Es una condición en la cual se presenta fiebre, erupción cutánea y dolor articular, y puede conducir a artritis crónica.

La causa de la enfermedad de Still del adulto se desconoce y no se han identificado factores de riesgo para la misma. Esta condición rara vez ocurre en adultos y es más común en niños, en donde recibe el nombre de artritis reumatoidea juvenil sistémica.

Casi todos los pacientes desarrollan fiebre, dolor articular, irritación de la garganta y erupción cutánea. La fiebre generalmente aparece rápidamente una vez al día, con más frecuencia en la tarde o en la noche. La erupción tiene un color característico rosa salmón y aparece y desaparece con la fiebre.

Otro síntoma común es el dolor articular y la inflamación (calor e hinchazón de la articulación). Usualmente, varias articulaciones están involucradas al mismo tiempo.

Los síntomas adicionales abarcan ganglios linfáticos inflamados (glándulas), dolor con una respiración profunda (pleuresía), dolor abdominal e hinchazón y pérdida de peso.

El examen físico puede mostrar fiebre, erupción cutánea y artritis. Otros signos incluyen agrandamiento de los ganglios linfáticos, el hígado o el bazo. Asimismo, la presencia de ruidos cardíacos o pulmonares puede indicar la presencia de pericarditis o pleuresía.

Los exámenes que puede ayudar en el diagnóstico de la enfermedad de Still del adulto son:

• Factor reumatoideo y examen de anticuerpos antinucleares ANA negativos
• Elevación en la tasa de sedimentación eritrocítica (ESR, por sus siglas en inglés)
• Elevación en las pruebas de la función hepática
• Disminución en el conteo de glóbulos rojos
• Extrema elevación en el nivel de ferritina

Otros exámenes pueden abarcar:

• Radiografía de las articulaciones
• Radiografía de tórax que puede mostrar pericarditis o derrame pleural
• radiografía, TC o ultrasonido abdominal para verificar agrandamiento del hígado y el bazo

La enfermedad de Still del adulto solamente se puede diagnosticar después de excluir otras enfermedades y se requieren muchos exámenes médicos antes de elaborar un diagnóstico final.

Los síntomas de la artritis generalmente se controlan con dosis adecuadas de salicilatos (aspirina) o con medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINES) como el ibuprofeno. En algunas ocasiones, se puede necesitar prednisona para los casos más severos y, en caso de que la enfermedad se vuelva crónica, lo cual no es común, podría ser necesaria la administración de medicamentos inmunosupresores, incluyendo metotrexato o terapias biológicas nuevas.

Los estudios muestran que todos los síntomas desaparecen en un año y nunca recurren en aproximadamente el 20% de los pacientes; mientras que en aproximadamente el 30% de los pacientes, todos los síntomas desaparecen, pero recurren varias veces en los siguientes años. El resto de los pacientes (aproximadamente el 50%) desarrollarán artritis crónica.

• Artritis
• Enfermedad hepática
• Agrandamiento del bazo
• Pericarditis
• Derrame pleural

Se debe buscar asistencia médica si se presentan síntomas que sugieran la enfermedad de Still del adulto; además, si se presentan: tos, dificultad respiratoria u otros síntomas en una persona con la enfermedad de Still.

Se desconoce.