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Actualizada: 16/V/01

La autorización de promoción comercial
Hoja informativa de la Casa Blanca


Estructura de la Administración Bush para la autorización de promoción comercial

La primera prioridad comercial legislativa del presidente es la autorización de promoción comercial de Estados Unidos (TPA). La TPA es una parte crítica de la capacidad del presidente para negociar buenos acuerdos comerciales que abrirán los mercados, aumentarán las opciones y rebajarán los costos para los agricultores, trabajadores, consumidores y empresarios estadounidenses.

Nuestros socios comerciales necesitan saber que los negociadores del presidente hablan a nombre de todo el país. La TPA de Estados Unidos les indica a otros gobiernos que una vez logrado un acuerdo con el presidente no habrá más negociación y, asegura estrecha colaboración con el Congreso. El poder ejecutivo no ha tenido TPA desde 1994, y mientras tanto los competidores de Estados Unidos han aprovechado la oportunidad.

Desde que asumió el gobierno, la Administración Bush ha escuchado diversos puntos de vista, y la agenda comercial de Bush representa metas y principios que cuentan con amplio apoyo. La agenda comercial del Presidente para 2001 está orientada a fomentar los beneficios de los mercados en expansión para los consumidores, granjeros y trabajadores estadounidenses, y adelantar una estrategia directa para la libertad, el desarrollo sostenible, y niveles de vida más altos.

La TPA le da al presidente la flexibilidad para aprovechar cualquier oportunidad comercial, sin comprometer la soberanía estadounidense o caer en el proteccionismo. Como el Presidente lo ha dicho, el comercio ayuda a crear la cultura de libertad y la riqueza económica que se necesitan para crear y mantener el apoyo para mejores condiciones de trabajo y mayor protección ambiental en todo el mundo.

La estructura de la TPA refleja también la existencia de una gama de oportunidades comerciales relacionadas, más allá de las negociaciones comerciales mismas, para alentar a los gobiernos del mundo hacia el respeto de los derechos laborales y ambientales relacionadas con el comercio internacional. Hay también una "caja de herramientas" de medidas ilustrativas que pueden utilizarse en combinación con las negociaciones comerciales para alentar a los países a proteger su ambiente y cumplir las normas laborales fundamentales. Este es un paso importante para quienes se preocupan por los temas laborales y ambientales a nivel comercial.

Tanto las metas laborales como las ambientales se incluirán en la lista de objetivos principales de negociación de Estados Unidos para futuros acuerdos comerciales, con lo cual se cumple un pedido clave de los grupos laborales y ambientales. La estructura busca aumentar también la trasparencia en los acuerdos y las organizaciones comerciales internacionales, incluyendo la apertura de la Organización Mundial de Comercio (OMC) a un mayor escrutinio público y permitir que el público observe los procedimientos de solución de conflictos, dos peticiones importantes de las organizaciones no-gubernamentales (ONG).

Mientras más esperemos, más retrasamos las oportunidades para nuestros consumidores, agricultores y empresarios. El resto del mundo avanza y firma acuerdos comerciales que excluyen a Estados Unidos. Los exportadores de Estados Unidos pierden negocios en Chile ante firmas canadienses porque Canadá ha negociado un acuerdo de libre comercio con Chile y Estados Unidos no lo ha hecho. Este es simplemente un ejemplo, hay más de 130 acuerdos comerciales preferenciales en el mundo, y Estados Unidos es parte únicamente de dos de ellos.


El Libre Comercio

  • El libre comercio es bueno para los trabajadores estadounidenses, porque cuando los trabajadores estadounidenses compiten en el escenario mundial, ellos ganan. Doce millones de empleos estadounidenses dependen de las exportaciones, y ganan un promedio del 13% al 18% más.

  • El libre comercio es bueno para los agricultores estadounidenses porque cuando el mundo compra alimentos estadounidenses de calidad superior, ellos ganan. Uno de cada tres acres de tierra agrícola estadounidense cultivable se siembra para la exportación y el 25% del ingreso agrícola bruto proviene de las exportaciones.

  • El libre comercio es bueno para los empresarios y consumidores estadounidenses, porque cuando los estadounidenses pueden buscar en el mundo los mejores precios y la más alta calidad de mercancías, ellos ganan. El NAFTA y la Ronda de Uruguay han permitido un ahorro medio de aproximadamente US$1.500 por familia.



Washington, D.C.
10 de mayo de 2001