Para realizar este examen se administra lentamente una droga llamada Tensilón a través de una vía IV. Es posible que el médico intente fatigar los músculos del paciente haciéndole realizar varios ejercicios como contar hasta 100 hasta que la voz se pierda o mantener los brazos levantados por encima de los hombros hasta que se caigan. Se administra el Tensilón restante.

El paciente debe realizar movimientos musculares repetitivos como cruzar y descruzar las piernas, prestando atención particular al hecho de si la fortaleza muscular mejora con el Tensilón.

La prueba se puede repetir e igualmente se puede administrar una dosis adicional de Tensilón para ayudar a diferenciar entre una miastenia grave y otras condiciones.

Generalmente no se necesita ningún tipo de preparación, aunque se debe seguir una dieta o cualquier otra indicación dada por el médico.

Se siente un pinchazo agudo al insertar la aguja en la vía IV y pueden presentarse algunos efectos secundarios a la droga.

El examen ayuda en el diagnóstico de una miastenia grave, puede ayudar a diferenciar una condición miasténica de otras condiciones neurológicas similares y se puede utilizar para evaluar una terapia con anticolinesterasa oral.

En los casos de miastenia grave, los músculos mejoran inmediatamente después de administrar el Tensilón. El beneficio máximo sólo dura varios minutos.

En una crisis miasténica (exacerbación de la enfermedad que requiere una terapia anticolinesterasa), hay una mejoría breve en la fuerza muscular.

En una crisis colinérgica (sobredosis de anticolinesterasa), el Tensilón exagera la debilidad muscular.

Una de las condiciones adicionales por las que se puede realizar este examen es el síndrome de Lambert-Eaton.

Los riesgos están representados por los efectos secundarios de la droga, incluyendo la insuficiencia respiratoria.

No son pertinentes.