¿Cuales son los factores de riesgo del cáncer colorrectal?
Un factor de riesgo es aquel que aumenta las probabilidades de
una persona de contraer una enfermedad como el cáncer. Los diferentes
tipos de cáncer tienen diferentes factores de riesgo. Por ejemplo, la
exposición sin protección a los intensos rayos solares es un factor de
riesgo para el cáncer de la piel, y el fumar es un factor de riesgo para
el cáncer del pulmón, laringe, boca, garganta, esófago, riñones, vejiga,
colon y otros órganos. Los investigadores han identificado varios
factores de riesgo que aumentan las probabilidades que tiene una persona
de contraer cáncer colorrectal.
Antecedentes familiares de cáncer colorrectal: si tiene
familiares de primer grado (padres, hijos o hermanos) que hayan padecido
de cáncer colorrectal, usted corre un riesgo mayor de padecer esta
enfermedad. Las personas con dos o más familiares cercanos con cáncer
colorrectal representan alrededor del 20% de todas las personas con
cáncer colorrectal. Este riesgo aumenta aun más si los parientes
contrajeron la enfermedad antes de los 60 años de edad. Aproximadamente
de 5% a 10% de los pacientes con cáncer colorrectal presenta una
anomalía genética hereditaria que causa el cáncer. Una anomalía se
denomina poliposis adenomatosa familiar (FAP, por sus siglas en
inglés) y otra se llama cáncer colorrectal hereditario sin
poliposis (HNPCC, por sus siglas en inglés). A continuación
se describen estas anomalías. No se han reportado otras anomalías
genéticas claramente identificadas.
La identificación exacta de las familias con estos síndromes es
importante, ya que sus médicos podrán recomendarles medidas específicas
como pruebas de detección a una edad más temprana. Esto ayudará a
encontrar el cáncer más temprano o incluso evitarlo, ya que los pólipos
se pueden encontrar antes de que se transformen en cáncer. Todas las
personas con cáncer colorrectal deben evaluar sus antecedentes
familiares respecto a la enfermedad. Las personas con antecedentes
familiares que pudieran indicar un síndrome de cáncer colorrectal deben
considerar la asesoría genética, ya que esto les ayudará a decidirse a
someterse a un examen de detección a una edad temprana.
La Sociedad Americana del Cáncer y otras organizaciones médicas
recomiendan las pruebas de detección a edad más temprana para las
personas que tienen un mayor riesgo de contraer cáncer colorrectal.
Estos programas de pruebas de detección son diferentes a los que
generalmente se recomiendan para las personas con riesgo promedio. Si
desea más información, hable con su médico y consulte la tabla de la
sección "¿Puede detectarse el cáncer colorrectal en sus etapas iniciales?"
en este documento.
Síndromes de cáncer colorrectal familiar: La poliposis
adenomatosa familiar es una enfermedad hereditaria que hace que las
personas presenten cientos de pólipos en el colon y recto. Por lo
general, esto ocurre entre las edades de cinco a 40 años. El cáncer, por
lo general, surge en uno o más de estos pólipos comenzando a la edad de
20 años. Al cumplir los 40 años, casi todas las personas con este
desorden tendrán cáncer si no se realiza una cirugía preventiva. La
poliposis adenomatosa familiar algunas veces se relaciona con el
síndrome de Gardner, una afección que se manifiesta con tumores benignos
(no cancerosos) de la piel, el tejido conectivo suave y los huesos.
Aproximadamente 1% de todos los cánceres colorrectales se debe a este
síndrome.
El cáncer colorrectal hereditario sin poliposis (HNPCC, por
sus siglas en inglés) es el otro síndrome genético claramente
definido. Este síndrome es responsable de 3% a 4% de todos los cánceres
colorrectales y también se presenta cuando las personas son
relativamente jóvenes. Aunque estas personas también tienen pólipos,
sólo presentan pocos, no cientos de ellos. Las mujeres con esta
condición también tienen un riesgo muy alto de padecer cáncer del
endometrio (el recubrimiento de la sección superior del útero).
Los médicos han determinado la existencia de ciertas características
en las familias que tienen este síndrome:
Al menos tres familiares padecen cáncer
colorrectal.
Dos generaciones sucesivas han sido
afectadas.
En uno de estos familiares el cáncer se
presentó antes de los 50 años de edad.
