La aspergilosis es una infección, un crecimiento o una respuesta alérgica causada por el hongo Aspergillus.

La aspergilosis es causada por un hongo (Aspergillus) que suele crecer en hojas muertas, granos almacenados, pilas de estiércol o abono u otra vegetación en descomposición.

La enfermedad puede manifestarse de tres maneras: como una reacción alérgica en las personas que sufren de asma (aspergilosis pulmonar del tipo broncopulmonar alérgico); como una colonización y un crecimiento en una cavidad pulmonar vieja ya sanada de una enfermedad previa, tal como una tuberculosis o un absceso pulmonar, donde produce una bola fúngica denominada aspergiloma; y como una infección invasiva con neumonía que se disemina a otras partes del organismo por medio del torrente sanguíneo (aspergilosis pulmonar del tipo invasivo).

La infección invasiva puede afectar los ojos y causar ceguera, y además puede afectar otras partes del cuerpo, en especial el corazón, pulmones, cerebro y riñones. La tercera manifestación es casi exclusiva de las personas inmunosuprimidas debido a cáncer, SIDA, leucemia, trasplante de órganos, altas dosis de cortisona, quimioterapia o por una enfermedad que reduzca el número de glóbulos blancos normales.

Síntomas de la aspergilosis alérgica:

• Fiebre
• Malestar
• Tos
• Tos con sangre o tapones mucosos de color castaño
• Sibilancia
• Pérdida de peso
• Recurrencia de los episodios de obstrucción pulmonar

Síntomas de una infección invasiva:

• Fiebre
• Escalofríos
• Dolores de cabeza
• Tos
• Insuficiencia respiratoria
• Dolor torácico
• Aumento en la producción de esputo que puede tener sangre
• Dolor de huesos
• Sangre en la orina
• Disminución del gasto urinario
• Pérdida de peso
• Síntomas que involucran órganos específicos:
  • cerebro: meningitis
  • ojos: ceguera o deterioro visual
  • senos paranasales : sinusitis
  • corazón: endocarditis

• radiografía de tórax o TC anormales
• tinción y cultivo de esputo que muestran hongos del tipo Aspergillus
• biopsiade tejidos (ver Broncoscopia con biopsia transtraqueal ) para aspergilosis)
• prueba cutánea de antígeno para Aspergillus
• anticuerpos precipitina para aspergilosis
• aumento de IgE total en el suero (inmunoglobulina)
• eosinofilia periférica con enfermedad alérgica

El objetivo del tratamiento es controlar la infección sintomática. Una bola fúngica no suele requerir tratamiento, a menos que haya sangrado en los tejidos pulmonares asociado con la infección, caso en el cual es necesario realizar una excisión quirúrgica.

La aspergilosis invasiva es tratada durante varias semanas con amfotericina B intravenosa, un medicamento antimicótico. También se puede utilizar itraconazol o voriconazol.

La endocarditis causada por el Aspergillus se trata mediante la extirpación quirúrgica de las válvulas cardíacas infectadas y una terapia a largo plazo con amfotericina B.

La aspergilosis alérgica se trata con prednisona oral y algunas personas les puede ayudar la desensibilización a la alergia. Los agentes antimicóticos no son de ayuda para las personas con aspergilosis alérgica.

Se ha observado un mejoramiento gradual en pacientes con aspergilosis alérgica, mientras que la aspergilosis invasiva puede ser resistente a tratamientos con medicamentos y progresar hasta provocar la muerte del paciente. La enfermedad subyacente y el estado inmunológico de una persona con aspergilosis invasiva también pueden afectar el pronóstico general.

• La amfotericina B puede causar deterioro del riñón y efectos secundarios desagradables.
• La enfermedad pulmonar invasiva puede causar sangrado masivo de los pulmones.

Se debe buscar asistencia médica si los síntomas sugieren la presencia de esta enfermedad; además, si se presenta una disminución del gasto urinario mientras se reciben medicamentos antimicóticos o en caso de que se presente fiebre, escalofríos, dolores de cabeza u otros síntomas de empeoramiento.

Se debe tener cuidado con el consumo de medicamentos inmunosupresores. La prevención del SIDA evita la ocurrencia de enfermedades oportunistas, incluyendo aspergilosis, que están asociadas con un sistema inmunológico dañado o incompetente.