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Actualizada: 22/IV/03 EE.UU. vincula la producción de drogas ilegales al daño ambiental
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Oficina de Política Nacional del Control de Drogas (ONDCP) enfatiza el daño ambiental que los narcotraficantes están haciendo, en una campaña lanzada para el Día de la Tierra. El Día de la Tierra, reconocido en EE.UU. desde 1970, cae el 22 de abril.
La Oficina de Política Nacional de Control de Drogas (ONDCP) anunció que "Environment" (Ambiente), un anuncio nuevo contra las drogas como parte de la serie "Nick and Norm", se trasmitió por televisión en los programas "Meet the Press" y "Face the Nation" el domingo 20 de abril, como parte de la Campaña Nacional Publicitaria Antidrogas para la Juventud. En el anuncio Nick informa a Norm que los laboratorios de metanfetamina producen desperdicios tóxicos y que la producción de cocaína destruye las selvas tropicales, sólo dos ejemplos de la forma como los cultivos para la producción de drogas afectan el ambiente en forma negativa. El anuncio se trasmitirá hasta junio en Fox News, Bravo, A&E; y otros canales de televisión. Las pruebas realizadas han demostrado que la serie de anuncios "Nick and Norm" ha sido efectiva para fortalecer la actitud antidrogas en todas las audiencias.
"Quienes disfrutan y cuidan los recursos naturales de nuestro planeta deben sentirse perturbados por las consecuencias ambientales del narcotráfico", dijo John Walters, director de la ONDCP. Los miles de millones de dólares en drogas ilícitas, producidas aquí y en el exterior, cobran un precio horrendo en algunos de los ecosistemas más frágiles y diversos del planeta. Esperamos que el Día de la Tierra proporcione a los padres y los profesores otra razón para hablar con los niños sobre las consecuencias dañinas del consumo de drogas. Los jóvenes y adultos interesados deben pensar en el impacto mundial del narcotráfico la próxima vez que ellos y sus compañeros discutan lo que pueden hacer para mantener un ambiente sano aquí en Estados Unidos y en el exterior.
En Estados Unidos la producción y cultivo ilícitos de marihuana han destruido y contaminado miles de hectáreas de terrenos públicos. Hay daño ambiental cuando los agricultores clandestinos queman la vegetación natural, ya que destruyen el hábitat de las especies silvestres. La contaminación continúa cuando los pesticidas tóxicos, los fertilizantes y los insecticidas se filtran en los riachuelos y vertientes municipales. La producción de otras drogas ilícitas, tanto en el exterior como en el país, tiene también efectos ambientales negativos. Por ejemplo, los laboratorios de metanfetamina, que son lugares de desperdicios tóxicos, producen muchas libras de desechos peligrosos que representan riesgos ambientales y de salud tanto inmediatos como a largo plazo. Durante las últimas dos décadas la región andina ha perdido aproximadamente 2,4 millones de hectáreas de frágil bosque tropical, debido a la tala que llevan a cabo los cultivadores para dar lugar a la producción de coca, materia prima de la cocaína.
Miles de millones de dólares se gastan anualmente en drogas ilícitas, a un tremendo costo para algunos de los ecosistemas más frágiles y diversos del mundo. En Estados Unidos la producción de metanfetamina y marihuana ha tenido un efecto devastador en nuestros terrenos públicos. Mundialmente, el cultivo de marihuana, coca y amapola ha erosionado valiosos ecosistemas.
La producción y cultivo de marihuana han destruido y contaminado miles de hectáreas de terrenos públicos en Estados Unidos. De hecho, desde 1997 se han encontrado y erradicado más de 2'500.000 plantas de marihuana en terrenos de parques nacionales. El daño comienza cuando los cultivadores de marihuana queman la vegetación natural, destruyendo así el hábitat de especies silvestres. Algunos cultivadores talan los bosques con sierras circulares y esparcen fertilizantes y pesticidas. Los venenos con base de arsénico matan a los pequeños animales y roedores y, a su vez, a los pájaros y animales más grandes que los consumen, devastando la cadena alimentaria y el abastecimiento de agua local.
