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  Actualizada: 06/V/02

Surgen obstáculos en debate del Senado sobre leyes comerciales

El Senado superó fácilmente el primer obstáculo a la aprobación de la Ley de Autorización para la Promoción Comercial, aunque quedan pendientes muchos obstáculos en lo que parece será un largo debate. En votación de 69 a 21, la noche del 29 de abril, el Senado derrotó un obstáculo de procedimiento, lo cual evita posibles debates dilatorios sobre si debe considerar un amplio paquete de legislación comercial. Ese paquete posiblemente incluya una variedad de disposiciones: una para restablecer la Ley de Autorización para la Promoción Comercial (TPA), también conocida como de vía rápida; una para reautorizar la Ley de Preferencias Arancelarias Andina (ATPA); otra para renovar los beneficios del Sistema Generalizado de Preferencias (GSP) a las importaciones procedentes de países en vías de desarrollo; y otra para renovar la ley de ajuste profesional (TAA) de los trabajadores que pierdan sus empleos a causa de las importaciones.

El Presidente Bush ha cabildeado intensamente a favor de la Autorización para la Promoción Comercial para concretar acuerdos con la Organización Mundial de Comercio (OMC) y el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), al igual que otras negociaciones regionales y bilaterales.

Según la Autorización para la Promoción Comercial, el Congreso se restringe a aprobar o rechazar un acuerdo comercial ya negociado, dentro de plazos estrictos y sin introducirle enmiendas. Desde que en 1994 venció la autorización anterior, los intentos para renovar la Autorización para la Promoción Comercial han fracasado debido a cuestiones laborales y ambientales.

El principal obstáculo al comienzo del debate se refiere a la cobertura de la atención de la salud que contempla la ley de ajuste profesional para los trabajadores desempleados que sean seleccionados. El senador republicano Chuck Grassley, de la Comisión de Finanzas, dijo a la prensa el 30 de abril que los demócratas insistían en un nivel más elevado de beneficios del que los republicanos podían aceptar. Dijo que, sin embargo, ambos lados lograron progreso, al refinar la definición de los trabajadores secundarios que serían protegidos. (Trabajadores secundarios son aquellos de compañías que abastecen a los productores internos directamente afectados por las importaciones).

Aunque se resolvió el tema de los servicios de salud dispuesto en la ley de ajuste profesional, los senadores han preparado más de 60 enmiendas que podrían proponer para el proyecto de ley aprobado en diciembre en la Comisión de Finanzas por votación de 18 a 3, proyecto de ley que Grassley considera un compromiso bipartidista finamente equilibrado. Grassley dijo que espera que el senador demócrata Max Baucus, presidente de la Comisión de Finanzas, coopere con él para derrotar todas las enmiendas, las cuales considera una amenaza a la Autorización para la Promoción Comercial. Sin embargo, Baucus ha indicado que podría apoyar aspectos de una enmienda propuesta que podría restringir la protección legal ofrecida a los inversionistas extranjeros en futuros acuerdos de libre comercio. Esa enmienda, presentada por el senador demócrata John Kerry, ha logrado apoyo de funcionarios de gobiernos estatales y locales afectados por demandas contra reglamentaciones ambientales y otras, planteadas por empresas canadienses y mexicanas, al amparo del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA).

Cualquier otra medida controversial agregada en el Senado posiblemente les creará problemas a los líderes republicanos en la Cámara de Representantes, quienes lograron en diciembre una estrecha victoria de 215 votos a 214 para su propia versión de la Autorización para la Promoción Comercial. Para convertirse en ley la TPA requiere que la versión final del proyecto de ley sea aprobado nuevamente tanto en la Cámara como en el Senado, y luego necesita la firma del Presidente.

Además de las enmiendas, otra amenaza a la aprobación en el Senado es el obstruccionismo, una táctica para evitar el cierre del debate sobre un proyecto de ley. En el Senado se necesitan 60 votos a favor, sobre 100 senadores, para pedir que se cierre o se limite el debate. Entre los adversarios de la Autorización para la Promoción Comercial figuran senadores de estados del sur productores de textiles y de otros de estados del norte con sindicatos laborales fuertes.

Muchos de los constantes adversarios de las leyes comerciales se consideran, a pesar de ello, firmes partidarios del comercio libre, aunque el senador demócrata Ernest Hollings, de Carolina del Sur, donde se producen textiles, se considera abiertamente un proteccionista adversario de las importaciones de baja calidad. "Estamos exportando puestos de trabajo mucho más rápidamente de lo que podemos crearlos" dado que los fabricantes de Estados Unidos trasladan sus operaciones a países donde se pagan bajos salarios, dijo Hollings en el debate del 29 de abril. "Ya hemos perdido los relojes, las cámaras fotográficas, la electrónica. Estamos a punto de perder los negocios con el acero y todo el resto".

Grassley y otros partidarios del libre comercio discuten que los beneficios del comercio para los trabajadores de Estados Unidos, en forma de salarios más altos y mejores oportunidades de empleo sobrepasan los costos. "No solamente se trata de un tema económico", dijo Grassley en el debate del 29 de abril. "También está el tema de ampliar el pastel económico mundial en bien de la estabilidad social, la estabilidad política y, finalmente, la paz mundial".

En la sesión informativa del 30 de abril Grassley predijo que el Congreso acabaría por aprobar el paquete comercial, aunque no antes del 16 de mayo, fecha en que la Administración Bush ha dicho que se prepara a imponer nuevamente los aranceles aduaneros más elevados a las importaciones procedentes de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia.

La anterior Ley de Preferencias Arancelarias Andina venció en diciembre, pero la Administración Bush ha diferido el cobro de los aranceles más elevados, anticipando que el Congreso la volverá a aprobar. A partir del 16 de mayo el Servicio de Aduana de Estados Unidos tendría que cobrar esos aranceles, un golpe para los productores de flores frescas de Colombia, entre muchos otros exportadores andinos.

Grassley dijo que esperaba que la comisión accidental encargada de elaborar el acuerdo final de concesiones mutuas sobre el paquete comercial, pueda llegar a un acuerdo para aplicar retroactivamente aranceles aduaneros más bajos. Una manera de lograr eso sería mediante un fondo de reembolsos.



Washington, D.C.
29 de abril de 2002