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  Actualizada: 10/XII/01

Cámara aprueba proyecto de ley sobre autorización para promoción comercial

La Cámara de Representantes ha aprobado con el margen más estrecho un proyecto de ley respaldado por la administración Bush, que dar al presidente autoridad para negociar acuerdos comerciales hasta 2005. Los miembros de la Cámara aceptaron el 6 de diciembre, por 215 votos a favor y 214 en contra, un proyecto de ley que concede la autorización para promoción comercial (TPA), conocida también como negociación por la vía rápida, divididos por los mismos problemas laborales y ambientales que han dividido al Congreso durante casi una década.

Solamente 21 Demócratas votaron a favor del proyecto de ley. Sólo 23 Republicanos votaron en contra del mismo.

"La autorización para promoción comercial es una parte principal de nuestro programa comercial", afirmó el presidente Bush en una declaración dada a conocer después de la votación. "Nos ayudar a buscar y concretar acuerdos comerciales, incluso en las negociaciones comerciales globales iniciadas el mes pasado en Doha, Qatar. Al promover un comercio abierto, expandimos nuestros mercados de exportación y creamos empleos altamente remunerados para los estadounidenses y, al mismo tiempo, proporcionamos oportunidades a otros países como resultado del libre comercio.

"Ahora que la Cámara ha actuado, insto al Senado a que actúe rápidamente y someta un proyecto de ley de autorización para promoción comercial que yo pueda firmar", dijo Bush.

El senador Max Baucus, presidente de la Comisión de Finanzas, dijo antes que programará una reunión en la semana del 10 de diciembre para considerar un proyecto de ley sobre autorización para promoción comercial si la Cámara aprueba su versión.

Para convertirse en ley, un proyecto legislativo debe ser aprobado por la Cámara y el Senado y ser firmado por el presidente. El senador Tom Daschle dijo que el Senado no consideraría ningún proyecto de ley sobre autoridad de promoción comercial antes de retornar del período de clausura a principios de 2002.

En una declaración posterior al voto en la Cámara, el Representante Comercial de Estados Unidos, Robert Zoellick, dijo que la Administración puede avanzar ahora en el propuesto Acuerdo de Libre Comercio en las Américas (ALCA). "Esperamos finalizar el año próximo los acuerdos de libre comercio con Chile y Singapur", dijo Zoellick. "Y seguiremos insistiendo a nivel mundial, regional, y con otros países para abrir mercados adicionales para Estados Unidos. "Con la aprobación de los acuerdos con Jordania y Vietnam a principios de este año, la entrada de China y Taiwán en la Organización Mundial del Comercio, y el reciente inicio de las negociaciones comerciales mundiales, la administración Bush ha demostrado su compromiso de restaurar el liderazgo estadounidense en la liberalización del comercio".

Los líderes Republicanos arguyeron en el debate en la Cámara, que era necesario aprobar el proyecto de ley TPA presentado por el representante Bill Thomas, presidente de la Comisión de Medios y Arbitrios, para demostrar que Estados Unidos tiene la capacidad de liderar en asuntos comerciales.

"Este Congreso respaldará a nuestro Presidente, quien libra una valiente guerra contra el terrorismo y está redefiniendo el liderazgo estadounidense, o socavará al presidente en el peor momento posible", dijo el presidente de la Cámara Dennis Hastert. "Si votamos en contra de esta legislación trasmitiremos una señal terrible al resto del mundo". Le diremos al mundo que el Congreso no confía en que el Presidente lidere en lo que respecta al comercio. Diremos al mundo que el Congreso no está interesado en promover el comercio".

Los Republicanos arguyeron que la aprobación del proyecto de ley sobre la autorización para promoción comercial es esencial para la participación de Estados Unidos en las negociaciones comerciales multilaterales, para abrir mercados extranjeros en beneficio de los exportadores estadounidenses, y que por lo tanto, es esencial para el desempeño económico a largo plazo de Estados Unidos. Afirmaron que rechazar el proyecto de ley de Thomas haría peligrar la influencia comercial de Estados Unidos en las negociaciones de la OMC iniciadas apenas tres semanas antes en Doha, Qatar.

La mayoría de los demócratas en la Cámara dijeron que votarían en favor de la legislación sobre la autorización para promoción comercial dado que no promueve la exportación de trabajos estadounidense a países con normas ambientales y salarios más bajos.

