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  Actualizada: 22/IX/03

Comercio de algodón, fibras sintéticas, textiles y confecciones
Hoja informativa

Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos

El comercio mundial del algodón, los textiles, y el confecciones sufren a causa de las políticas que distorsionan el comercio y afectan en forma adversa la cadena de producción, desde la granja hasta el producto terminado.

La intervención gubernamental distorsiona la producción y el comercio del algodón.

  • El arancel promedio mundial permitido para el algodón conforme a las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) es de 56% y los aranceles altos (algunos mayores del 100%) y otras barreras al acceso de los mercados restringen el acceso a algunos de los países productores y exportadores más grandes del mundo.

  • Una cantidad de países productores de algodón, incluso Estados Unidos, la Unión Europea, China y algunos países en vías de desarrollo, aplican subsidios internos que distorsionan el comercio, según lo permitido por las reglas actuales de la OMC.

  • Ciertas prácticas de los exportadores de algodón distorsionan los mercados mundiales, entre ellas la propiedad estatal y la monopolización gubernamental, las ventajas fiscales especiales y los requisitos de exportación.

Las distorsiones en el sector del algodón y de las fibras sintéticas afectan también el comercio de textiles y confecciones, el cual se caracteriza por una seria intervención en los mercados a través de una serie de medidas gubernamentales.

  • Según la reglamentación de la OMC, el arancel promedio global permitido para los textiles y confecciones es del 38%.

  • Las frecuentes barreras no arancelarias y muchas veces superpuestas afectan al sector. Estas incluyen trámites aduaneros prolongados y sin trasparencia, maniobras para los precios de referencia, requisitos difíciles y costosos para marcas/etiquetas y métodos de prueba gravosos.

  • Las políticas industriales, especialmente las relacionadas con el desarrollo de las fibras sintéticas, pueden distorsionar el mercado y desplazar las ventas de algodón y de productos del algodón.

Estados Unidos es el importador más grande del mundo de textiles y confecciones de algodón.

  • El arancel de Estados Unidos sobre la cuota de entrada del algodón es menor del 3% y el arancel sobre la cuota de salida es del 17%. Cuando se pongan plenamente en efecto en 2004 los compromisos arancelarios de la Ronda Uruguay, el arancel promedio estadounidense para los textiles de algodón será menor del 10%, y en 2005 se eliminarán todas las cuotas.

  • El 84% de los productos de algodón que se venden en Estados Unidos es importado. Las ventas a los consumidores estadounidenses representan el 22% de todos los textiles de algodón comprados en el mundo. El consumo de algodón en Estados Unidos aumentó un 70% entre 1990 y 2002, mientras que en el resto del mundo la demanda bajó durante gran parte de este período. Varios cálculos afirman que sin la expansión de la demanda en Estados Unidos, los precios del algodón habrían bajado del 11% al 17% del precio promedio a largo plazo (8 a 12 centavos de dólar la libra).

  • Dado que el mercado de los productos de algodón y relacionados está integrado, es necesario un planteamiento integral para lograr una reforma significativa.

  • Estados Unidos ya ha propuesto en las negociaciones agrícolas de la OMC una ambiciosa liberalización de los aranceles agrícolas y los subsidios que distorsionan el comercio. En las negociaciones no agrícolas de acceso a los mercados de la OMC, Estados Unidos ha propuesto la armonización y eliminación de los aranceles sobre los textiles y la ropa, junto con una ambiciosa iniciativa para reformar las medidas no arancelarias. Por último, Estados Unidos ha propuesto durante las negociaciones sobre la reglamentación, disciplinas generalmente más estrictas para los subsidios que distorsionan el comercio.

Para asegurar la reforma total del sector, es necesario abordar los siguientes temas:
  • Reducciones en los subsidios gubernamentales del algodón y de las fibras sintéticas, para abordar los incentivos que distorsionan el comercio.

  • Recortes en los aranceles y otros cargos sobre las fibras, los textiles y las confecciones, para expandir las ventas de algodón en bruto y de los materiales de algodón.

  • Disciplinas para las barreras no arancelarias que reformen las restricciones ocultas al comercio.

  • Reformas de otras prácticas que distorsionan el comercio, como los monopolios estatales, las ventajas fiscales especiales y los requisitos para la exportación.



Washington, D.C.
8 de septiembre de 2003