Es la piel fría, húmeda y por lo general pálida.

La piel fría y húmeda puede ser un indicio de una situación de emergencia, de la cual se debe notificar inmediatamente al médico.

• Shock (shock hipovolémico, shock cardiogénico o shock séptico)
• Dolor severo
• Ataque cardíaco
• Ataque de ansiedad
• Agotamiento por calor

Cuando hay shock, el paciente debe acostarse de espalda con los pies levantados a aproximadamente 12 pulgadas (30 cm). Se debe solicitar ayuda de emergencia o llevar la víctima a un hospital. Cuando hay agotamiento por calor, se recomienda hacer que la persona ingiera bastante líquido y permanezca en un ambiente fresco y con sombra.

• Se presenta dificultad para respirar, molestia en el tórax o cualquier signo de shock (como confusión, disminución del estado de conciencia o pulso débil). En caso de no poder contactar al médico, se debe buscar ayuda de emergencia o llevar la víctima al hospital.
• Se debe acudir al médico si los síntomas no se resuelven rápidamente.

Se elabora la historia clínica y se realiza un examen físico.

Nota: si es difícil despertar a la persona, si la persona presenta dificultad respiratoria o si tiene el pulso rápido y débil, ¡se trata de una situación de emergencia!

Algunas de las preguntas de la historia clínica que documentan en detalle la piel fría y húmeda pueden ser:

• Patrón de tiempo
  • ¿Qué tan rápido se desarrolló?
  • ¿Se desarrolló repentinamente?
  • ¿Ha sucedido antes?
• Factores agravantes
  • ¿Ha habido una lesión?
  • ¿Está enferma la persona?
  • ¿Tiene dolor?
  • ¿Parece tener ansiedad o estrés?
  • ¿Ha habido recientemente una exposición a altas temperaturas?
• Otras
  • ¿Qué otros síntomas están presentes?

Se controlan los signos vitales (temperatura, pulso, frecuencia respiratoria, presión sanguínea), se determina la causa y se toman las respectivas medidas apropiadas de emergencia.