Es la inflamación de las glándulas meibonianas, un grupo de glándulas en los párpados que segregan aceites (glándulas sebáceas). Estas glándulas están ubicadas dentro de la estructura del párpado y poseen orificios diminutos para liberar sus secreciones sobre los bordes de los párpados.

Cualquier condición que ocasione un incremento en la densidad de las secreciones aceitosas de las glándulas meibonianas hace que estos excesos se acumulen en los bordes de los párpados, provocando en ellos un aumento en el número de las bacterias que normalmente están presentes en la piel.

Las posibles causas del exceso y la densidad de estas secreciones son las alergias, la adolescencia o condiciones generales de la piel como la rosácea. La meibomianitis a menudo está asociada con blefaritis, la cual puede causar una acumulación de una sustancia similar a la caspa en los párpados.

• Inflamación de los bordes del párpado
• Visión levemente borrosa que se aclara al parpadear, ocasionada por el exceso de aceite en las lágrimas
• Frecuentes orzuelos

La meibomianitis se puede diagnosticar por medio de un examen de los ojos. No se requieren pruebas especiales.

Los síntomas pueden usualmente minimizarse limpiando cuidadosamente los bordes de los párpados. El médico puede prescribir ungüentos antibióticos que se pueden aplicar en esta área.

Si se presenta una condición cutánea general como el acné o la rosácea, es posible que se deba iniciar un tratamiento.

La meibomianitis no es una condición que atente contra la visión y la mayoría de los pacientes se recupera con el tratamiento.

Se debe buscar asistencia médica si la condición no mejora con el tratamiento o si se desarrollan orzuelos.

La meibomianitis sintomática se puede ayudar a prevenir con una buena higiene del párpado y tratando las condiciones cutáneas generales asociadas. Ciertos alimentos como el chocolate pueden agravar esta condición.