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  Actualizada: 13/V/03

Políticas en países claves de América Latina son alentadoras

Randal Quarles, Secretario Adjunto para Asuntos Internacionales
Departamento del Tesoro de EE.UU.

Las políticas económicas sólidas que siguen los nuevos líderes gubernamentales de Brasil, Ecuador y Colombia, causan una buena impresión en Estados Unidos, dice Randal Quarles, Secretario Adjunto para Asuntos Internacionales en el Departamento del Tesoro.

En una conferencia de prensa auspiciada por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, Quarles ofreció un panorama general de su reciente viaje a América Latina como miembro de la delegación de Estados Unidos que acompañó al Secretario del Tesoro John Snow. La visita de los funcionarios a Brasil, Ecuador y Colombia "se concentró en destacar los intereses vitales que tiene Estados Unidos, en particula el crecimiento económico y el aumento del nivel de vida en la región. Esperábamos también subrayar el interés que tenemos en el éxito de los tres nuevos presidentes del Hemisferio".

Más aún, "el momento del viaje fue especialmente apropiado", afirmó. "Los mercados de la región van estabilizándose, las fuerzas del mercado son favorables, de manera que cada uno de estos países enfrenta ahora una oportunidad". Sin embargo, es más significativo que "todos estos pueblos hayan elegido recientemente nuevos gobiernos, y todos estos gobiernos van en pos de políticas valientes, sanas políticas macroeconómicas" combinadas con "una agenda de prioridades sociales importantes".

Las estrategias económicas del presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva, del presidente de Ecuador Lucio Gutiérrez y del presidente de Colombia Alvaro Uribe determinarán, en última instancia, la viabilidad de los programas sociales que esperan poner en vigor, dijo Quarles. Hasta ahora, indicó, los tres líderes y sus gabinetes van por buen camino. "Todos estos gobiernos tratan de reducir sus déficit y el monto de su deuda. Emprenden reformas económicas y de mercado con una comprensión de los pilares más importantes del crecimiento económico: establecer el imperio de la ley, atender los problemas de corrupción y reducir las barreras comerciales".

Lula, Gutiérrez y Uribe "se han comprometido a seguir programas de reducción de la pobreza y crecimiento del empleo", dijo el Secretario Adjunto. "Todos ellos ven un potencial tremendo de integración económica en la región, y todos han hecho una evaluación positiva de la importancia que tiene el comercio en el crecimiento de cada uno de sus países, lo cual es muy alentador desde nuestro punto de vista".

La delegación estadounidense, encabezada por el Secretario Snow "mantuvo un intercambio con cada uno de estos presidentes", hizo notar Quarles, "y esto, a su vez, le dio a Snow la oportunidad de abordar el paquete de empleo y crecimiento de la Administración Bush" con los tres líderes regionales. Según Quarles,"funcionarios de cada uno de estos países se mostraron extremadamente interesados en las medidas que toma el Presidente Bush para promover el crecimiento en Estados Unidos", porque una economía estadounidense saludable alimenta el crecimiento en todo el mundo.

Pasando de los asuntos económicos generales a otros más técnicos, reveló el Secretario Adjunto que "los tres presidentes en la región mostraron interés en la cuestión de la cláusula de acción colectiva, de modo que pudimos abordar los procesos de reestructuración de la deuda soberana" que podrían aplicarse en sus países. Las cláusulas de acción colectiva se incluyen a menudo en los contratos de bonos soberanos extranjeros, para promover un proceso de reestructuración más ordenado.

Además, cada uno de los tres líderes presentó su perspectiva de los desafíos que viene. A medida que los funcionarios estadounidenses hablaban con Lula, Gutiérrez y Uribe, "pudimos sacar partido de sus conceptos del cuadro económico de América Latina, lo cual nos resultó muy valioso", dijo Quarles.

Durante su estadía en Brasil, la delegación del Departamento del Tesoro "se reunió con una amplia muestra representativa" de expertos en políticas, les dijo Quarles a los reporteros. "Nos reunimos con el Presidente Lula, con el Ministro de Finanzas, con representantes del sector financiero, líderes empresariales y líderes legislativos", dijo. Calificó la conexión Estados Unidos-Brasil de "relación madura, una relación entre dos países extremadamente importantes que deberían cooperar en el liderazgo del Hemisferio Occidental". El Secretario Adjunto elogió a Lula por su "firme interés en la cooperación en la relación bilateral", y recalcó que el presidente brasileño y sus asesores "van en pos de sus metas de una manera muy inteligente y digna de fe, reuniendo el apoyo político para alcanzar estas metas".