Al menos dos de las personas son
familiares de primer grado.
Si éste es el caso en su familia, le recomendamos obtener asesoría
genética.
Los médicos también sospechan de la presencia de HNPCC si, en vez de
cáncer colorrectal, los miembros de la familia tienen otros cánceres
asociados con esta mutación genética (cáncer del endometrio, del ovario,
del intestino delgado o cáncer del recubrimiento del riñón o de los
uréteres [conductos que llevan la orina desde los riñones a la vejiga]).
Más aun hay sospecha si un miembro de la familia ha sido diagnosticado
con cáncer colorrectal a una edad menor de 50 años antes de que se pueda
hacer un diagnóstico de HNPCC.
Antecedente étnico : se cree que los judíos con ascendencia en
Europa Oriental (judíos Ashkenazi) tienen una tasa mayor de cáncer
colorrectal. En las investigaciones recientes se ha encontrado una
mutación genética que conduce al cáncer colorrectal en este grupo. Este
cambio en el ADN ocurre más comúnmente que los otros tres síndromes de
cáncer colorrectal, y se encuentra presente en aproximadamente un 6% de
los judíos en Estados Unidos. En un estudio, aproximadamente 10% de los
cánceres colorrectales en los judíos con ascendencia en Europa Oriental
estaba asociado con esta mutación. Este cambio genético se conoce como
mutación del gen l1307K APC. Sin embargo, no está claro si este cambio
genético es responsable de aumentar el número de cánceres colorrectales
en los judíos Ashkenazi.
Antecedentes personales de cáncer colorrectal: si ha padecido
cáncer colorrectal, aunque se le haya extirpado completamente, tiene más
probabilidades de padecer nuevos cánceres en otras áreas del colon y del
recto. Las probabilidades de que esto suceda son mucho mayores si usted
padeció cáncer colorrectal a los 60 años o menos edad.
Antecedentes personales de pólipos colorrectales: si usted ha
tenido un pólipo adenomatoso, tiene un mayor riesgo de cáncer
colorrectal, especialmente si su tamaño es grande o si son numerosos.
En la mayoría de los casos, se desconoce por qué los pólipos se
forman. Ellos tienen el mismo factor de riesgo que el cáncer colorrectal.
Antecedentes personales de enfermedad inflamatoria intestinal
crónica: la enfermedad inflamatoria intestinal crónica, incluyendo
la colitis ulcerosa y la colitis de Crohn, es una condición en la cual
el colon se encuentra inflamado durante un período prolongado de tiempo.
Si usted padece enfermedad inflamatoria intestinal crónica, corre un
mayor riesgo de padecer de cáncer colorrectal. Debe comenzar a someterse
a exámenes de detección a una edad temprana y repetirlos frecuentemente.
Con frecuencia el primer signo de que un cáncer puede estarse formando
se llama displasia. La displasia se encuentra en el recubrimiento
del colon o recto y significa que las células que recubren el colon o
recto lucen como si se fueran a transformar en cáncer.
Envejecimiento: sus probabilidades de padecer de cáncer
colorrectal aumentan significativamente después de los 50 años de edad.
Más del 90% de las personas a quienes se les detecta cáncer colorrectal
son mayores de 50 años.
Alimentación principalmente de origen animal: una alimentación
que consista principalmente en alimentos de origen animal puede aumentar
su riesgo de cáncer colorrectal. La Sociedad Americana del Cáncer
recomienda que la mayoría de sus alimentos sea de origen vegetal y que
limite su consumo de carnes rojas, especialmente aquellas altas en grasa
o procesadas. La Sociedad Americana del Cáncer también recomienda que se
ingieran al menos cinco porciones de frutas, ensaladas y verduras cada
día y varias porciones de otros alimentos de origen vegetal, como por
ejemplo: pan, cereales, productos de grano, arroz, pasta o frijoles.
Muchas frutas y vegetales contienen sustancias que interfieren con el
proceso de formación del cáncer.
Inactividad física: si usted no es activo físicamente, tiene un
mayor riesgo de padecer de cáncer colorrectal.
Obesidad: si tiene exceso de peso, su riesgo de morir a causa de
cáncer colorrectal es mayor.
Diabetes : Las personas con diabetes tienen una probabilidad mayor
(30% a 40%) de contraer cáncer colorrectal. Éstas también tienden a
tener una tasa de mortalidad mayor después del diagnóstico.
