Planeamiento y manejo nutricional para las personas con cáncer.

Las personas con cáncer tienen riesgo de desarrollar deficiencias nutricionales que pueden ser el resultado del mismo cáncer o de los efectos secundarios de tratamientos comunes para el cáncer, tales como la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia.

Los tumores malignos comprometen directamente el estado nutricional, alterando el metabolismo y causando pérdida del apetito. Los cambios que se presentan en el metabolismo son aumento del ritmo metabólico basal e incremento en el gasto de energía total. Este aumento en el consumo de energía significa que la persona requiere más calorías para mantener su peso actual y la masa corporal magra.

También hay cambios individuales en el metabolismo de carbohidratos, proteínas y grasas que contribuyen a la pérdida del músculo esquelético y las reservas de tejido adiposo (grasa). La anorexia asociada con el cáncer es probablemente el resultado de los cambios fisiológicos, pero también puede deberse a la respuesta sicológica a la enfermedad.

Existen varios factores que pueden contribuir al tipo y grado de deficiencias nutricionales:

• El órgano principal donde está el tumor maligno
• La gravedad del cáncer en el momento del diagnóstico
• Los síntomas experimentados por las personas con cáncer
• El tipo y frecuencia del tratamiento contra el cáncer que se esté usando y los efectos secundarios asociados con ese tratamiento (cirugía, radiación o quimioterapia)
• El efecto del tumor maligno o la enfermedad en la ingestión, tolerancia y utilización de alimentos y nutrientes

Las personas con cáncer requieren frecuentemente de una dieta alta en calorías para evitar la pérdida de peso; al igual que de una dieta alta en proteínas para evitar el debilitamiento muscular. Los alimentos que tienen alto contenido de calorías y proteínas son la mantequilla de maní, la leche entera, las malteadas, las carnes y los quesos, entre otros.

Algunas personas con cáncer desarrollan una aversión a las grasas, razón por la cual se les debe suministrar una dieta con alimentos ricos en proteínas y con bajo contenido de grasa (malteadas bajas en grasa, yogur, requesón o cuajada, carnes magras).

Para que la dieta se mantenga bien balanceada, es necesario consumir frutas y verduras y, para aumentar las calorías, se deben consumir más jugos de frutas o frutas deshidratadas en vez de frutas enteras. El hecho de escoger vegetales ricos en calorías como el maíz, la arveja y calabazas también aumentan las calorías en la dieta.

Los efectos secundarios de las terapias comunes contra el cáncer varían de acuerdo con el tratamiento y área del cuerpo tratada. Los siguientes son algunos efectos secundarios y algunas recomendaciones útiles, las cuales no reemplazan, sino que complementan los medicamentos que se puedan utilizar para aliviar estos síntomas.

MASTICACIÓN Y DIFICULTAD PARA DEGLUTIR
Los líquidos espesos como malteadas o comidas semi-sólidas, tales como purés de papa y salsas, pueden ser más fáciles de deglutir y ayudan a prevenir la aspiración (inhalación de alimento).

DOLOR, NÁUSEAS, VÓMITOS, DIARREA
La ingestión de un alimento inmediatamente antes o después de la administración del tratamiento, al igual que la adopción de una postura correcta cuando se está comiendo, pueden contribuir a aliviar estos síntomas.

CAMBIOS DE SABOR Y AVERSIONES

• Se deben ofrecer comidas blandas y evitar sabores fuertes, como condimentos, comidas ácidas y agrias.
• Se deben suministrar comidas frías y evitar las comidas calientes o tibias.
• No se deben consumir alimentos con olores fuertes.
• Si la persona tiene náuseas severas, no se le debe ofrecer su "comida favorita", a menos que la pida, porque ingerir algo cuando se tiene náuseas puede generar una aversión a ese alimento.

