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MARTES 5 de octubre (HealthDayNews/HispaniCare) -- Las disparidades raciales y étnicas en la atención de la salud se deben por lo menos parcialmente a las diferencias de cuidado entre hospitales, y no al racismo a nivel individual, según sostiene un nuevo estudio.
Hasta ahora, muchos expertos habían asumido que el racismo entre individuos era responsable por las diferencias en la atención. El problema, sin embargo, parece ser mucho más complicado que eso, de acuerdo al informe que aparece en la edición del 6 de octubre del Journal of the American Medical Association (JAMA).
"Habíamos estado pensando que se debía a racismo a nivel del paciente", señaló el Dr. Harlan Krumholz, profesor de medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale y autor principal del estudio. "La sensibilidad cultural es algo bueno en todo el sentido de la palabra, pero un gran porcentaje de esta diferencia tenía que ver con el tipo de hospital que las personas visitaron".
"La cuestión de los hospitales y sistemas de salud como responsables principales de estas diferencias en el cuidado de la salud ronda lo verosímil", apuntó la Dra. Margaret Winker, subeditora de JAMA y autora de un editorial acompañante. "En vez de indicar que este es un problema vinculado al trato diferencial de los médicos hacia un paciente, esto nos muestra otra dirección hacia donde dirigirnos".
Estudios anteriores habían indicado que los pacientes pertenecientes a una minoría étnica o racial tardaban más en recibir una terapia anticoagulante que salva vidas, así como una intervención coronaria percutánea o angioplastia. El estudio anterior se conoce como tiempo de espera "puerta a puerta" y el más reciente como tiempo de espera "puerta a balón".
Para este estudio, Krumholz y sus colegas analizaron los datos de admisión y tratamiento del National Registry of Myocardial Infarction (Registro nacional de infarto del miocardio). El registro incluía información de 73,032 pacientes que recibieron terapia fibrinolítica, y 37,143 que recibieron una angioplastia en hospitales del 1 de enero de 1999 hasta el 31 de diciembre de 2002.
El tiempo de espera "puerta a puerta" fue más largo para los pacientes identificados como negros (41.1 minutos), para los hispanos (36.1 minutos) y para los asiáticos y originarios de las islas del pacífico (37.4 minutos) cuando se compararon con los pacientes identificados como blancos (33.8 minutos).
El tiempo de espera "puerta a balón" fue más largo para los pacientes negros (122.3 minutos) y para los pacientes hispanos (114.8 minutos), que para los pacientes blancos (103.4 minutos).
"Encontramos discrepancias marcadas en el tratamiento de pacientes basados en su raza y etnia", confirmó Krumholz. "En el caso del tratamiento con angioplastia, la diferencia fue de hasta 20 minutos, lo que es sustancial y preocupante. Esta es una diferencia con una consecuencia. Sabemos que a menor tiempo, mejores resultados".
De igual modo, estas diferencias se redujeron de manera significativa tras tomar en cuenta las diferencias en tiempos promedios para el tratamiento por hospitales individuales. El tiempo de espera "puerta a balón" entre pacientes blancos y negros se redujo en un 33 por ciento, en tanto que la diferencia entre pacientes hispanos y blancos se redujo casi en un 75 por ciento.
El estudio no observó específicamente el por qué los hospitales podrían diferir al respecto. "Parece que los hospitales con bajo rendimiento en cuanto a tiempos de espera para el tratamiento han estado tratando de manera desproporcionada a los pacientes que pertenecen a minorías étnicas o raciales", afirmó Krumholz. "Los blancos suelen ir a hospitales que son más rápidos". Y los hospitales que atienden principalmente a pacientes blancos podrían disponer simplemente de mayores recursos, personal incluido, que los hospitales que atienden a las minorías étnicas y raciales.
Aunque, al tomar los hospitales en cuenta no se eliminan las diferencias por completo. "No estamos intentando decir que es culpa de los hospitales", indicó Krumholz. "Si vamos a eliminar las diferencias en este país, vamos a necesitar un enfoque dual".
"Existe un gran problema de desigualdad en los sistemas de cuidado de la salud", añadió Winker. "En términos de solución al problema, estamos muy lejos de ello, pero el primer paso sería siempre identificar dónde radican esos problemas".
El estudio destaca algunas de las dificultades al estudiar la raza y etnicidad. "Es algo fácil de medir teóricamente, pero es un tópico mucho más complejo de lo que usualmente creemos", apuntó Winker.
Más Información
Visite la Association of Black Cardiologists para más información sobre la raza y el cuidado de la salud. Artículo por HealthDay, traducido por HispaniCare
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Página actualizada: 07 octubre 2004 |