Hábito de fumar: algunos estudios recientes indican que los
fumadores tienen una probabilidad de 30% a 40% mayor que los no
fumadores de fallecer de cáncer colorrectal. El hábito de fumar puede
ser la causa de aproximadamente un 12% de los tumores colorrectales
fatales. Casi todo el mundo sabe que fumar causa cáncer en las partes
del cuerpo que tienen contacto directo con el humo, por ejemplo la boca,
la laringe y los pulmones. Sin embargo, algunas substancias cancerígenas
se tragan y pueden causar cáncer en el sistema digestivo, como por
ejemplo cáncer del esófago y cáncer colorrectal. Algunas de estas
sustancias también se absorben en el torrente sanguíneo y pueden
aumentar el riesgo de padecer de cáncer en los riñones, la vejiga, el
cuello uterino y otros órganos.
Consumo de alcohol: El cáncer colorrectal ha sido vinculado al
consumo excesivo de alcohol. Esto puede deberse a los efectos que causa
el alcohol en el ácido fólico del cuerpo. Se recomienda evitar el
consumo excesivo de alcohol.
Turno de trabajo nocturno: esto pudiese aumentar la probabilidad
de contraer cáncer colorrectal. Un estudio encontró que las mujeres que
trabajan el turno de noche por lo menos tres noches al mes por 15 años
tenían una tasa mayor de cáncer colorrectal.
¿Conocemos las causas del cáncer colorrectal?
Aunque no se conoce la causa exacta de la mayoría de los cánceres
colorrectales, es posible prevenir muchos tumores colorrectales. Las
siguientes guías de detección de la Sociedad Americana del Cáncer
(remítase a "¿Se pueden detectar los pólipos colorrectales y el cáncer
colorrectal en sus etapas iniciales?") pueden reducir el número de casos
de la enfermedad, al promover la detección y extirpación de pólipos que
pueden convertirse en cancerosos, y también pueden reducir la tasa de
mortalidad debida al cáncer colorrectal al detectar la enfermedad en sus
etapas iniciales, cuando es altamente curable.
La prevención y la detección temprana son posibles debido a que la
mayoría de los tumores colorrectales se forman a partir de pólipos
adenomatosos. Los pólipos son crecimientos no cancerosos en el colon y
el recto. Su extirpación puede disminuir el riesgo de una persona de
contraer cáncer.
Alimentación y ejercicio : las personas pueden disminuir su riesgo
de padecer de cáncer colorrectal vigilando aquellos factores de riesgo
que pueden controlarse, como por ejemplo su alimentación y actividad
física. Es importante comer suficiente cantidad de frutas, ensaladas y
verduras y alimentos de granos integrales, y limitar la ingestión de
carnes rojas, especialmente aquellas con alto contenido de grasa o
procesadas. La actividad física es otra área que las personas pueden
controlar. La Sociedad Americana del Cáncer recomienda al menos 30
minutos de actividad física moderada durante 5 días o más de la semana.
Si usted participa en actividades moderadas o vigorosas por 45 minutos
durante 5 días o más a la semana, puede disminuir aun más su riesgo de
contraer cáncer del seno y colorrectal. Si tiene sobrepeso, usted le
puede preguntar a su médico sobre un plan para bajar de peso apropiado
para usted. Para más información sobre la alimentación y la actividad
física, consulte nuestro documento "Guías de la Sociedad Americana del
Cáncer sobre nutrición y prevención del cáncer".
Vitaminas y calcio: algunos estudios indican que, si se toma
diariamente un complejo multivitamínico que contenga ácido fólico o
folato, se puede reducir el riesgo de padecer de cáncer colorrectal.
Otros estudios indican que el aumento de la ingestión de calcio mediante
suplementos o productos lácteos con bajo contenido de grasa reducirán el
riesgo. Algunos estudios han sugerido que la vitamina D, la cual puede
obtenerse mediante la exposición al sol o mediante una pastilla de
vitamina o leche, puede reducir el riesgo de cáncer colorrectal. De
hecho, la tasa de este cáncer es menor en los estados del sur y suroeste
de los Estados Unidos. Por supuesto que la exposición excesiva al sol
puede causar cáncer de la piel, y no se recomienda como forma de reducir
el riesgo de cáncer colorrectal. La vitamina D pudiera funcionar mejor
si también toma calcio.
Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos: en muchos
estudios se ha determinado que las personas que usan regularmente
aspirina y otros medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID,
por sus siglas en inglés), tales como ibuprofén (Motrin, Advil y
naproxen (Aleve) tienen de un 20% a un 50% menos riesgo de padecer de
cáncer colorrectal y pólipos adenomatosos. La mayoría de estos estudios,
sin embargo, se basan en las observaciones de personas que tomaron estos
medicamentos por razones, como artritis o prevención de ataques al
corazón. Dos estudios recientes mostraron evidencia aun más contundente
en relación con la capacidad de la aspirina de prevenir el crecimiento
de pólipos. La ventaja de estos estudios recientes consiste en que la
persona fue seleccionada al azar por los investigadores para recibir
aspirina o un placebo inactivo. Uno de los estudios incluye a personas
que fueron anteriormente tratadas contra el cáncer colorrectal en etapas
tempranas, mientras que el otro estudio incluyó a personas a quienes se
les habían extirpando pólipos.
Sin embargo, los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos
pueden causar sangrado que puede ser grave o atentar contra la vida
debido a la irritación del estómago. De hecho, existe información
reciente en el sentido de que los riesgos de sangrado grave superan los
beneficios de estos medicamentos en la población general. Por esta
razón, los expertos no recomiendan los medicamentos antiinflamatorios no
esteroides como estrategia para prevenir el cáncer en las personas que
tienen un riesgo promedio de padecer de cáncer colorrectal. Sin embargo,
se está estudiando activamente el valor de estos medicamentos para las
personas con un riesgo mayor de cáncer colorrectal. Recientemente, la
Food and Drug Administration (FDA) aprobó el uso de Celecoxib
(Celebrex) para reducir la formación de pólipos en personas que padecen
poliposis adenomatosa familiar. La ventaja de este medicamento y de otro
similar llamado rofecoxib (Vioxx) es que no causan sangrado estomacal.
Hormonas femeninas: la terapia hormonal restitutiva (HRT, por sus
siglas en inglés) en las mujeres después de la menopausia puede reducir
ligeramente su riesgo de cáncer colorrectal. Además, la HRT reduce el
riesgo de padecer de osteoporosis, pero puede aumentar el riesgo de
enfermedades cardiacas, coágulos sanguíneos y cáncer del seno y de
cáncer uterino. La decisión de usar la HRT debe basarse en la discusión
con su médico sobre los beneficios y los riesgos pertinentes.
Existen otros factores de riesgo que no se pueden controlar, como los
antecedentes familiares significativos de cáncer colorrectal. Sin
embargo, incluso si las personas tienen antecedentes de cáncer
colorrectal en su familia, es posible que puedan prevenir la enfermedad.
Por ejemplo, las personas que tienen antecedentes familiares de cáncer
colorrectal se pueden beneficiar si comienzan a someterse a exámenes de
detección a una edad más temprana y con mayor frecuencia que las
personas que no tienen este factor de riesgo.
Las pruebas genéticas pueden ayudar a determinar cuáles miembros de
ciertas familias han heredado un alto riesgo de padecer de cáncer
colorrectal. La mayoría de los médicos recomienda que las personas con
poliposis adenomatosa familiar (FAP) comiencen a hacerse colonoscopias
durante su adolescencia. La mayoría de los médicos recomienda que se
sometan a una cirugía de extirpación del colon entre los veinte y los
treinta años de edad para evitar la formación del cáncer.
El riesgo para las personas con cáncer colorrectal hereditario sin
poliposis (HNPCC) no es tan alto como para las personas con FAP. Los
médicos recomiendan que las personas con HNPCC se sometan a pruebas de
colonoscopias entre los veinte y los treinta años de edad a fin de
extirpar los pólipos y detectar cualquier cáncer en la etapa más
temprana posible. Sin embargo, usualmente no se recomienda la
extirpación del colon en las personas con HNPCC.
Los judíos Ashkenazi con la mutación del gen I1307K APC tienen un
riesgo ligeramente mayor de cáncer colorrectal, pero no padecen de estos
cánceres a una edad muy temprana. Por estas razones, la mayoría de los
médicos sugiere que ellos sigan cuidadosamente las recomendaciones
usuales para la detección del cáncer colorrectal, pero usualmente no se
sugiere someterse a exámenes a una edad más temprana o con mayor
frecuencia.
