Home | Community | Get Involved | Donate | | Site Index | Search 
The mark, American Cancer Society, is a registered trademark of the American Cancer Society, Inc., and may not be copied, reproduced, transmitted, displayed, performed, distributed, sublicensed, altered, stored for subsequent use or otherwise used in whole or in part in any manner without ACS's prior written consent.  
 
My Planner Register | Sign In Sign In


Información de referencia sobre el cáncer
 
    Guía del cáncer
    Otros temas
    Guías de tratamiento de la ACS y la NCCN
    Páginas en Internet relacionadas
    Folletos gratis
    Información legal y de confidencialidad
Cancer Reference Information
    Contáctenos
  Para hablar en español con un especialista en información sobre el cáncer, llame al 1-800-ACS-2345 (1-800-227-2345) o envíenos un mensaje por correo electrónico.
   
Prevención y factores de riesgo
Cáncer colorrectal

En esta sección usted encontrará las respuestas a sus preguntas acerca de estos temas: los factores de riesgo
las causas
la prevención

¿Cuales son los factores de riesgo del cáncer colorrectal?

Un factor de riesgo es aquel que aumenta las probabilidades de una persona de contraer una enfermedad como el cáncer. Los diferentes tipos de cáncer tienen diferentes factores de riesgo. Por ejemplo, la exposición sin protección a los intensos rayos solares es un factor de riesgo para el cáncer de la piel, y el fumar es un factor de riesgo para el cáncer del pulmón, laringe, boca, garganta, esófago, riñones, vejiga, colon y otros órganos. Los investigadores han identificado varios factores de riesgo que aumentan las probabilidades que tiene una persona de contraer cáncer colorrectal.

Antecedentes familiares de cáncer colorrectal: si tiene familiares de primer grado (padres, hijos o hermanos) que hayan padecido de cáncer colorrectal, usted corre un riesgo mayor de padecer esta enfermedad. Las personas con dos o más familiares cercanos con cáncer colorrectal representan alrededor del 20% de todas las personas con cáncer colorrectal. Este riesgo aumenta aun más si los parientes contrajeron la enfermedad antes de los 60 años de edad. Aproximadamente de 5% a 10% de los pacientes con cáncer colorrectal presenta una anomalía genética hereditaria que causa el cáncer. Una anomalía se denomina poliposis adenomatosa familiar (FAP, por sus siglas en inglés) y otra se llama cáncer colorrectal hereditario sin poliposis (HNPCC, por sus siglas en inglés). A continuación se describen estas anomalías. No se han reportado otras anomalías genéticas claramente identificadas.

La identificación exacta de las familias con estos síndromes es importante, ya que sus médicos podrán recomendarles medidas específicas como pruebas de detección a una edad más temprana. Esto ayudará a encontrar el cáncer más temprano o incluso evitarlo, ya que los pólipos se pueden encontrar antes de que se transformen en cáncer. Todas las personas con cáncer colorrectal deben evaluar sus antecedentes familiares respecto a la enfermedad. Las personas con antecedentes familiares que pudieran indicar un síndrome de cáncer colorrectal deben considerar la asesoría genética, ya que esto les ayudará a decidirse a someterse a un examen de detección a una edad temprana.

La Sociedad Americana del Cáncer y otras organizaciones médicas recomiendan las pruebas de detección a edad más temprana para las personas que tienen un mayor riesgo de contraer cáncer colorrectal. Estos programas de pruebas de detección son diferentes a los que generalmente se recomiendan para las personas con riesgo promedio. Si desea más información, hable con su médico y consulte la tabla de la sección "¿Puede detectarse el cáncer colorrectal en sus etapas iniciales?" en este documento.

Síndromes de cáncer colorrectal familiar: La poliposis adenomatosa familiar es una enfermedad hereditaria que hace que las personas presenten cientos de pólipos en el colon y recto. Por lo general, esto ocurre entre las edades de cinco a 40 años. El cáncer, por lo general, surge en uno o más de estos pólipos comenzando a la edad de 20 años. Al cumplir los 40 años, casi todas las personas con este desorden tendrán cáncer si no se realiza una cirugía preventiva. La poliposis adenomatosa familiar algunas veces se relaciona con el síndrome de Gardner, una afección que se manifiesta con tumores benignos (no cancerosos) de la piel, el tejido conectivo suave y los huesos. Aproximadamente 1% de todos los cánceres colorrectales se debe a este síndrome.

