Programa de educación ambiental para comunidades

Nueve líderes ambientales de los municipios de La Calera, Choachí y la localidad de Usme viajaron a Estados Unidos a participar en el Programa de educación ambiental para comunidades, programa piloto liderado en Colombia por la Organización para la Educación y Protección Ambiental (Opepa) y en Estados Unidos por el Institute for Training and Development (ITD, Instituto para el entrenamiento y el desarrollo).

La Opepa es una fundación sin ánimo de lucro creada en Bogotá en 1998, cuya misión es promover la conservación de la naturaleza y el desarrollo sostenible, generando y alimentando en la sociedad una conciencia ambiental que integre aspectos ecológicos, sociales, económicos, culturales y espirituales, produciendo así actitudes y actividades para cumplir ese objetivo. El ITD es una organización privada, sin ánimo de lucro, creada en 1985 en Massachusetts, para diseñar y ejecutar programas de capacitación para funcionarios gubernamentales, miembros de ONG y líderes comunitarios, así como suministrar ayuda técnica en los campos ambientales, de salud, y de desarrollo social y económico.

Estos nueve participantes fueron seleccionados entre más de 100 solicitudes recibidas por medio de una convocatoria que se divulgó a través de las alcaldías, la gobernación, el DAMA, el Ministerio del Medio Ambiente, el Ministerio de Educación, la CAR y otros entes locales como las Juntas de Acción Local y los CADEL. En esta convocatoria no sólo se escogía a los participantes sino también a los municipios o localidades y sus trabajos ya emprendidos o sus iniciativas para desarrollar su comunidad o para solucionar problemas existentes en el área.

Los líderes colombianos se convirtieron en embajadores de su municipio y/o localidad. Durante tres semanas de estadía en Estados Unidos visitaron diferentes organizaciones que trabajan en temas ambientales. Además, tuvieron acceso a conocidas personalidades en el ámbito de la educación ambiental quienes sirvieron de guías y les dieron herramientas prácticas para sus trabajos locales. El viaje no sólo significó la realización del sueño de conocer un país que para muchos parecía inalcanzable, sino que significó el reconocimiento de la importancia de su trabajo y la posibilidad de ver realizado un próspero desarrollo de su labor local.

Para ellos, el programa tuvo gran impacto, como lo expresan en algunos de sus comentarios que narramos a continuación:

• "la experiencia fue algo increíble, que uno no se imagina en el momento de llenar solicitud"
• "una oportunidad para volver a creer en las convocatorias de nuestro país"
• "un espacio que le abre a uno los ojos y le permite valorar lo que está haciendo en Colombia"
• "un momento de encuentro con personas que trabajan por una causa común"

Fue una oportunidad de compartir sueños propios e iniciativas individuales y de mayor comprensión entre la comunidad ambiental: la importancia de la cooperación, de las alianzas y del trabajo interinstitucional; lo cual se convirtió en una invitación permanente a seguir trabajando conjuntamente por la construcción del país que todos soñamos. La experiencia motivó y comprometió a los participantes para ser multiplicadores del conocimiento adquirido, de movilizar y convocar a su comunidad en torno a los temas ambientales, y de seguir trabajando por y con su comunidad en la educación ambiental.

El resultado práctico se refleja en las iniciativas de los proyectos que las comunidades ya han iniciado:

• Para La Calera, los participantes escogieron trabajar en la formulación participativa de incentivos económicos para la conservación de una cuenca

• En Choachi están trabajando en el manejo de basuras y reciclaje como medio para organizar la comunidad

• En Usme escogieron desarrollar un proyecto educativo ambiental dedicado a la conservación del Río Tunjuelito

Todas estas iniciativas tienen el común denominador de motivar y movilizar las personas interesadas en temas ambientales para que se unan por una causa común en un marco interinstitucional.

Este Programa patrocinado por el Departamento de Estado de Estados Unidos demuestra que el fortalecimiento comunitario, la conservación y la educación ambientales siguen siendo una prioridad en la cooperación internacional en Colombia y se convierten en el motor de un desarrollo local que aporta para la construcción de un país en paz.

Bogotá, D.C.
22 de mayo de 2002