Dado que no se pueden prevenir algunos tumores colorrectales, su
detección temprana es la mejor manera de mejorar las probabilidades de
curación y reducir el número de fallecimientos causados por esta
enfermedad.
Además de las recomendaciones sobre detección para las personas con
riesgo medio de padecer de cáncer colorrectal a Sociedad Americana del
Cáncer tiene guías adicionales para las personas con riesgo de moderado
a alto de cáncer colorrectal. Estas recomendaciones se describen en la
sección "¿Se puede detectar el cáncer colorrectal en sus etapas
iniciales?" Pregúntele a su médico cómo se pueden aplicar estas guías en
su situación individual.
¿Se puede prevenir el cáncer colorrectal?
Aunque no se conoce la causa exacta de la mayoría de los cánceres
colorrectales, es posible prevenir muchos tumores colorrectales. Las
siguientes guías de detección de la Sociedad Americana del Cáncer
(remítase a "¿Se pueden detectar los pólipos colorrectales y el cáncer
colorrectal en sus etapas iniciales?") pueden reducir el número de casos
de la enfermedad, al promover la detección y extirpación de pólipos que
pueden convertirse en cancerosos, y también pueden reducir la tasa de
mortalidad debida al cáncer colorrectal al detectar la enfermedad en sus
etapas iniciales, cuando es altamente curable.
La prevención y la detección temprana son posibles debido a que la
mayoría de los tumores colorrectales se forman a partir de pólipos
adenomatosos. Los pólipos son crecimientos no cancerosos en el colon y
el recto. Su extirpación puede disminuir el riesgo de una persona de
contraer cáncer.
Alimentación y ejercicio : las personas pueden disminuir su riesgo
de padecer de cáncer colorrectal vigilando aquellos factores de riesgo
que pueden controlarse, como por ejemplo su alimentación y actividad
física. Es importante comer suficiente cantidad de frutas, ensaladas y
verduras y alimentos de granos integrales, y limitar la ingestión de
carnes rojas, especialmente aquellas con alto contenido de grasa o
procesadas. La actividad física es otra área que las personas pueden
controlar. La Sociedad Americana del Cáncer recomienda al menos 30
minutos de actividad física moderada durante 5 días o más de la semana.
Si usted participa en actividades moderadas o vigorosas por 45 minutos
durante 5 días o más a la semana, puede disminuir aun más su riesgo de
contraer cáncer del seno y colorrectal. Si tiene sobrepeso, usted le
puede preguntar a su médico sobre un plan para bajar de peso apropiado
para usted. Para más información sobre la alimentación y la actividad
física, consulte nuestro documento "Guías de la Sociedad Americana del
Cáncer sobre nutrición y prevención del cáncer".
Vitaminas y calcio: algunos estudios indican que, si se toma
diariamente un complejo multivitamínico que contenga ácido fólico o
folato, se puede reducir el riesgo de padecer de cáncer colorrectal.
Otros estudios indican que el aumento de la ingestión de calcio mediante
suplementos o productos lácteos con bajo contenido de grasa reducirán el
riesgo. Algunos estudios han sugerido que la vitamina D, la cual puede
obtenerse mediante la exposición al sol o mediante una pastilla de
vitamina o leche, puede reducir el riesgo de cáncer colorrectal. De
hecho, la tasa de este cáncer es menor en los estados del sur y suroeste
de los Estados Unidos. Por supuesto que la exposición excesiva al sol
puede causar cáncer de la piel, y no se recomienda como forma de reducir
el riesgo de cáncer colorrectal. La vitamina D pudiera funcionar mejor
si también toma calcio.
Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos: en muchos
estudios se ha determinado que las personas que usan regularmente
aspirina y otros medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID,
por sus siglas en inglés), tales como ibuprofén (Motrin, Advil y
naproxen (Aleve) tienen de un 20% a un 50% menos riesgo de padecer de
cáncer colorrectal y pólipos adenomatosos. La mayoría de estos estudios,
sin embargo, se basan en las observaciones de personas que tomaron estos
medicamentos por razones, como artritis o prevención de ataques al
corazón. Dos estudios recientes mostraron evidencia aun más contundente
en relación con la capacidad de la aspirina de prevenir el crecimiento
de pólipos. La ventaja de estos estudios recientes consiste en que la
persona fue seleccionada al azar por los investigadores para recibir
aspirina o un placebo inactivo. Uno de los estudios incluye a personas
que fueron anteriormente tratadas contra el cáncer colorrectal en etapas
tempranas, mientras que el otro estudio incluyó a personas a quienes se
les habían extirpando pólipos.