PÉRDIDA DE PESO CORPORAL Y DEBILITAMIENTO MUSCULAR

• Se deben aumentar proteínas y calorías en la dieta.
• Se deben consumir porciones más pequeñas, pero aumentar el número de comidas.
• Se debe agregar leche en polvo a las comidas y bebidas.
• Se deben ingerir bebidas con contenido calórico como jugos, leche o bebidas endulzadas.
• Se recomienda agregar huevos o claras de huevo a las comidas. Nunca se deben usar huevos crudos, porque pueden tener Salmonella, lo que comprometería aún más el sistema inmunológico de la persona. Los huevos crudos también contienen un enlace vitamínico.
• Se deben agregar trocitos de carne o queso a las salsas, vegetales, sopas o cazuelas.
• Se deben comer refrigerios de alto contenido calórico durante todo el día, como nueces, dulces y frutas deshidratadas.
• Se debe considerar el uso de suplementos alimenticios disponibles comercialmente. La misma persona puede preparar su propia malteada alta en calorías, usando una bebida instantánea comercial para el desayuno y mezclándola con leche, frutas, galletas, mantequilla de maní u otras combinaciones preferidas.
• El aumento de grasas en la dieta es una forma excelente de aumentar el consumo de energía, si la persona tolera la grasa. Se debe agregar margarina o mantequilla al pan y verduras. A las comidas hay que agregarles salsas en cantidades abundantes.
• Si la persona no puede digerir las grasas, debe consultar con el médico o nutricionista sobre fuentes alternativas. Los suplementos que contienen triglicéridos de cadena media son, a menudo, recomendados para este propósito.

INTOLERANCIA A LA LACTOSA

Algunos pacientes con cáncer son incapaces de digerir productos lácteos (intolerancia a la lactosa). Los síntomas son distensión abdominal, gas y diarrea inmediatamente después de ingerir alguna comida que contenga lactosa.

Las personas con intolerancia a productos lácteos tienen problemas para digerir el azúcar en la leche y esto se debe a la incapacidad de producir lactasa, la enzima que digiere la leche y que se produce en la pared del tracto gastrointestinal. Afortunadamente, la lactasa se puede producir sintéticamente, se puede comprar sin prescripción médica y puede tomarse por vía oral con leche.

Asimismo, se puede comprar leche deslactosada en la mayoría de las tiendas. Productos lácteos cultivados como yogur, quesos y suero de la leche tienen menos lactosa, dado que el cultivo activo ayuda a digerirla. Ocasionalmente, la persona podría tolerar pequeñas cantidades de lactosa o restringir completamente la lactosa de la dieta hasta cuando se haya recuperado de la terapia contra el cáncer.

SÍNDROME DUMPING (SÍNDROME DE EVACUACIÓN GÁSTRICA RÁPIDA)
Algunos tratamientos para el cáncer provocan el "síndrome dumping", por el que el alimento es vaciado dentro del yeyuno (intestino delgado) 10 ó 15 minutos después de haberlo ingerido. Ordinariamente, la comida es digerida parcialmente en el estómago, luego pasa gradualmente en pequeñas cantidades al tracto digestivo.

La presencia de comida no digerida en el yeyuno causa llenura abdominal, náuseas y dolor abdominal tipo cólico. Otros síntomas son sentir calor, mareo, desmayo, así como también pulso rápido y sudor frío inmediatamente después de comer.

Recomendaciones para el síndrome de dumping:

• Comer porciones de comida más pequeñas y con más frecuencia
• Recostarse inmediatamente después de comer
• Evitar carbohidratos refinados y aumentar las proteínas y grasas en la dieta
• Restringir los líquidos hasta treinta minutos antes de las comidas y de treinta a sesenta minutos después de comer

PÉRDIDA DEL APETITO (ANOREXIA)
Si la persona sufre de anorexia, debe modificar la dieta añadiendo comidas que le atraigan y se debe consultar con el médico para que formule estimulantes del apetito.

Notas: la sede local de la Sociedad Estadounidense del Cáncer (American Cancer Society) es una excelente fuente de información sobre prevención y tratamiento de cáncer. Para más información, ver también grupo de apoyo para el cáncer

Un nutricionista profesional es un persona preparada en el área de nutrición y puede ayudar a elaborar un plan nutricional para una persona con cáncer.

Objetivos de una dieta para el tratamiento del cáncer:

• Mantener o alcanzar un estado nutricional óptimo
• Maximizar los beneficios de la terapia que esté recibiendo el paciente
• Reducir los síntomas causados por la terapia
• Prevenir o neutralizar la pérdida de grasa subcutánea