El cáncer colorrectal hereditario sin poliposis (HNPCC, por sus siglas en inglés) es el otro síndrome genético claramente definido. Este síndrome es responsable de 3% a 4% de todos los cánceres colorrectales y también se presenta cuando las personas son relativamente jóvenes. Aunque estas personas también tienen pólipos, sólo presentan pocos, no cientos de ellos. Las mujeres con esta condición también tienen un riesgo muy alto de padecer cáncer del endometrio (el recubrimiento de la sección superior del útero).

Los médicos han determinado la existencia de ciertas características en las familias que tienen este síndrome:

  • Al menos tres familiares padecen cáncer colorrectal.
  • Dos generaciones sucesivas han sido afectadas.
  • En uno de estos familiares el cáncer se presentó antes de los 50 años de edad.
  • Al menos dos de las personas son familiares de primer grado.
  • Si éste es el caso en su familia, le recomendamos obtener asesoría genética.

    Los médicos también sospechan de la presencia de HNPCC si, en vez de cáncer colorrectal, los miembros de la familia tienen otros cánceres asociados con esta mutación genética (cáncer del endometrio, del ovario, del intestino delgado o cáncer del recubrimiento del riñón o de los uréteres [conductos que llevan la orina desde los riñones a la vejiga]). Más aun hay sospecha si un miembro de la familia ha sido diagnosticado con cáncer colorrectal a una edad menor de 50 años antes de que se pueda hacer un diagnóstico de HNPCC.

    Antecedente étnico: se cree que los judíos con ascendencia en Europa Oriental (judíos Ashkenazi) tienen una tasa mayor de cáncer colorrectal. En las investigaciones recientes se ha encontrado una mutación genética que conduce al cáncer colorrectal en este grupo. Este cambio en el ADN ocurre más comúnmente que los otros tres síndromes de cáncer colorrectal, y se encuentra presente en aproximadamente un 6% de los judíos en Estados Unidos. En un estudio, aproximadamente 10% de los cánceres colorrectales en los judíos con ascendencia en Europa Oriental estaba asociado con esta mutación. Este cambio genético se conoce como mutación del gen l1307K APC. Sin embargo, no está claro si este cambio genético es responsable de aumentar el número de cánceres colorrectales en los judíos Ashkenazi.

    Antecedentes personales de cáncer colorrectal: si ha padecido cáncer colorrectal, aunque se le haya extirpado completamente, tiene más probabilidades de padecer nuevos cánceres en otras áreas del colon y del recto. Las probabilidades de que esto suceda son mucho mayores si usted padeció cáncer colorrectal a los 60 años o menos edad.

    Antecedentes personales de pólipos colorrectales: si usted ha tenido un pólipo adenomatoso, tiene un mayor riesgo de cáncer colorrectal, especialmente si su tamaño es grande o si son numerosos.

    En la mayoría de los casos, se desconoce por qué los pólipos se forman. Ellos tienen el mismo factor de riesgo que el cáncer colorrectal.

    Antecedentes personales de enfermedad inflamatoria intestinal crónica: la enfermedad inflamatoria intestinal crónica, incluyendo la colitis ulcerosa y la colitis de Crohn, es una condición en la cual el colon se encuentra inflamado durante un período prolongado de tiempo. Si usted padece enfermedad inflamatoria intestinal crónica, corre un mayor riesgo de padecer de cáncer colorrectal. Debe comenzar a someterse a exámenes de detección a una edad temprana y repetirlos frecuentemente. Con frecuencia el primer signo de que un cáncer puede estarse formando se llama displasia. La displasia se encuentra en el recubrimiento del colon o recto y significa que las células que recubren el colon o recto lucen como si se fueran a transformar en cáncer.

    Envejecimiento: sus probabilidades de padecer de cáncer colorrectal aumentan significativamente después de los 50 años de edad. Más del 90% de las personas a quienes se les detecta cáncer colorrectal son mayores de 50 años.

    Alimentación principalmente de origen animal: una alimentación que consista principalmente en alimentos de origen animal puede aumentar su riesgo de cáncer colorrectal. La Sociedad Americana del Cáncer recomienda que la mayoría de sus alimentos sea de origen vegetal y que limite su consumo de carnes rojas, especialmente aquellas altas en grasa o procesadas. La Sociedad Americana del Cáncer también recomienda que se ingieran al menos cinco porciones de frutas, ensaladas y verduras cada día y varias porciones de otros alimentos de origen vegetal, como por ejemplo: pan, cereales, productos de grano, arroz, pasta o frijoles. Muchas frutas y vegetales contienen sustancias que interfieren con el proceso de formación del cáncer.

