Es una enfermedad causada por la inhalación de un hongo que se encuentra en los suelos de ciertas regiones del sudoeste de los Estados Unidos, México, Centroamérica y Sudamérica, y que puede provocar una condición pulmonar crónica.

La infección es causada por la inhalación de las esporas de un hongo que se encuentra en regiones desérticas como Arizona o el Valle de San Joaquín de California. Esta infección puede presentarse de forma aguda, crónica o diseminada.

La forma crónica suele desarrollarse después de un período latente que puede durar entre meses y años después de sufrir una infección inicial benigna y que puede pasar sin ser diagnosticada. Se pueden formar abscesos pulmonares que al romperse en los espacios pleurales pueden causar empiema (pus en el espacio pleural) o fístula broncopleural. Se puede formar de manera gradual cicatrización (fibrosis) y cavidades en la parte superior de los pulmones a medida que la forma crónica de coccidioidomicosis progresa lentamente a lo largo de los meses o los años.

Sin embargo, la mayoría de las infecciones de coccidioidomicosis pulmonar no se convierten en crónicas. En efecto, la mayoría de las infecciones no presentan síntomas y sólo se reconocen mediante una prueba cutánea de coccidioidina positiva.

Las personas de piel oscura y aquellas con un sistema inmune débil son más susceptibles a la infección y tienen más probabilidades de desarrollar las formas crónica o diseminada (que se extiende a otros órganos) de la enfermedad.

• toscrónica
• esputo con sangre
• pérdida del apetito
• pérdida de peso
• fiebre
• dificultad respiratoria

Los síntomas adicionales que pueden estar asociados con esta enfermedad son:

• sibilancias
• sudoración excesiva
• rigidez en las articulaciones
• dolor en el pecho
• dolor de cabeza

• frotis del esputo (examen KOH)
• cultivo de hongos del esputo
• título de fijación del complemento coccidioides sérico (serología)
• CSC con diferencial
• radiografía de tórax
• examen con TC del tórax
• prueba cutánea de coccidioidina o esferulina
• broncoscopia
• broncoscopia con biopsia transbronquial
• biopsia de pulmón abierto
• mediastinoscopia
• punción lumbar (punción espinal) para excluir el compromiso de meningitis

Se presciben medicamentos antimicóticos para tratar la infección; el antibiótico intravenoso Anfotericina B se utiliza para las formas severas de la enfermedad, el Itraconazol y el Fluconazol son opciones de antibióticos orales que actúan contra éste hongo. El Ketoconazol es otra alternativa pero parece menos efectivo. También es crucial el tratamiento de cualquier estado inmunocomprometido (como SIDA) y la minimización de los medicamentos inmunosupresores (como los esteroides o la quimioterapia), si se espera que el sistema inmune del paciente combata adecuadamente la infección micótica de coccidioidomicosis.

El pronóstico por lo general es bueno con tratamiento, aunque se pueden presentar recaídas. Algunos pacientes, como aquellos que están inmunocomprometidos (por SIDA o drogas inmunosupresoras), pueden requerir medicamentos antimicóticos durante toda la vida para evitar la recaída.

efusión pleuralrecaída o infección coccidioidomicosis diseminada meningitis por coccidiodomicosis artritiserupción empiema fístula broncopleural cicatrización pulmonar (fibrosis) cavidades pulmonares

Se debe solicitar asistencia médica si empeoran los síntomas de coccidioidomicosis o no mejoran con el tratamiento; así mismo, si se desarrollan nuevos síntomas.

Debido a que la coccidioidomicosis por lo general no produce síntomas o en la mayoría de las infecciones sintomáticas generalmente se resuelve con rapidez, por sí sola, sin producir síntomas significativos, generalmente no hay necesidad de evitar la infección. Las personas inmunocomprometidas, como los pacientes de SIDA y aquellos que consumen medicamentos inmunosupresores, pueden evitar viajar a regiones donde se encuentra este hongo, si desean minimizar el riesgo de desarrollar este trastorno crónico poco común.