Sin embargo, los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos
pueden causar sangrado que puede ser grave o atentar contra la vida
debido a la irritación del estómago. De hecho, existe información
reciente en el sentido de que los riesgos de sangrado grave superan los
beneficios de estos medicamentos en la población general. Por esta
razón, los expertos no recomiendan los medicamentos antiinflamatorios no
esteroides como estrategia para prevenir el cáncer en las personas que
tienen un riesgo promedio de padecer de cáncer colorrectal. Sin embargo,
se está estudiando activamente el valor de estos medicamentos para las
personas con un riesgo mayor de cáncer colorrectal. Recientemente, la
Food and Drug Administration (FDA) aprobó el uso de Celecoxib
(Celebrex) para reducir la formación de pólipos en personas que padecen
poliposis adenomatosa familiar. La ventaja de este medicamento y de otro
similar llamado rofecoxib (Vioxx) es que no causan sangrado estomacal.
Hormonas femeninas: la terapia hormonal restitutiva (HRT, por sus
siglas en inglés) en las mujeres después de la menopausia puede reducir
ligeramente su riesgo de cáncer colorrectal. Además, la HRT reduce el
riesgo de padecer de osteoporosis, pero puede aumentar el riesgo de
enfermedades cardiacas, coágulos sanguíneos y cáncer del seno y de
cáncer uterino. La decisión de usar la HRT debe basarse en la discusión
con su médico sobre los beneficios y los riesgos pertinentes.
Existen otros factores de riesgo que no se pueden controlar, como los
antecedentes familiares significativos de cáncer colorrectal. Sin
embargo, incluso si las personas tienen antecedentes de cáncer
colorrectal en su familia, es posible que puedan prevenir la enfermedad.
Por ejemplo, las personas que tienen antecedentes familiares de cáncer
colorrectal se pueden beneficiar si comienzan a someterse a exámenes de
detección a una edad más temprana y con mayor frecuencia que las
personas que no tienen este factor de riesgo.
Las pruebas genéticas pueden ayudar a determinar cuáles miembros de
ciertas familias han heredado un alto riesgo de padecer de cáncer
colorrectal. La mayoría de los médicos recomienda que las personas con
poliposis adenomatosa familiar (FAP) comiencen a hacerse colonoscopias
durante su adolescencia. La mayoría de los médicos recomienda que se
sometan a una cirugía de extirpación del colon entre los veinte y los
treinta años de edad para evitar la formación del cáncer.
El riesgo para las personas con cáncer colorrectal hereditario sin
poliposis (HNPCC) no es tan alto como para las personas con FAP. Los
médicos recomiendan que las personas con HNPCC se sometan a pruebas de
colonoscopias entre los veinte y los treinta años de edad a fin de
extirpar los pólipos y detectar cualquier cáncer en la etapa más
temprana posible. Sin embargo, usualmente no se recomienda la
extirpación del colon en las personas con HNPCC.
Los judíos Ashkenazi con la mutación del gen I1307K APC tienen un
riesgo ligeramente mayor de cáncer colorrectal, pero no padecen de estos
cánceres a una edad muy temprana. Por estas razones, la mayoría de los
médicos sugiere que ellos sigan cuidadosamente las recomendaciones
usuales para la detección del cáncer colorrectal, pero usualmente no se
sugiere someterse a exámenes a una edad más temprana o con mayor
frecuencia.
Dado que no se pueden prevenir algunos tumores colorrectales, su
detección temprana es la mejor manera de mejorar las probabilidades de
curación y reducir el número de fallecimientos causados por esta
enfermedad.
Además de las recomendaciones sobre detección para las personas con
riesgo medio de padecer de cáncer colorrectal a Sociedad Americana del
Cáncer tiene guías adicionales para las personas con riesgo de moderado
a alto de cáncer colorrectal. Estas recomendaciones se describen en la
sección "¿Se puede detectar el cáncer colorrectal en sus etapas
iniciales?" Pregúntele a su médico cómo se pueden aplicar estas guías en
su situación individual.
Revised 4-04
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