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Office of the Press Secretary
10 de junio de 2003
DECLARACIONES DEL PRESIDENTE SOBRE LA LEY QUE NINGÚN NIÑO SE QUEDE ATRÁS
The Rose Garden
2:10 P.M. EDT
EL PRESIDENTE: Muchísimas gracias a todos. Sírvanse tomar asiento.
Muchas gracias. Bienvenidos a la Casa Blanca y al bello Jardín de Rosas.
Deseo agradecerles por venir hoy a ayudarnos a conmemorar los logros,
logros significativos, que hemos alcanzado al asegurarnos de que nuestras
escuelas públicas satisfagan nuestro objetivo, que es que cada uno de los
niños en Estados Unidos reciba una educación de alta calidad.
El año pasado, tuve el honor de promulgar una ley de reformas
históricas. La Ley Que Ningún Niño Se Quede Atrás (No Child Left Behind
Act) establece un objetivo claro para la educación estadounidense. Cada
niño en cada escuela debe rendir según el nivel de su grado en las
asignaturas básicas que son clave para que todos aprendan a leer y
matemáticas. La ambiciosa meta es el deber fundamental de cada una de las
escuelas y deber alcanzarse, y así será.
Para asegurarnos de que se cumpla este objetivo, la ley No Child Left
Behind requiere que cada estado de nuestro país presente un plan de
responsabilidad que conduzca a logros cuantificables en el rendimiento de
los estudiantes. Hasta ahora, todos los estados, además de Puerto Rico y el
Distrito de Columbia, han presentado dichos planes. Y es por ello que
celebramos esta reunión.
La era de las expectativas bajas y los estándares bajos llega a su
fin; llega una era de gran esperanza y resultados comprobados. Y juntos,
estamos cumpliendo con una promesa: Cada niño en los Estados Unidos
aprenderá y ningún niño se quedará atrás. (Aplausos.)
Deseo agradecerle a nuestro Secretario de Educación por su servicio a
nuestro país. Lo conocí por primera vez cuando él era superintendente en
Texas. Era el superintendente del Houston Independent School District, y
me pareció que si podía manejar eso... (risas)... podía manejar cualquier
cosa que Washington le encargase. Pero está realizando una gran labor, como
también lo está haciendo su personal. Deseo darles las gracias a los
funcionarios principales de las escuelas estatales que nos acompañan hoy.
Gracias por establecer estándares tan altos. Gracias por su inquietud y
preocupación por los niños de nuestra nación.
Quiero agradecerles a los miembros del Congreso que están hoy aquí.
Veo a unos cuantos senadores y miembros de la Cámara de Representantes.
Deseo honrar en particular a los dos presidentes que hicieron que el
proyecto de ley fuera realidad, el Presidente Judd Gregg, el Presidente
John Boehner -- Judd del Senado, John de la Cámara de Representantes.
Deseo agradecerles por su liderazgo. Cuando sostuvimos las negociaciones
sobre el proyecto de ley y las conversaciones sobre el proyecto de ley, no
recuerdo cuál de los dos dijo, ¿Va a hacerle seguimiento? Dije que sí, que
le haríamos seguimiento. Estamos haciéndole seguimiento como deseaba que lo
hiciéramos. Y gracias por estar aquí. (Aplausos.)
Por supuesto que veo al Presidente Regula, Specter, Hatch, Alexander,
Murkowski... será mejor que me detenga. Pero de todas maneras, gracias a
todos por estar aquí. (Aplausos.)
Durante demasiados años, la reforma de la educación parecía ser una
batalla perdida. Iban y venían las modas mientras que los estudiantes eran
pasados de grado en grado, sin importar si aprendían o no. Como resultado,
las pruebas nacionales mostraron que menos de uno de cada cuatro
estudiantes de cuarto grado estaban leyendo bien y que sólo cuatro de cada
10 estudiantes de último año de la escuela secundaria leían con destreza.
Ya que simplemente estábamos pasando a los niños por el sistema, comenzamos
a pagar un precio alto.
Pero afortunadamente, reconocimos el problema y tomamos medidas. Diría
que nosotros, no solamente los republicanos sino los demócratas, todos
nosotros, nos juntamos para concentrarnos en un problema significativo de
nuestro país. Ahora estamos desafiando directamente la intolerancia de las
bajas expectativas. Según la ley No Child Left Behind, se hará que cada
estudiante en este país cumpla con estándares altos y cada escuela dará
cuentas por los resultados. Los maestros recibirán la capacitación que
necesitan para ayudar a sus estudiantes a tener éxito. Los padres recibirán
la información y las opciones que necesitan para asegurarse de que sus
hijos aprendan. Y juntos llevaremos la promesa de la educación de calidad a
cada niño de los Estados Unidos.