A menudo, los contrabandistas que vienen a Estados Unidos a cuidar las cosechas dejan toneladas de basura y altas concentraciones de excrementos. Eso afecta las especies silvestres, la vegetación y la calidad de las aguas a lo largo de ríos y arroyos. También reduce la belleza natural y escénica y puede afectar la salud humana y animal debido a la propagación de bacterias y enfermedades.
Los laboratorios de metanfetaminas, los cuales para procesar las drogas usan sustancias químicas baratas que se venden sin receta, pueden causar la contaminación de la tierra y las aguas, amenazar los peces y las especies silvestres de río y producir incendios. Por cada libra de metanfetamina que se produce, se generan entre cinco y seis libras de desperdicios peligrosos que presentan riesgos inmediatos y de largo plazo para el ambiente y la salud. Por ejemplo, los empleados del Servicio Nacional de Bosques quienes han tenido contacto con los lugares donde se vierte la metanfetamina han padecido enfermedades. Los desperdicios contienen sustancias químicas como lejía, fósforo rojo, ácido yodhídrico y yodo. Algunos de estos desperdicios peligrosos se vierten directamente en los pozos de agua domésticos, las tierras de labrantío y las galerías de minas, lo cual crea riesgos más extensos para la salud pública debido a la contaminación de las aguas.
En California, por ejemplo, las sustancias químicas de grandes botaderos de laboratorios de metanfetamina han matado ganado, contaminado arroyos y destruido grandes arboledas y áreas de vegetación en el estado.
Estados Unidos consume anualmente cerca de 260 toneladas métricas de cocaína, cuya materia prima, la coca, se cultiva y procesa en los frágiles ecosistemas de Suramérica. Según el Departamento de Estados de EE.UU., el resultado ha sido la destrucción de aproximadamente 2,4 millones de hectáreas de frágil bosque tropical durante los últimos 20 años, en la región andina de Suramérica, uno de los ecosistemas más valiosos del planeta.
Todos los años se utilizan millones de libras de sustancias químicas para procesar la coca y luego se vierten en las vías fluviales o en los suelos en Colombia, Perú y Bolivia. Los grupos terroristas de Colombia vinculados con el narcotráfico, frecuentemente explotan con bombas los oleoductos, con el consiguiente derrame tóxico. Uno de los oleoductos ha sido atacado más de 700 veces desde 1986, con lo cual se ha producido un derrame total de 2,2 millones de barriles de petróleo en el ecosistema circundante (según datos del Departamento de Estados de EE.UU.). En Colombia, donde existe aproximadamente el 10% de la biodiversidad de la Tierra, el narcotráfico ha arruinado aproximadamente 1,2 millones de hectáreas de bosque tropical. En Perú, el 10% del total de la destrucción de los bosques tropicales durante el último siglo se debe a las drogas ilícitas.
Es posible que la rápida erosión de los bosques tropicales signifique que los científicos quizá no encuentren la cura para enfermedades fatales (una de cada seis medicinas de prescripción médica es de origen tropical). La pérdida de los bosques húmedos también contribuye a los cambios climáticos en el mundo. La contaminación de las vías fluviales quizás erradique en forma permanente especies de plantas y animales, además de agregar sustancias carcinógenas al agua potable de las generaciones futuras.
Office of National Drug Control Policy
Today, the Office of National Drug Control Policy
(ONDCP) announced that "Environment," a new anti-drug ad that is part
of the "Nick and Norm" series, will air on Meet the Press and Face the
Nation on Sunday, April 20th as part of the National Youth Anti-Drug
Media Campaign. In the ad, Nick informs Norm that methamphetamine labs
produce toxic waste and cocaine production destroys rain forests,-
just two examples of how drug cultivation negatively impacts the
environment. The ad will run until June on FOX News, Bravo, A&E;, and
other channels. Testing has shown that the "Nick and Norm" ad series
has successfully strengthened anti-drug beliefs across all audiences.
"Those who enjoy and care about our planet's natural resources should
be troubled by the environmental consequences of the drug trade," said
John Walters, Director of National Drug Control Policy. "The billions
of dollars worth of illegal drugs produced here and abroad are taking
a horrific toll on some of the most fragile and diverse ecosystems on
the planet. We hope that Earth Day will give parents and educators
another reason to talk to their kids about the harmful consequences of
drug use. Concerned young people and adults should think about the
global impact of the drug trade the next time they and their peers
discuss what they can do to sustain a healthy environment here in the
U.S. and abroad."