    Inactividad física: si usted no es activo físicamente, tiene un mayor riesgo de padecer de cáncer colorrectal.

    Obesidad: si tiene exceso de peso, su riesgo de morir a causa de cáncer colorrectal es mayor.

    Diabetes: Las personas con diabetes tienen una probabilidad mayor (30% a 40%) de contraer cáncer colorrectal. Éstas también tienden a tener una tasa de mortalidad mayor después del diagnóstico.

    Hábito de fumar: algunos estudios recientes indican que los fumadores tienen una probabilidad de 30% a 40% mayor que los no fumadores de fallecer de cáncer colorrectal. El hábito de fumar puede ser la causa de aproximadamente un 12% de los tumores colorrectales fatales. Casi todo el mundo sabe que fumar causa cáncer en las partes del cuerpo que tienen contacto directo con el humo, por ejemplo la boca, la laringe y los pulmones. Sin embargo, algunas substancias cancerígenas se tragan y pueden causar cáncer en el sistema digestivo, como por ejemplo cáncer del esófago y cáncer colorrectal. Algunas de estas sustancias también se absorben en el torrente sanguíneo y pueden aumentar el riesgo de padecer de cáncer en los riñones, la vejiga, el cuello uterino y otros órganos.

    Consumo de alcohol: El cáncer colorrectal ha sido vinculado al consumo excesivo de alcohol. Esto puede deberse a los efectos que causa el alcohol en el ácido fólico del cuerpo. Se recomienda evitar el consumo excesivo de alcohol.

    Turno de trabajo nocturno: esto pudiese aumentar la probabilidad de contraer cáncer colorrectal. Un estudio encontró que las mujeres que trabajan el turno de noche por lo menos tres noches al mes por 15 años tenían una tasa mayor de cáncer colorrectal.

    ¿Conocemos las causas del cáncer colorrectal?

    Aunque no se conoce la causa exacta de la mayoría de los cánceres colorrectales, es posible prevenir muchos tumores colorrectales. Las siguientes guías de detección de la Sociedad Americana del Cáncer (remítase a "¿Se pueden detectar los pólipos colorrectales y el cáncer colorrectal en sus etapas iniciales?") pueden reducir el número de casos de la enfermedad, al promover la detección y extirpación de pólipos que pueden convertirse en cancerosos, y también pueden reducir la tasa de mortalidad debida al cáncer colorrectal al detectar la enfermedad en sus etapas iniciales, cuando es altamente curable.

    La prevención y la detección temprana son posibles debido a que la mayoría de los tumores colorrectales se forman a partir de pólipos adenomatosos. Los pólipos son crecimientos no cancerosos en el colon y el recto. Su extirpación puede disminuir el riesgo de una persona de contraer cáncer.

    Alimentación y ejercicio: las personas pueden disminuir su riesgo de padecer de cáncer colorrectal vigilando aquellos factores de riesgo que pueden controlarse, como por ejemplo su alimentación y actividad física. Es importante comer suficiente cantidad de frutas, ensaladas y verduras y alimentos de granos integrales, y limitar la ingestión de carnes rojas, especialmente aquellas con alto contenido de grasa o procesadas. La actividad física es otra área que las personas pueden controlar. La Sociedad Americana del Cáncer recomienda al menos 30 minutos de actividad física moderada durante 5 días o más de la semana. Si usted participa en actividades moderadas o vigorosas por 45 minutos durante 5 días o más a la semana, puede disminuir aun más su riesgo de contraer cáncer del seno y colorrectal. Si tiene sobrepeso, usted le puede preguntar a su médico sobre un plan para bajar de peso apropiado para usted. Para más información sobre la alimentación y la actividad física, consulte nuestro documento "Guías de la Sociedad Americana del Cáncer sobre nutrición y prevención del cáncer".

    Vitaminas y calcio: algunos estudios indican que, si se toma diariamente un complejo multivitamínico que contenga ácido fólico o folato, se puede reducir el riesgo de padecer de cáncer colorrectal. Otros estudios indican que el aumento de la ingestión de calcio mediante suplementos o productos lácteos con bajo contenido de grasa reducirán el riesgo. Algunos estudios han sugerido que la vitamina D, la cual puede obtenerse mediante la exposición al sol o mediante una pastilla de vitamina o leche, puede reducir el riesgo de cáncer colorrectal. De hecho, la tasa de este cáncer es menor en los estados del sur y suroeste de los Estados Unidos. Por supuesto que la exposición excesiva al sol puede causar cáncer de la piel, y no se recomienda como forma de reducir el riesgo de cáncer colorrectal. La vitamina D pudiera funcionar mejor si también toma calcio.

    Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos: en muchos estudios se ha determinado que las personas que usan regularmente aspirina y otros medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID, por sus siglas en inglés), tales como ibuprofén (Motrin, Advil y naproxen (Aleve) tienen de un 20% a un 50% menos riesgo de padecer de cáncer colorrectal y pólipos adenomatosos. La mayoría de estos estudios, sin embargo, se basan en las observaciones de personas que tomaron estos medicamentos por razones, como artritis o prevención de ataques al corazón. Dos estudios recientes mostraron evidencia aun más contundente en relación con la capacidad de la aspirina de prevenir el crecimiento de pólipos. La ventaja de estos estudios recientes consiste en que la persona fue seleccionada al azar por los investigadores para recibir aspirina o un placebo inactivo. Uno de los estudios incluye a personas que fueron anteriormente tratadas contra el cáncer colorrectal en etapas tempranas, mientras que el otro estudio incluyó a personas a quienes se les habían extirpando pólipos.

    Sin embargo, los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos pueden causar sangrado que puede ser grave o atentar contra la vida debido a la irritación del estómago. De hecho, existe información reciente en el sentido de que los riesgos de sangrado grave superan los beneficios de estos medicamentos en la población general. Por esta razón, los expertos no recomiendan los medicamentos antiinflamatorios no esteroides como estrategia para prevenir el cáncer en las personas que tienen un riesgo promedio de padecer de cáncer colorrectal. Sin embargo, se está estudiando activamente el valor de estos medicamentos para las personas con un riesgo mayor de cáncer colorrectal. Recientemente, la Food and Drug Administration (FDA) aprobó el uso de Celecoxib (Celebrex) para reducir la formación de pólipos en personas que padecen poliposis adenomatosa familiar. La ventaja de este medicamento y de otro similar llamado rofecoxib (Vioxx) es que no causan sangrado estomacal.

    Hormonas femeninas: la terapia hormonal restitutiva (HRT, por sus siglas en inglés) en las mujeres después de la menopausia puede reducir ligeramente su riesgo de cáncer colorrectal. Además, la HRT reduce el riesgo de padecer de osteoporosis, pero puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiacas, coágulos sanguíneos y cáncer del seno y de cáncer uterino. La decisión de usar la HRT debe basarse en la discusión con su médico sobre los beneficios y los riesgos pertinentes.

    Existen otros factores de riesgo que no se pueden controlar, como los antecedentes familiares significativos de cáncer colorrectal. Sin embargo, incluso si las personas tienen antecedentes de cáncer colorrectal en su familia, es posible que puedan prevenir la enfermedad. Por ejemplo, las personas que tienen antecedentes familiares de cáncer colorrectal se pueden beneficiar si comienzan a someterse a exámenes de detección a una edad más temprana y con mayor frecuencia que las personas que no tienen este factor de riesgo.

    Las pruebas genéticas pueden ayudar a determinar cuáles miembros de ciertas familias han heredado un alto riesgo de padecer de cáncer colorrectal. La mayoría de los médicos recomienda que las personas con poliposis adenomatosa familiar (FAP) comiencen a hacerse colonoscopias durante su adolescencia. La mayoría de los médicos recomienda que se sometan a una cirugía de extirpación del colon entre los veinte y los treinta años de edad para evitar la formación del cáncer.

    El riesgo para las personas con cáncer colorrectal hereditario sin poliposis (HNPCC) no es tan alto como para las personas con FAP. Los médicos recomiendan que las personas con HNPCC se sometan a pruebas de colonoscopias entre los veinte y los treinta años de edad a fin de extirpar los pólipos y detectar cualquier cáncer en la etapa más temprana posible. Sin embargo, usualmente no se recomienda la extirpación del colon en las personas con HNPCC.

    Los judíos Ashkenazi con la mutación del gen I1307K APC tienen un riesgo ligeramente mayor de cáncer colorrectal, pero no padecen de estos cánceres a una edad muy temprana. Por estas razones, la mayoría de los médicos sugiere que ellos sigan cuidadosamente las recomendaciones usuales para la detección del cáncer colorrectal, pero usualmente no se sugiere someterse a exámenes a una edad más temprana o con mayor frecuencia.