Parte de la respuesta son los fondos, y estamos cumpliendo con
nuestras obligaciones aquí en Washington, D.C. El gobierno federal está
invirtiendo más dinero en la educación primaria y secundaria que en
cualquier otra época de la historia estadounidense. El presupuesto para el
próximo año aumenta los fondos de educación a $53,100 millones, un aumento
de $11,000 millones desde que asumí el cargo. Y no hace mucho que asumí el
cargo. Los fondos para el Título 1, un programa que ayuda a la mayoría de
nuestros estudiantes desaventajados, ha aumentado en un 33 por ciento a
$11,600 millones. Y desde que asumí el cargo, hemos triplicado la cantidad
que estamos gastando en los programas de lectura eficaces a más de $1,000
millones.
A nivel federal, estamos metiéndole más dinero al sistema. También es
importante que nuestros conciudadanos entiendan que hay más dinero
disponible para que nuestros estados lo pongan en los sistemas de
responsabilidad, para que los estados le den capacitación a sus maestros
sobre los métodos que surten efecto, y para que los estados proporcionen
ayuda adicional a los estudiantes que la necesiten.
Pero también es importante reconocer que meterle dinero a los sistemas
que no enseñan y rehúsan cambiar no ayudará a nuestros niños. Ayudamos a
los niños al medir el progreso educacional de cada uno de los niños y al
insistir en cambios cuando no se alcancen logros. Estamos gastando más en
las escuelas, pero el cambio es que ahora pedimos resultados. Y dichos
resultados deben ser probados y aquellos resultados deben ser cuantificados
todos los años.
El éxito tiene lugar cuando tenemos líderes buenos en nuestras
escuelas... líderes que buscan la verdad, líderes que están dispuestos a
enfrentar la realidad y líderes que creen en el valor de cada uno de los
niños. Y hoy nos acompaña una líder tal. Linda Reksten nos acompaña hoy.
Linda es la directora de Disney
Elementary School en Burbank, California. Es una escuela del Título 1, en
la que más de la mitad de los estudiantes no dominan el inglés y casi dos
tercios provienen de familias de bajos ingresos.
Hace cuatro años, sus estudiantes se encontraban en los percentiles 40
y 44 en las pruebas de entendimiento de lectura y matemáticas en las
pruebas estatales. Y su escuela fue a parar en una lista de escuelas con
bajo rendimiento. Inicialmente, dijo Linda, ella y sus maestros se sentían
impotentes, se sentían abrumados. Pero se sobrepusieron a su desaliento y
se pusieron a trabajar.
Y esto es lo que hizo la escuela Disney. Iniciaron un programa
riguroso para cuantificar el progreso de cada niño varias veces al año. Los
maestros que inicialmente se mostraban escépticos con respecto a las
pruebas - y estoy seguro de que los líderes estatales han escuchado ese
tipo de escepticismo anteriormente - aprendieron cómo utilizar los
resultados de las pruebas para adecuar sus lecciones y asegurarse de que
cada niño sobresaliera. El ánimo mejoró. Los problemas de disciplina
disminuyeron. Y el año pasado, los estudiantes de Disney recibieron
puntajes en el percentil 58 en comprensión de la lectura, y el percentil 71
en matemáticas. Y ese es un progreso tremendo.
Y permítanme decirles lo que Linda dijo. Dijo, "Es esta evaluación
constante lo que nos dice qué hacer seguidamente, una vez que contamos con
los datos de las pruebas y sabemos cuáles son las lagunas, sabemos dónde se
encuentra cada niño". Linda tiene razón. Ha mostrado lo que funciona en la
educación. Es un modelo de reforma educativo. Me enorgullece que esté aquí.
Gracias por su liderazgo y gracias por su corazón. (Aplausos.)
Lo principal de la ley No Child Left Behind es que cada niño debe dar
pruebas en las materias básicas, comenzando temprano, porque las pruebas
muestran qué están aprendiendo los niños y en qué necesitan ayuda. También
necesitamos darles capacitación a los maestros en los métodos de enseñanza
comprobados científicamente para que sus estudiantes puedan alcanzar
logros. Y si no se enseña lo básico y si nuestros niños no cumplen con los
estándares, se debe hacer que las escuelas den cuentas. Debe haber una
consecuencia. No debe aceptarse el status quo si una escuela es mediocre.
Estamos alcanzando muchos logros en términos de la implementación de
nuestros sistemas de responsabilidad. Durante los cinco meses pasados,
hemos aprobado los planes de responsabilidad de 33 estados, además del
Distrito de Columbia y Puerto Rico. Y hoy conmemoramos un hito histórico
de la responsabilidad. Esta mañana, el Secretario Paige aprobó los planes
de 17 estados más, lo cual nos lleva a un total de 100 por ciento de los
planes de responsabilidad en efecto. (Aplausos.)
