La endocarditis es una infección e inflamación del revestimiento de una válvula del corazón.

La "endocarditis de cultivo negativo" es un tipo de endocarditis en la cual no se puede cultivar ningún organismo causal en una muestra de sangre. Esto a veces ocurre cuando las muestras de sangre para cultivo se toman después de haber iniciado el tratamiento con antibióticos o cuando el agente causal es un organismo con dificultad para crecer en los medios de cultivo disponibles.

Es probable que la endocarditis se presente en personas cuyas válvulas cardíacas tienen ciertos factores de predisposición a la infección; por ejemplo, las válvulas que han tenido cicatrización en la infancia a causa de una fiebre reumática o que sean congénitamente diferentes de las normales (válvula aórtica bicúspide, prolapso de la válvula mitral). Las personas con válvulas protésicas (válvulas que han sido reemplazadas quirúrgicamente) son más propensas al desarrollo de bacterias y el crecimiento de "vegetación" protésica. Otros pacientes que se encuentran en alto riesgo de endocarditis son aquellos con endocarditis o enfermedad cardíaca congénita previas. Asimismo, los usuarios de drogas intravenosas también tienen un especial riesgo de adquirir la endocarditis de cultivo negativo a causa de las jeringas contaminadas.

En los pacientes con endocarditis, usualmente hay una fuente obvia de infección, como un catéter intravascular infectado, un absceso dental o una lesión cutánea infectada, aunque en muchos pacientes no se presentan antecedentes de este problema.

Se estima que anualmente se diagnostican de 10.000 a 15.000 nuevos casos de endocarditis en los Estados Unidos.

Los signos de endocarditis incluyen:

• Taquicardia (frecuencia cardíaca rápida)
• Fiebre
• Un soplo cardíaco nuevo en un examen del corazón

Se pueden solicitar los siguientes exámenes:

• Un ECG y una radiografía de tórax
• Un CSC
• Hemocultivos: a menudo se utilizan para identificar el germen causante de la infección, pero cuando ciertas bacterias llamadas "organismos desencadenantes" (como Bartonella, Coxiella, Mycobacterium y gérmenes del grupo HACEK) son responsables de la endocarditis, es posible que el cultivo sea negativo. En tales casos, la identificación del germen responsable debe hacerse por medio del uso de condiciones de cultivo especiales y tiempo de incubación prolongado. Con frecuencia el diagnóstico sólo puede hacerse con estudios serológicos o de ADN.
• Se utiliza un ecocardiograma para obtener imágenes de las válvulas cardíacas y para visualizar cualquier excrecencia (estructuras anormales producidas por los gérmenes en el corazón) y para evaluar la función cardíaca.
• Un ecocardiograma transesofágico, el cual es un ecocardiograma especial que se realiza con una pequeña sonda que se introduce hasta el esófago del paciente, puede brindar las imágenes más claras y sin obstrucción alguna de las válvulas cardíacas.

Las complicaciones de la endocarditis incluyen entre otros insuficiencia cardíaca congestiva, absceso perivalvular, fístula intracardíaca (conexiones anormales en el corazón) y émbolos (coágulos sanguíneos que pueden viajar a través de la circulación y causar apoplejía u otros problemas relacionados con la obstrucción de los vasos sanguíneos). Todas estas complicaciones usualmente requieren cirugía, ya sea para retirar las excrecencias o abscesos, para reparar las válvulas o para reemplazarlas con prótesis.

Los pacientes que sufren prolapso de la válvula mitral, poseen una prótesis valvular, han sufrido de endocarditis o padecen de enfermedades cardíacas congénitas y los usuarios de drogas intravenosas ilegales están en un riesgo mayor de sufrir endocarditis. Los pacientes que saben tienen un riesgo mayor deben consultar al profesional de atención primaria acerca de la necesidad de recibir antibióticos con anterioridad a un procedimiento dental o genitourinario.

Los usuarios de drogas intravenosas deben buscar tratamiento contra la adicción o, si esto no es posible, deben usar jeringas nuevas (es decir, estériles) y limpiar el sitio de la inyección antes de cada aplicación para evitar infecciones de la sangre que conduzcan a la endocarditis.

Para todos los pacientes en riesgo de contraer endocarditis, el mantenimiento de una higiene dental meticulosa es de igual importancia que la profilaxis antibiótica para la prevención de la endocarditis.