    Dado que no se pueden prevenir algunos tumores colorrectales, su detección temprana es la mejor manera de mejorar las probabilidades de curación y reducir el número de fallecimientos causados por esta enfermedad.

    Además de las recomendaciones sobre detección para las personas con riesgo medio de padecer de cáncer colorrectal a Sociedad Americana del Cáncer tiene guías adicionales para las personas con riesgo de moderado a alto de cáncer colorrectal. Estas recomendaciones se describen en la sección "¿Se puede detectar el cáncer colorrectal en sus etapas iniciales?" Pregúntele a su médico cómo se pueden aplicar estas guías en su situación individual.

    ¿Se puede prevenir el cáncer colorrectal?

    Aunque no se conoce la causa exacta de la mayoría de los cánceres colorrectales, es posible prevenir muchos tumores colorrectales. Las siguientes guías de detección de la Sociedad Americana del Cáncer (remítase a "¿Se pueden detectar los pólipos colorrectales y el cáncer colorrectal en sus etapas iniciales?") pueden reducir el número de casos de la enfermedad, al promover la detección y extirpación de pólipos que pueden convertirse en cancerosos, y también pueden reducir la tasa de mortalidad debida al cáncer colorrectal al detectar la enfermedad en sus etapas iniciales, cuando es altamente curable.

    La prevención y la detección temprana son posibles debido a que la mayoría de los tumores colorrectales se forman a partir de pólipos adenomatosos. Los pólipos son crecimientos no cancerosos en el colon y el recto. Su extirpación puede disminuir el riesgo de una persona de contraer cáncer.

    Alimentación y ejercicio: las personas pueden disminuir su riesgo de padecer de cáncer colorrectal vigilando aquellos factores de riesgo que pueden controlarse, como por ejemplo su alimentación y actividad física. Es importante comer suficiente cantidad de frutas, ensaladas y verduras y alimentos de granos integrales, y limitar la ingestión de carnes rojas, especialmente aquellas con alto contenido de grasa o procesadas. La actividad física es otra área que las personas pueden controlar. La Sociedad Americana del Cáncer recomienda al menos 30 minutos de actividad física moderada durante 5 días o más de la semana. Si usted participa en actividades moderadas o vigorosas por 45 minutos durante 5 días o más a la semana, puede disminuir aun más su riesgo de contraer cáncer del seno y colorrectal. Si tiene sobrepeso, usted le puede preguntar a su médico sobre un plan para bajar de peso apropiado para usted. Para más información sobre la alimentación y la actividad física, consulte nuestro documento "Guías de la Sociedad Americana del Cáncer sobre nutrición y prevención del cáncer".

    Vitaminas y calcio: algunos estudios indican que, si se toma diariamente un complejo multivitamínico que contenga ácido fólico o folato, se puede reducir el riesgo de padecer de cáncer colorrectal. Otros estudios indican que el aumento de la ingestión de calcio mediante suplementos o productos lácteos con bajo contenido de grasa reducirán el riesgo. Algunos estudios han sugerido que la vitamina D, la cual puede obtenerse mediante la exposición al sol o mediante una pastilla de vitamina o leche, puede reducir el riesgo de cáncer colorrectal. De hecho, la tasa de este cáncer es menor en los estados del sur y suroeste de los Estados Unidos. Por supuesto que la exposición excesiva al sol puede causar cáncer de la piel, y no se recomienda como forma de reducir el riesgo de cáncer colorrectal. La vitamina D pudiera funcionar mejor si también toma calcio.

    Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos: en muchos estudios se ha determinado que las personas que usan regularmente aspirina y otros medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID, por sus siglas en inglés), tales como ibuprofén (Motrin, Advil y naproxen (Aleve) tienen de un 20% a un 50% menos riesgo de padecer de cáncer colorrectal y pólipos adenomatosos. La mayoría de estos estudios, sin embargo, se basan en las observaciones de personas que tomaron estos medicamentos por razones, como artritis o prevención de ataques al corazón. Dos estudios recientes mostraron evidencia aun más contundente en relación con la capacidad de la aspirina de prevenir el crecimiento de pólipos. La ventaja de estos estudios recientes consiste en que la persona fue seleccionada al azar por los investigadores para recibir aspirina o un placebo inactivo. Uno de los estudios incluye a personas que fueron anteriormente tratadas contra el cáncer colorrectal en etapas tempranas, mientras que el otro estudio incluyó a personas a quienes se les habían extirpando pólipos.