Deseo agradecerles nuevamente al Secretario y a su personal, y a los
jefes de educación, por ayudar a esta nación a alcanzar grandes logros
cuando se trata de la reforma de la educación. Tengan en cuenta que en
enero del 2001, solamente 11 estados cumplían con la ley de educación de
1994. Cada estado, además de Puerto Rico y el distrito, cumplen ahora con
la ley No Child Left Behind después de un año.
Los educadores acogen un nuevo nivel de responsabilidad, el cual crea
una nueva cultura para las escuelas de nuestra nación, una cultura de
logros, una cultura de resultados por encima del proceso. En esta nueva
cultura, los planes de responsabilidad impulsan las reformas. Contienen
plazos y proyecciones que muestran cómo los estados harán que todos los
estudiantes rindan según el nivel de su grado en la lectura y las
matemáticas para el año 2014. Se dará pruebas a todos los estudiantes,
pruebas concebidas por los estados, no por el gobierno federal.
Se requiere que las escuelas desglosen los datos de las pruebas al
separar los resultados por raza y origen para asegurarnos de que todos los
grupos de niños estén aprendiendo. Todas las escuelas deben poner a la
disposición de los padres y el público tarjetas de calificaciones con estos
resultados, de manera que sepamos cuáles escuelas están teniendo éxito y
cuáles no.
Aunque los planes tienen estos elementos en común, cada plan es único
porque cada estado y sus comunidades son únicos. Las personas locales están
recibiendo las herramientas que necesitan para determinar si los niños
están aprendiendo y si sus escuelas están teniendo éxito. Las personas
locales están trazando el camino hacia la excelencia y eso es importante
porque las personas locales saben qué es lo mejor para sus propios hijos y
sus propias escuelas.
El desarrollo de esos planes involucró mucho trabajo arduo. Los
gobernadores dieron un paso hacia adelante, junto con los jefes de
educación. También deseo agradecerles a los directores y los maestros y los
padres en el frente que están esforzándose tanto por mejorar nuestras
escuelas públicas. En vez de darse por vencidos, decidieron desafiar el
status quo y ayudar a cada niño. En nombre de esta nación, deseo
agradecerles a todos aquellos que están involucrados en las escuelas
públicas de los Estados Unidos, todos aquellos que exigen la excelencia,
por su servicio a nuestro país.
Y ahora esperamos con interés la próxima fase de las reformas a la
educación. La ley requiere que cada estado publique una lista de sus
escuelas que necesitan mejoras antes del inicio del año escolar. Estas
escuelas en dichas listas inmediatamente cumplen con los requisitos de la
ayuda estatal que pueden ayudarlos a mejorar. La escuela permanece en la
lista durante dos años. Los padres tendrán la opción de pasar a sus hijos a
otra escuela pública en el mismo distrito. Si una escuela permanece en la
lista durante tres años, al padre se le dará la opción de programas de
tutoría con una trayectoria comprobada, programas en los cuales pueden
matricular a sus hijos sin costo alguno.
La ley No Child Left Behind da a los padres y a los estudiantes
alternativas cuando las escuelas no tienen un buen rendimiento. Algunas de
estas escuelas, indudablemente, tomarán decisiones difíciles. Eso está
bien. Recuerden lo que se arriesga. Cuando un estudiante aprueba grado en
grado sin saber leer ni escribir, sumar ni restar, el daño puede durar toda
una vida. No debemos tolerar un sistema que simplemente se da por vencido
temprano con respecto a un niño. No debemos tolerar las viejas excusas.
Debemos desafiar los fracasos persistentes. Y eso es precisamente lo que
hará esta nación. (Aplausos.) Estamos insistiendo en altos estándares y
grandes logros por todas las escuelas en todos los rincones de los Estados
Unidos debido a una noción fundamental que cada niño puede aprender en este
país.
Es una época emocionante para los Estados Unidos; realmente lo es.
Enfrentamos desafíos, pero tenemos un plan para el éxito. La ley No Child
Left Behind traza el camino para un futuro mejor. También tenemos una
ventaja mayor que la ley. Contamos con la voluntad y el carácter del pueblo
estadounidense.
Los padres y los maestros y los directores y los jefes de educación están
cumpliendo con su promesa de no dejar a ningún niño atrás. Continuaremos de
su lado mientras ayuden a la próxima generación a hacer realidad la
grandeza de nuestro país.
Y vivimos en un país grandioso, un país de grandes valores, un país de
esperanza, un país que cree en lo mejor para cada uno de los ciudadanos que
viven en nuestro territorio.
Que Dios bendiga su trabajo y que Dios continúe bendiciendo a los
Estados Unidos de Norteamérica. (Aplausos.)
END 2:05 P.M. EDT
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