seguirá participando intensivamente con sus socios en cuestiones de energía de todo el mundo para diversificar suministros, mejorar las oportunidades de inversión y asegurar que las fuerzas del mercado actúen con la mayor transparencia y eficiencia posibles.