    Sin embargo, los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos pueden causar sangrado que puede ser grave o atentar contra la vida debido a la irritación del estómago. De hecho, existe información reciente en el sentido de que los riesgos de sangrado grave superan los beneficios de estos medicamentos en la población general. Por esta razón, los expertos no recomiendan los medicamentos antiinflamatorios no esteroides como estrategia para prevenir el cáncer en las personas que tienen un riesgo promedio de padecer de cáncer colorrectal. Sin embargo, se está estudiando activamente el valor de estos medicamentos para las personas con un riesgo mayor de cáncer colorrectal. Recientemente, la Food and Drug Administration (FDA) aprobó el uso de Celecoxib (Celebrex) para reducir la formación de pólipos en personas que padecen poliposis adenomatosa familiar. La ventaja de este medicamento y de otro similar llamado rofecoxib (Vioxx) es que no causan sangrado estomacal.

    Hormonas femeninas: la terapia hormonal restitutiva (HRT, por sus siglas en inglés) en las mujeres después de la menopausia puede reducir ligeramente su riesgo de cáncer colorrectal. Además, la HRT reduce el riesgo de padecer de osteoporosis, pero puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiacas, coágulos sanguíneos y cáncer del seno y de cáncer uterino. La decisión de usar la HRT debe basarse en la discusión con su médico sobre los beneficios y los riesgos pertinentes.

    Existen otros factores de riesgo que no se pueden controlar, como los antecedentes familiares significativos de cáncer colorrectal. Sin embargo, incluso si las personas tienen antecedentes de cáncer colorrectal en su familia, es posible que puedan prevenir la enfermedad. Por ejemplo, las personas que tienen antecedentes familiares de cáncer colorrectal se pueden beneficiar si comienzan a someterse a exámenes de detección a una edad más temprana y con mayor frecuencia que las personas que no tienen este factor de riesgo.

    Las pruebas genéticas pueden ayudar a determinar cuáles miembros de ciertas familias han heredado un alto riesgo de padecer de cáncer colorrectal. La mayoría de los médicos recomienda que las personas con poliposis adenomatosa familiar (FAP) comiencen a hacerse colonoscopias durante su adolescencia. La mayoría de los médicos recomienda que se sometan a una cirugía de extirpación del colon entre los veinte y los treinta años de edad para evitar la formación del cáncer.

    El riesgo para las personas con cáncer colorrectal hereditario sin poliposis (HNPCC) no es tan alto como para las personas con FAP. Los médicos recomiendan que las personas con HNPCC se sometan a pruebas de colonoscopias entre los veinte y los treinta años de edad a fin de extirpar los pólipos y detectar cualquier cáncer en la etapa más temprana posible. Sin embargo, usualmente no se recomienda la extirpación del colon en las personas con HNPCC.

    Los judíos Ashkenazi con la mutación del gen I1307K APC tienen un riesgo ligeramente mayor de cáncer colorrectal, pero no padecen de estos cánceres a una edad muy temprana. Por estas razones, la mayoría de los médicos sugiere que ellos sigan cuidadosamente las recomendaciones usuales para la detección del cáncer colorrectal, pero usualmente no se sugiere someterse a exámenes a una edad más temprana o con mayor frecuencia.

    Dado que no se pueden prevenir algunos tumores colorrectales, su detección temprana es la mejor manera de mejorar las probabilidades de curación y reducir el número de fallecimientos causados por esta enfermedad.

    Además de las recomendaciones sobre detección para las personas con riesgo medio de padecer de cáncer colorrectal a Sociedad Americana del Cáncer tiene guías adicionales para las personas con riesgo de moderado a alto de cáncer colorrectal. Estas recomendaciones se describen en la sección "¿Se puede detectar el cáncer colorrectal en sus etapas iniciales?" Pregúntele a su médico cómo se pueden aplicar estas guías en su situación individual.

    Revised 4-04

    página fácil de imprimir
    envíe esta página
    Not registered yet?
      Register now or see reasons to register.  
    Help | About ACS | Información legal y de confidencialidad
    Copyright 2004 © American Cancer Society, Inc.
    Todo el contenido y obras creadas anotados en este sitio de Internet
    son propiedad de la Sociedad Americana del Cáncer (American Cancer Society, Inc.)
    la cual tiene todos los derechos sobre los mismos. Todos los derechos reservados.