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  Actualizada: 02/IV/04

Amenazas a la seguridad hemisférica

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James Hill, Jefe del Comando Sur de Estados Unidos

Estados Unidos enfrenta dos tipos de amenazas en el Hemisferio Occidental: la amenaza tradicional del narcoterrorismo y por otra parte, la amenaza incipiente del populismo radical, dice el general James Hill, comandante del Comando Sur de Estados Unidos. En su declaración el 24 de marzo ante la Comisión de Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Hill analizó las amenazas tradicionales e incipientes en el Hemisferio, describió los esfuerzos en la región en la guerra contra el terrorismo y presentó los requisitos de que precisa el Comando Sur para seguir adelante.

El General Hill dijo que los narcoterroristas en Colombia siguen siendo la mayor amenaza a las Américas. Opinó que la influencia de éstos penetra en pandillas criminales cada vez más sofisticadas que, igualmente, se ven respaldadas principalmente por los ingresos del comercio de drogas ilícitas. Más allá del narcoterrorismo y de la violencia de pandillas, Hill señaló que hay ramas de organizaciones terroristas de Medio Oriente que llevan a cabo actividades de recaudación de fondos en la región, lo que incluye lavado de dinero y tráfico de drogas ilícitas para luego canalizar "decenas de millones" de dólares al año a las organizaciones matrices con sede en Medio Oriente.

Además de estas amenazas, indicó Hill que el populismo radical es una preocupación incipiente. Explicó que el populismo por sí solo no constituye una amenaza, pero se convierte en ella cuando se ve radicalizada por un líder que busca suprimir los derechos individuales. Esta tendencia, advirtió Hill, debilita la democracia porque concentra demasiado el poder. Al evaluar cada país de la región, dijo Hill a legisladores que Colombia "es donde hay más que perder". Indicó que Estados Unidos ha realizado una inversión importante en esa nación mediante su apoyo al Plan Colombia. Este apoyo, dijo, paga dividendos.

"Bajo la administración del presidente Uribe el gobierno de Colombia, que cuenta con un fuerte apoyo popular, está logrando progreso impresionante contra los narcotraficantes y a la hora de reintegrarse a las filas de estados pacíficos y seguros", dijo. "Desde que tomé posesión del Comando Sur, he viajado a Colombia en 23 ocasiones y he notado progreso en cada visita".

Como pruebas de ese progreso Hill enumeró un aumento en 100% de la cantidad de narcoterroristas capturados así como la desmovilización de 3.500 miembros de grupos armados ilegales colombianos. También señaló que la erradicación de cultivos de coca ha aumentado, mientras que han disminuido los ataques terroristas, homicidios, secuestros, asaltos y robos.

El militar describió el panorama de seguridad en otras zonas de la región andina, así como los desafíos que enfrentan naciones del Caribe, América Central y el Cono Sur. Se refirió también a los esfuerzos del Comando Sur en la guerra contra el terrorismo. Señaló Hill que los terroristas del Hemisferio ponen bombas, asesinan, secuestran, trafican en drogas ilícitas, trasfieren armas, lavan dinero y llevan a cabo contrabando de armas. Explicó que Estados Unidos trabaja junto a naciones socias del Hemisferio para interrumpir estas actividades terroristas. Con ese fin, dijo Hill, Estados Unidos entrena, equipa, elabora y entrena para mejorar la capacidad de control de fronteras, eliminación de refugios y proyección de presencia gubernamental en naciones socias.

Los principales esfuerzos del Comando Sur respecto de la guerra contra el terrorismo, dijo Hill, están encaminados a mejorar la capacidad de las fuerzas armadas colombianas, operar el centro de detención de terroristas en la Bahía de Guantánamo en Cuba, fomentar la cooperación en el Hemisferio y mejorar el profesionalismo y el respeto de los derechos humanos entre las fuerzas armadas de la región.

A medida que continúa la guerra contra el terrorismo, dijo, se requerirán recursos adicionales. Entre las medidas que indicó serían útiles figuran: un pequeño aumento del tope actual que limita la presencia de Estados Unidos en Colombia a 400 personas de personal militar y a 400 contratistas. Aunque se mantendría la prohibición actual respecto de la participación estadounidense en el combate, dijo Hill, la Administración Bush ha pedido un aumento en el personal estadounidense en Colombia, que alcanzaría los 800 militares y 600 contratistas civiles.

Hill también hizo un pedido para mayor financiación para respaldar la detección y vigilancia de operaciones en la región, para mejorar la infraestructura, y para renovar y ampliar la autorización respecto del uso de fondos antidrogas para misiones antiterroristas en Colombia.



Washington, D.C.
24 de marzo de 2004