A los funcionarios estadounidenses les impresionó el hincapié que hace Lula en "bajar el costo del capital, mantener una postura firme en cuanto a la inflación y reducir las barreras gubernamentales a las empresas y los costos del sector bancario", dijo Quarles. "Lula está decidido a avanzar firme y rápidamente para sacar partido del actual nivel de aceptación que tiene" entre la población brasileña. En los meses trascurridos desde la toma de posesión de Lula, parece tomar cuerpo una perspectiva de esperanza, sugirió Quarles. "A través del espectro político" en Brasil "encontramos gente comprometida con lograr reformas fiscales y pensionales. Cuando nos reunimos en Sao Paulo con los sectores empresarial y financiero, me impresionó cuánta gente nos dijo que al principio miraban a Lula con escepticismo, pero que ahora se contaban entre sus partidarios más firmes. Ese mensaje nos impresionó, y la evaluación de los líderes empresariales tiene que conducir a más inversión extranjera directa en el futuro" en Brasil.

Los responsables del trazado de las políticas brasileñas "se han concentrado en las negociaciones del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA)", declaró. "La agricultura se considera un área de ventaja potencial para Brasil, pero quieren evitar un enfoque demasiado estrecho, dado que Brasil tiene intereses más amplios" que no se limitan a las exportaciones agrícolas. El ALCA que se ha propuesto, programada para completarse en 2005, establecería una zona de libre comercio que abarcaría los 34 países democráticos del Hemisferio Occidental. Actualmente, Brasil y Estados Unidos presiden las conversaciones en curso del ALCA.

Cuando comenzaron la primera etapa de su viaje, Snow y la delegación de Estados Unidos "fue a Brasil con una impresión bastante positiva de la coherencia y credibilidad de la administración Lula", señaló Quarles. "Esa impresión se vio muy reforzada durante nuestro contacto con miembros del sector empresarial. En Brasil, lo que oímos fue una evaluación casi uniformemente positiva de la estrategia de Lula; no hubo muchas quejas".

Desde Brasil, la delegación estadounidense voló a Ecuador. "Llegamos en el centésimo dia de la administración Gutiérrez", recordó. "Gutiérrez disfruta actualmente de amplio apoyo popular, lo cual es alentador, porque adopta una postura similar a la de Lula, al poner en práctica una política macroeconómica ortodoxa para ayudarlo a cumplir con su agenda social". En sus charlas con el presidente ecuatoriano, los funcionarios del Departamento del Tesoro "recalcaron la importancia de atenerse al mensaje del Fondo Monetario Internacional sobre reformas económicas", dijo el Secretario Adjunto. Ese mensaje, concluyó, fue generalmente bien recibido. "Recalcamos también las cuestiones del imperio de la ley para atraer inversión extranjera directa, para mejorar el clima de los negocios, y el gobierno de Gutiérrez entiende bien eso".

La Ley de Preferencias Arancelarias Andina (ATPA) es "muy importante para Ecuador". Para dar un ejemplo del impacto que ejerce en las perspectivas de crecimiento de la nación andina, Quarles citó el hecho de que "una compañía estadounidense dice que creará 100.000 empleos en Ecuador" como resultado de la legislación.

En general "nos impresiona mucho el compromiso de la Administración Gutiérrez para lograr una agenda social relativamente populista, siguiendo un camino macroeconómico ortodoxo", declaró.

Entre tanto, en Colombia "los retos de seguridad complican los retos económicos. Estados Unidos mantiene con Colombia una relación estrecha, amplia y profunda, y el Presidente Bush apoya firmemente la agenda del Presidente Uribe" para combatir a las organizaciones terroristas internas y los narcotraficantes. Uribe y su gabinete trabajan para reconstruir la economía colombiana mientras, simultáneamente, tratan de frenar la violencia derivada del conflicto civil de Colombia, que ya lleva varias décadas. Sin embargo, Uribe "enfrentó inicialmente una situación financiera muy difícil, la cual ha mejorado a medida que ha comenzado a aplicar reformas económicas y fiscales y a seguir un rumbo responsable", dijo Quarles. "El decidido programa del Presidente Uribe para restaurar la seguridad física es muy importante, y el Departamento del Tesoro ayuda" a los esfuerzos del gobierno colombiano.

Snow y su delegación "encontraron que los sectores empresariales de Colombia son respaldan firmemente a la Administración Uribe, lo cual es muy alentador. Durante nuestra visita, obtuvimos una apreciación renovada de lo difícil que es la tarea de Uribe para establecer un ambiente de seguridad". Sin embargo, esa tarea es un elemento central de la meta de expansión económica en Colombia, dado que la seguridad física y el imperio de la ley son requisitos para atraer inversión extranjera.