In the United States, the illegal growth and cultivation of marijuana
has destroyed and contaminated thousand of acres of public lands.
Environmental damage occurs when clandestine farmers burn off native
vegetation, thus destroying natural wildlife habitats. The pollution
continues when the toxic pesticides, fertilizers, and insecticides
seep into creeks and municipal watersheds. The production of other
illicit drugs, both internationally and domestically, also negatively
impacts the environment. For example, methamphetamine labs, which are
toxic waste sites, produce pounds of hazardous leftover material,
leading to both immediate and long-term environmental and health
risks. Over the past two decades, the Andean region has lost
approximately six million acres of fragile tropical forest as a result
of farmers clearing land to make way for the production of coca, the
raw ingredient for cocaine.
To help educate parents and teens about the issues surrounding drugs
and the environment, the Media Campaign has added "Drugs & the
Environment" content to TheAntiDrug.com and Freevibe.com, containing
facts and links for more information on how illegal drug use
contributes to the destruction of the environment.
Billions of dollars are spent every year on illegal drugs, which take
a horrific toll on some of the world's most fragile and diverse
eco-systems. In the U.S., production of methamphetamines and marijuana
has had a devastating impact on our public lands. Globally, the growth
of marijuana, coca (cocaine) and opium poppy has eroded valuable
ecosystems.
The illegal growth and cultivation of marijuana has destroyed and
contaminated thousands of acres of public lands in America. In fact,
more than 2,500,000 marijuana plants have been found and eradicated on
National Forest lands since 1997. The damage begins when marijuana
farmers burn off native vegetation, destroying natural wildlife
habitats. Some growers clear cultivation areas with chain saws and
spread fertilizers and pesticides. The arsenic-based poisons kill
small animals and rodents and in turn, the larger animals and birds
that consume them, devastating the food chain and area water supplies.
Often, tons of trash and high concentrations of human waste are left
behind by smugglers, who come to the U.S. to care for the crops. This
impacts wildlife, vegetation and water quality along rivers and
streams. It also detracts from natural, scenic qualities and can
affect human and animal health from spread of bacteria and disease.
Methamphetamine or "meth" labs, using inexpensive over-the-counter
chemicals to process the drug, can cause soil and water contamination,
threaten fish and stream wildlife and create fires. For each pound of
"meth" produced, five to six pounds of hazardous waste are generated,
posing immediate and long-term environmental and health risks. For
example, National Forest Service employees who have been in contact
with meth dump sites have become ill. The waste contains chemicals
such as lye, red phosphorus, hydriodic acid and iodine. Some of this
hazardous waste is dumped directly into domestic water wells, farmland
and mine shafts, creating broader public health risks from
contaminated water.
And in California, for example, chemicals from large meth lab dump
sites have killed livestock, contaminated streams, and destroyed large
areas of trees and vegetation in that state.
The U.S. consumes nearly 260 metric tons of cocaine every year, which
is grown and processed in the fragile environments of South America.
According to the Department of State, the result has been the destruction of almost six million acres of
fragile tropical forest over the past 20 years in the Andean region of
South America, one of the planet's most valuable ecosystems.
Each year millions of pounds of chemicals are used to process coca and
then dumped into waterways or onto the ground in Colombia, Peru and
Bolivia. Terrorist groups in Colombia linked to the narcotics trade
frequently bomb oil pipelines resulting in toxic spills. According to the Department of State, one pipeline
has been attacked more than 700 times since 1986 resulting in an
overall spillage of 2.2 million barrels of oil into the surrounding
ecosystem. In Colombia, which contains roughly 10% of the
Earth's biodiversity, roughly three million acres of tropical rain
forest have been ruined by the coca trade. In Peru, 10% of the
total rain forest destruction in the last century is due to illegal drugs.
The rapidly eroding rainforests may mean that scientists may not find
potential cures for deadly diseases, (one in six prescription drugs
has a tropical source). The loss of rainforests also contributes to
changes in the global climate. Pollution of waterways will perhaps
permanently eradicate species of plants and animals, in addition to
releasing carcinogens into drinking water for generations to come. |