Es un trastorno caracterizado por la incapacidad de utilizar sonidos del lenguaje apropiados para la edad y dialecto del individuo.

Este trastorno es más común en los niños varones. Aproximadamente el 10% de niños menores de 8 años y el 5% por encima de esta edad sufren de este trastorno. A la edad de 17 años, la incidencia de este trastorno fonológico disminuye al 0,5 %.

Se desconoce la causa del trastorno fonológico en niños. Se sugiere que tiene un componente genético debido a la gran proporción de niños que tienen parientes con algún tipo de trastorno similar. Otros factores pueden ser el estrato socioeconómico bajo y el hecho de pertenecer a una familia numerosa.

• Trastorno en la producción y uso de sonidos
• Reemplazos de un sonido por otro
• Omisiones de sonidos

Antes de hacer un diagnóstico de un trastorno fonológico, se deben descartar ciertas condiciones médicas que implican alteraciones fonológicas. Dichas condiciones médicas son, entere otras: deterioro auditivo, problemas anatómicos (como paladar hendido), condiciones neurológicas (como parálisis cerebral) y problemas cognitivos (como retardo mental).

Al niño se lo debe examinar para estas y otras condiciones similares e igualmente se deben evaluar consideraciones culturales como el bilingüismo y el dialecto familiar, con el fin de garantizar un diagnóstico apropiado.

Algunas veces, la recuperación es espontánea en los tipos más leves de este trastorno. La terapia del lenguaje se considera el tratamiento más exitoso.

Los resultados varían, usualmente en función de la edad en que comienza y el nivel de gravedad del trastorno.

En los casos graves, el niño puede tener problemas para hacer conocer sus necesidades básicas, incluso con los miembros de la familia; mientras que en los casos leves, el niño puede tener dificultades para hacerse entender por parte de personas por fuera del entorno familiar inmediato y, como resultado, se pueden presentar problemas con la interacción social y el desempeño académico.

Se debe buscar asistencia médica si el niño no parece estar aprendiendo a hablar con claridad a la edad en la que normalmente debe hacerlo.