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  Actualizada: 12/IV/02

El aumento de la amenaza terrorista en Colombia

Otto Reich, Secretario de Estado Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental

Estados Unidos necesita incrementar su ayuda a Colombia para atender un aumento reciente de la violencia terrorista en esa nación andina, dijo Otto Reich, Secretario de Estado Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental en declaraciones ante el Congreso el 11 de abril. Ante la Subcomisión del Hemisferio Occidental, de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes, Reich resumió una serie reciente de atrocidades cometidas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Ese grupo, incluido como grupo terrorista internacional por el Departamento de Estado, ha atacado objetivos militares y policiales, ha bombardeado zonas industriales y ha rehusado participar de buena fe en las conversaciones de paz con el gobierno colombiano. Debido a esto, el presidente colombiano Andrés Pastrana ha pedido ayuda a Estados Unidos para permitirle a su país afrontar la incrementada amenaza terrorista.

Agregó Reich que "así como apoyamos el manejo por parte del Presidente Pastrana del proceso de paz con las FARC, creemos que es esencial que Estados Unidos ayude a Colombia a enfrentar el aumento de la violencia" que siguió a la decisión del Presidente Pastrana de acabar la zona desmilitarizada que se les había acordado a los rebeldes izquierdistas, quienes han venido librando una guerra de guerrillas en Colombia durante más de 35 años.

Estados Unidos procede también a atender las necesidades más generales del pueblo colombiano mientras éste defiende su democracia de la violencia terrorista. Explicó el funcionario que la administración Bush le ha pedido al Congreso fondos adicionales para Colombia, los cuales apoyarían una campaña unificada contra el tráfico de narcóticos, las actividades terroristas y otras amenazas a su seguridad nacional.

Esta solicitud reconoce que los problemas del terrorismo y el narcotráfico están inextricablemente entrelazados en Colombia. La aprobación de la solicitud, "nos daría mayor flexibilidad para ayudar al gobierno de Colombia a atacar esta amenaza de múltiples cabezas, como la hidra".

Reich recalcó que la solicitud no significa que Estados Unidos abandone su preocupación por las violaciones de los derechos humanos en Colombia, ni un compromiso estadounidense a término indefinido con la nación andina.

"Nuestra propuesta reconoce expresamente que nos proponemos usar las nuevas autorizaciones de acuerdo con las condiciones de los derechos humanos pertinentes con nuestra ayuda a las fuerzas armadas de Colombia y el límite de 400 efectivos impuesto al personal militar estadounidense que ofrece entrenamiento en Colombia", en apoyo del Plan Colombia, la iniciativa de Pastrana de US$7.500 millones y una duración de cinco años, que promueve los esfuerzos para combatir el narcotráfico e invierte en reformas sociales, judiciales, políticas y económicas.

Recalcó Reich que las preocupaciones acerca de los derechos humanos han sido un elemento central de la política estadounidense en Colombia. Funcionarios estadounidenses han recalcado, en reuniones con sus homólogos colombianos, que Colombia debe mejorar su desempeño en relación con los derechos humanos y terminar con los vínculos remanentes entre militares y paramilitares.

Pero si bien el "mensaje sobre derechos humanos" enviado por Estados Unidos mejora la situación, advirtió Reich, demasiados colombianos "siguen sufriendo abusos por parte de las fuerzas de seguridad del Estado o de grupos terroristas que actúan en colusión con unidades de seguridad del estado".

Los responsables de tales acciones "deben ser llevados ante la justicia". Más aún, dijo, "el imperio de la ley y la seguridad personal para todos los colombianos no se creará mediante violaciones de los derechos humanos o la impunidad para quienes cometen tales delitos".



Washington, D.C.
11 de abril de 2002