Los líderes demócratas arguyeron que promover normas laborales, ambientales y de derechos humanos debería tener la misma prioridad en las negociaciones comerciales que promover la protección de patentes y de derechos de autor y del libre movimiento de inversiones.

"Si ustedes desean ver que suban los salarios en otros países", dijo el representante Dick Gephardt, líder de la minoría demócrata, "si creen que debemos levantar las economías en todo el mundo empezando desde abajo, para que la gente tenga bastante dinero en sus bolsillos para comprar cosas, entonces estarán de acuerdo conmigo en que necesitamos tener una política comercial algo diferente".

Según la autorización para promoción comercial, el Congreso se limita solamente a aprobar o rechazar un acuerdo comercial negociado, dentro de un límite estricto de tiempo y sin hacerle enmiendas. Desde que la autorización de vía rápida anterior caducó a principio de 1994, los intentos de reautorizar la TPA fracasaron por problemas laborales y ambientales.

El proyecto de ley ampliará esa autorización para abarcar acuerdos comerciales que se concreten antes de junio de 2005 y permitirá que el Congreso vote para renovar la autorización para promoción comercial por dos años adicionales después de esa fecha. El proyecto de ley de Thomas tuvo el respaldo de la mayoría de los grupos empresariales, con excepción de algunas industrias sensibles a la importación, como las de cítricos, textiles y acero. Grupos laborales y ambientales se opusieron al proyecto de ley.

Zoellick y otros funcionarios de alto nivel de la administración Bush presionaron intensamente a los miembros de la Cámara la semana anterior a la votación. Zoellick les dijo que los socios comerciales de Estados Unidos no negociarán seriamente con Estados Unidos en la OMC o el ALCA a menos que el presidente Bush tenga la autorización para promoción comercial. Dijo que ya se está demorando las negociaciones de libre comercio con Chile y Singapur debido a la incertidumbre sobre la TPA.

Opositores afirmaron que el proyecto de ley de Thomas no contiene ninguna norma significativa sobre la protección de derechos laborales o ambientales. Criticaron que el proyecto de ley carece de lenguaje orientado a bloquear retos extranjeros a las leyes estadounidenses sobre ambiente, salud y seguridad. Criticaron también que el proyecto de ley no da al Congreso bastante influencia en las negociaciones comerciales, y señalaron que la Constitución delega al Congreso la autoridad comercial.

Cuando la Comisión de Reglamentos de la Cámara, dominada por los Republicanos, fijó a últimas horas del 5 de diciembre las reglas para que la Cámara en pleno considere la legislación sobre la TPA, los miembros votaron según su línea partidista para impedir una votación sobre la legislación alternativa de los Demócratas sobre la TPA. La Comisión permitió a Thomas agregar al proyecto de ley una enmienda con disposiciones orientadas a aumentar el apoyo. Una disposición, por ejemplo, requiere a la administración dar pasos adicionales antes de entrar en negociaciones sobre la agricultura sensible a la importación, como los cítricos y el azúcar.

El mismo día la Cámara aprobó por 420 votos contra 3 un proyecto de ley presentado por Thomas, que renueva y amplía la ayuda por ajustes del comercio (TAA) para trabajadores, incluso nuevos beneficios para los trabajadores afectados por los ataques terroristas el 11 de septiembre contra las Torres Gemelas y el Pentágono. Con este proyecto de ley se gastarían unos US$2.000 millones en los próximos dos años para sostener y capacitar a trabajadores, un aumento de US$400 millones por año sobre lo que se gasta ahora en esa ayuda. Algunos Demócratas indecisos afirmaron, sin embargo, que el paquete legislativo era todavía demasiado pequeño como para motivarlos a apoyar el proyecto de ley sobre la autorización para promoción comercial.

La Cámara no logró aprobar un proyecto de ley que habría autorizado gastos mayores al Servicio de Aduana de Estados Unidos. El proyecto habría autorizado más gastos para vigilar la evasión de cuotas de importación en textiles por trasbordos, una disposición orientada a lograr que los intereses textiles apoyen la autorización para promoción comercial. Pero la votación resultó en 256 a 168, sin llegar a los dos tercios de mayoría necesaria para la aprobación según las reglas de suspensión de la Cámara.



Washington, D.C.
7 de diciembre de 2001