Embajada de los Estados Unidos de América  |  Bogotá, Colombia Buscar:
 
La Embajada | Temas bilaterales | Prensa | Recursos electrónicos | Preguntas frecuentes | Sobre EE.UU. | Consular | Contáctenos
NAVIGATION
Main page
Press Bulletins
Documents

NAVEGACIÓN
Página principal
Comunicados
Documentos

  Actualizada: 26/VII/04

Palabras del Embajador William B. Wood
Ante la XL Asamblea Nacional de Confecámaras

Quinta de San Pedro Alejandrino
Santa Marta, 15 de julio de 2004

Doctor Eugenio Marulanda, presidente de Confecámaras; doctora María Fernanda Campo, presidenta de la Junta Directiva de Confecámaras y de la Cámara de Comercio de Bogotá; Mayor General Montoya; doctor José Francisco Zúñiga, alcalde de Santa Marta; doctor Alfredo Díaz-Granados, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Santa Marta; doctor José Gregorio Sánchez, Presidente de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Santa Marta; señores presidentes, directores e integrantes de las 57 cámaras de comercio del país; señor Jairo Rubio, Superintendente de Industria y Comercio; señorita Clara Inés Trujillo, CTI Seccional Santa Marta; señoras y señores:

Es un gran placer tener la oportunidad de dirigirme hoy a la cuadragésima asamblea nacional de Confecámaras.

Confecámaras y las cámaras de comercio municipales desempeñan un papel esencial para la comunidad empresarial colombiana. Ayudando a promover un ambiente que incentiva a la empresa privada, logran que las empresas puedan competir mejor en los mercados nacionales y, cada día más, en los internacionales.

Confecámaras también puede desempeñar un papel importante al ayudar a los empresarios colombianos a enfrentar los retos gerenciales para adaptarse a la nueva economía global.

Las negociaciones para un acuerdo hemisférico de libre comercio, la reciente conclusión de un acuerdo con Mercosur, y la nueva negociación con Perú, Ecuador y Estados Unidos representan un reto fundamental para los empresarios colombianos.

Colombia se ha beneficiado de las oportunidades que representan el ATPA y su sucesor, el ATPDEA. Desde 1998 Colombia ha incrementado sus exportaciones hacia Estados Unidos en US $5,4 billones de dólares. Sólo en el año 2003 las exportaciones colombianas hacia Estados Unidos aumentaron aproximadamente en un 13% y se crearon más de 100.000 nuevos empleos.

Pero estos beneficios unilaterales vencerán en 2006 según la ley que los estableció. Además, esos beneficios se reducirán en la medida en que los países de América Central, el Caribe, y otros gozan de los nuevos acuerdos de libre comercio. Y, para que los inversionistas extranjeros y nacionales beneficien al país a largo plazo, Colombia debe buscar acceso permanente a los mercados de Estados Unidos y de otros países del Hemisferio.

El libre comercio traerá beneficios muy significativos a los consumidores colombianos y a los empresarios en la medida en que obtengan insumos a bajo costo para sus empresas. Los precios reales de los alimentos y de otros bienes de consumo se reducirán cuando los consumidores tengan acceso a los mejores productos disponibles y al mejor precio. Los empresarios tendrán más proveedores para elegir, dándole más eficiencia a sus empresas.

Un estudio técnico reciente indica que el acuerdo de libre comercio generará un aumento permanente superior al 10% en el PIB; es decir de US $245 millones de millones de pesos en ingreso adicional para Colombia. Esto significa mayores ganancias y oportunidades para desarrollar mercados, tener acceso a nuevas tecnologías, y crear nueva inversión.

El acuerdo de libre comercio generará empleo a todos los niveles: entre propietarios, gerentes, expertos, trabajadores capacitados, y obreros. Aumentará los ingresos y ayudará a un gran número de ciudadanos colombianos a mejorar su nivel de vida y el de sus familias. Una economía dinámica le da al país la base para una sociedad sólida.

Sin embargo, un acuerdo de libre comercio también presenta retos. Habrá algunos sub-sectores de la economía que tendrán que pasar por transiciones difíciles hacia la competitividad.

Un tratado de libre comercio debe ir acompañado de políticas macroeconómicas sólidas y de la cooperación permanente entre el sector público, el sector privado y el sector laboral para que el entorno productivo sea estable, ágil y abierto.

En el campo de la agricultura, el sistema de inspección y aprobación de los productos agrícolas debe estar a la altura de las normas internacionales. Debe facilitar el flujo del comercio de doble vía, para que se beneficien Colombia y Estados Unidos.

El régimen de propiedad intelectual y el sistema de cumplimiento de la ley deben fortalecerse. Esto a la vez incentivará a los inversionistas extranjeros para que aumenten la inversión y, por ende, el empleo. Colombia tiene la capacidad de crear su propia propiedad intelectual. Por lo tanto, creo que tiene un interés especial en la protección de la propiedad intelectual, como productor y como consumidor.

Reformas como estas mejorarán la competitividad de la industria. También le garantizarán a los consumidores el beneficio de los avances tecnológicos por medio de una gama de bienes y servicios que mejorarán significativamente su calidad de vida.

Más allá de las reformas estructurales a los niveles nacional y sectorial, es importante que cada empresa que quiera iniciar o aumentar sus exportaciones hacia Estados Unidos comience a formular su propia estrategia.

El mercado estadounidense es grande, diverso y abierto. Le da la bienvenida a todos los que puedan ofrecerle productos de calidad a precios competitivos. Es aconsejable empezar ya a buscar la forma de entrar: los asesores, los representantes, los agentes, los socios que puedan dar respaldo cuando llegue esa oportunidad.

Algunas empresas van a querer hacer cambios en su producción, para adaptarse a la demanda estadounidense. Algunas van a querer esperar hasta que encuentren la oportunidad o el socio de confianza. Otras, más experimentadas en el mercado, van a querer lanzarse de inmediato. Esas empresas van a necesitar financiación y asesoría respecto al mercado y los regímenes reglamentarios de Estados Unidos. Encontrarán variaciones entre los estados y las regiones del país.

Si suena como si hubiera mucho por hacer, es cierto. Pero las empresas y las industrias colombianas lo han hecho muchas veces en el pasado. El café colombiano fue conocido por muchos años como la norma de excelencia en Estados Unidos, y de nuevo está volviendo a serlo. Las flores colombianas llegaron a dominar el mercado estadounidense durante la vida de la mayoría los aquí presentes. El genio colombiano en materia de transporte es reconocido en todo el mundo.

No hay ninguna razón por la cual la marca "Hecho en Colombia" no se pueda convertir en una realidad cotidiana para los consumidores del Norte.

Confecámaras y otras instituciones parecidas pueden representar un papel muy importante en la formulación de reformas estructurales en Colombia. Pueden fortalecer los esfuerzos de las empresas para competir con mayor éxito, Además, pueden asesorar a empresas y sectores para que les sea posible entrar el mercado estadounidense con mayor seguridad y mejores posibilidades.

El bienestar futuro de Colombia está ligado a su posición en la economía global. Confiamos en que el sector privado colombiano está listo para enfrentar el reto de competir dinámica y efectivamente en el mercado global. Igualmente, confiamos en que está preparado para trabajar vigorosamente con el Gobierno para definir y ejecutar una agenda de competitividad conjunta.

Todo eso le dará a los colombianos la oportunidad de beneficiarse plenamente de las ventajas del libre comercio.

Muchas gracias.



Santa Marta, Magdalena
15 de julio de 2004