"El gobierno y el sector privado se concentran fuertemente en la promoción del crecimiento del sector privado como el motor más importante del crecimiento económico en Colombia", dijo el secretario adjunto. "Y Estados Unidos tiene la esperanza de que Colombia pueda desempeñar un papel de líder en promover el proceso del ALCA, dado que el gobierno colombiano está muy interesado en los asuntos comerciales".

También durante las reuniones con funcionarios colombianos, Snow "reveló que se pondrán a disposición de Colombia US$7 millones en beneficio para la conservación de sus bosques tropicales y áreas protegidas", anunció Quarles.

En conjunto, la visita a América Latina fue para la delegación de Estados Unidos "una oportunidad de reunirse con tres nuevos e impresionantes líderes de la región, y recalcar nuestro apoyo a sus políticas económicas", dijo. "Pusimos de relieve nuestro deseo de cooperar con ellos, como así también nuestro compromiso de trabajar unidos para enfrentar varios desafíos, entre ellos, en el caso de Colombia, los retos de la inseguridad".

Cuando se le preguntó acerca de lo que piensa la Administración Bush acerca de la próxima elección presidencial en Argentina y los programas económicos de los candidatos, respondió: "tenemos plena confianza en que el nuevo gobierno argentino podrá formular pronto un curso económico responsable; ambos candidatos parecen plenamente capaces de eso. Pero preferimos no ser prescriptivos; significaría hablar con condescendencia y en tono protector, y eso es contraproducente". Los funcionarios estadounidenses "no pueden pretender que tengamos de esos países una percepción de las condiciones económicas mejor que la que tienen sus propios líderes", advirtió. "De modo que no creemos que sea tarea nuestra asignarle a un país prioridades en cuanto a cuales deberían ser sus metas. En lugar de eso, creemos que deberíamos interactuar con ellos a manera de apoyo".

En cuanto a un posible acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y Colombia, quizá siguiendo los lineamientos de un acuerdo negociado recientemente por Estados Unidos y Chile, dijo Quarles que la Administración Bush "está muy deseosa de aumentar el comercio estadounidense con Colombia y toda la región, pero creemos que el mejor instrumento para lograrlo es el ALCA". Es esencial que los países de la región "se concentren en el ALCA, porque hay una cantidad de obstáculos políticos que se oponen a él" que deben ser superados "y el ALCA beneficiará a todo el Hemisferio".

Sobre un tema relacionado con lo anterior, fue rápido al hacer notar que los responsables de trazar las políticas estadounidenses "creen que es favorable un régimen más liberal en relación capital", puesto que "los países que no imponen controles al capital capean las crisis financieras mejor que los países que imponen tales controles". El Departamento del Tesoro, agregó, "insistió en este punto en las recientes conversaciones de acuerdos de libre comercio, tanto con Chile como con Singapur".

En lo referente a los aparentes intentos de Lula de vigorizar el bloque comercial suramericano conocido como MERCOSUR, lo cual muchos analistas interpretan como una iniciativa para establecer un contrapeso al ALCA, insistió Quarles en que Estados Unidos "por cierto que no tiene objeciones a un MERCOSUR fortalecido, ni debería tenerlas". Al comentar en torno la especulación de que Brasil y Argentina exploran la opción de establece una moneda común, dijo: "Estados Unidos cree que eso es asunto de Brasil y Argentina".

Volviendo al tema de las negociaciones del ALCA, admitió que "hay mucho por hacer" pero expresó su convicción de que, a pesar de lo complejo de los problemas comerciales del Hemisferio, "llegar a un acuerdo para finales de 2005 es razonable, y pensamos que es totalmente posible dar comienzo al ALCA según el calendario contemplado originalmente".

Las ambiciosas metas económicas de Lula, Gutiérrez y Uribe se verán significativamente fortalecidas al hacer del ALCA una realidad, declaró Quarles. "Nada elimina tanto la pobreza como el crecimiento económico de un país. Es algo que quedó claro en nuestras conversaciones con esos líderes. Ya hemos visto a candidatos políticos populistas llegar al poder y ser fiscalmente irresponsables, lo cual lleva a una crisis y al contagio regional. Pero en Brasil y Ecuador hemos visto candidatos populistas que han llegado al poder y comprenden que no pueden ir en pos de sus agendas sociales sin adherirse a una estrategia fiscal sana".

Los presidentes de Brasil y Ecuador persiguen políticas sólidas "no para tranquilizar a los mercados financieros, aunque eso tenga sus ventajas, sino porque saben que no pueden hacer realidad su agenda social si no ayudan a sus países a lograr el crecimiento económico", reiteró. Y Estados Unidos, dijo Quarles, está preparado a ayudar a sus vecinos a ir en busca de esas metas.



Washington, D.C.
09 de mayo de 2003