Las técnicas no invasivas, como una modificación de la
dieta y autoayuda, se pueden usar en combinación con otras modalidades de tratamiento
más agresivas, y se consideran el primer paso para aliviar los síntomas de la CI. La
respuesta al tratamiento es individual.
Dieta y autoayuda: Una dieta baja en alimentos y
bebidas ácidas, como café, té, bebidas gaseosas y alcohólicas, puede contribuir a
reducir los síntomas de la CI. Prelief®, un suplemento dietético, puede ayudar a los
pacientes con CI a tolerar mejor los alimentos y bebidas ácidas. Las medidas de autoayuda
incluyen técnicas para reducir el estrés, los ejercicios para relajar el suelo pélvico,
la biorretroalimentación y reentrenamiento de la vejiga (una vez que el dolor está bajo
control.
Los siguientes medicamentos orales pueden ser necesarios
para un mayor alivio de los síntomas.
MEDICAMENTOS ORALES
Antidepresivos tricíclicos: Se emplean por sus
propiedades analgésicas y para tratar la CI se prescriben en dosis menores que para
tratar la depresión. Los beneficios incluyen: efectos anticolinérgicos, que ayudan a
reducir la frecuencia urinaria; efectos sedativos; y bloqueo o reabsorbción de ciertos
neurotransmisores, lo que hace que el cerebro malinterprete o ignore impulsos de dolor.
Los antidepresivos tricíclicos más comunes usados para
tratar la CI son: amitriptilina (Elavil®), desipramina (Norpramin®), nortriptilina
(Pamelor®), doxepina (Sinequan®) e imipramina (Tofranil®). Además, pueden ser útiles
ciertos inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina ("SSRI"),
como la paroxetina (Paxil®).
Antihistamínicos: son útiles para tratar la CI,
especialmente en pacientes con CI y alergias concurrentes. El antihistamínico más
ampliamente usado para tratar la CI es la hidroxicina. Ésta afecta la desgranulación de
los mastocitos, la cual parece ocasionar algunos de los síntomas de la CI. También posee
efectos sedativos y ansiolíticos. La hidroxicina se presenta en dos formas orales, el
pamoato de hidroxicina (Vistaril®) y el clorhidrato de hidroxicina (Atarax®). Vistaril
posee un índice de absorción ligeramente más alto. Atarax se presenta en forma líquida
para los pacientes alérgicos a los excipientes y tintes usados en las cápsulas y
pastillas. El cromolín sódico (Gastrocrom®), un inhibidor de los mastocitos,
también puede contribuir a aliviar los síntomas de la CI en algunos pacientes.
Elmiron® (pentosan polisulfato de sodio):
aprobado por la FDA en 1996. Es el único medicamento oral aprobado específicamente para
el tratamiento de la CI. Se cree que actúa restaurando la superficie dañada, delgada o
"agujereada" de la vejiga. Alivia el dolor y el malestar de la CI.
Analgésicos: Para el dolor ligero y moderado de la
CI, pueden resultar útiles los antidepresivos tricíclicos. También los anticonvulsivos
como gabapentina (Neurontin®) y clonazepam (Klonopin®) se usan actualmente para tratar
el dolor crónico, al igual que los relajantes musculares como Valium® y Baclofen®. Se
pueden usar analgésicos opioides de acción breve como Vicodin® y Percocet® para tratar
el dolor moderado e intermitente de la CI. OxyContin®, MS-contin® y Duragesic® son
analgésicos de acción prolongada que sirven para tratar el dolor crónico y agudo de la
CI. [Brookoff D. The Causes and Treatment of Pain in Interstitial Cystitis, p. 177-192. In
Sant, GR (ed): Interstitial Cystitis. Lippincott-Raven, New York, 1997]. Se pueden
obtener copias de este artículo a través de ICA. Otros medicamentos orales incluyen:
antiespasmódicos (Urised®) y anticolinérgicos (Detrol®, Ditropan XL®, Levsin®);
bloqueadores del H2, como Tagamet® y Zantac®; agentes alcalinizantes urinarios, Bicitra
y Polycitra-K; bloqueadores adrenérgicos, Cardura®, Flomax® y Hytrin®. Puede ser
necesario usar una combinación de estos tratamientos. Un ejemplo de plan de tratamiento
individualizado incluiría una modificación de la dieta combinada con un antidepresivo
tricíclico usado con regularidad; Elmiron; más un analgésico opioide para el dolor que
no se alivia.
También se pueden agregar las siguientes instilaciones
en la vejiga al protocolo de tratamiento, si fuera necesario.
INSTILACIONES EN LA VEJIGA
Distensión de la vejiga: Bajo anestesia general, se
estira la vejiga llenándola con agua. Esto es parte del procedimiento de diagnóstico para
CI, y también puede ser terapéutico.
DMSO (dimetil sulfóxido): aprobado para ser
usado en la CI en 1978. Se instila directamente en la vejiga. Se cree que actúa como
agente antiinflamatorio. El DMSO también se puede combinar con esteroides, heparina y/o
anestésicos locales.
Heparina: posee propiedades antiinflamatorias y
protectoras de la superficie. La acción de la heparina se asemeja a la actividad de la
mucosa de la vejiga, al "reparar" temporalmente la capa de glucosaminoglicanos
(GAG).
BCG® (bacilo de Calmette-Guerin): actualmente
en la fase III en ensayos clínicos (aún no ha sido aprobado por la FDA) para el
tratamiento de la CI. Es posible que actúe estimulando la respuesta inmunitaria.
Cystistat® (ácido hialurónico): aún no ha
sido aprobado por la FDA para su uso en la CI. Se piensa que actúa reemplazando la mucosa
defectuosa de la vejiga. Actualmente se está planificando realizar ensayos clínicos en
los Estados Unidos.
Otras instilaciones en la vejiga incluyen: Clorpactin
WCS-90® (oxicloroseno sódico) puede ser muy
doloroso y requiere anestesia general, si bien ha sido aplicado en forma diluida en el
consultorio. Nitrato de plata se usa con poca frecuencia y es considerado
como una terapia anticuada.
OTRAS TERAPIAS COADYUVANTES
Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS): Este
dispositivo, que se lleva externamente, puede aliviar el dolor de vejiga.
Implantes para estimulación del nervio sacro: Dispositivos
implantados quirúrgicamente recientemente aprobados por la FDA para el tratamiento de la
frecuencia urinaria, la urgencia y la incontinenecia de urgencia. Actualmente se están
realizando estudios para usarlos en pacientes con urgencia urinaria, frecuencia y dolor.
Cirugía láser: se ha usado con resultados
favorables en el tratamiento de la úlcera (o parche) de Hunner, presente en un 5 a 10
porciento de los pacientes con CI. No se ha demostrado clínicamente otros usos del láser
para tratar la CI, por lo tanto la cirugía con láser se debe reservar para la cistitis
intersticial en forma de úlcera.
Cirugía: considerada sólo como un último recurso.
Se han empleado varios tipos de cirugía para tratar la CI, incluyendo el acrecentamiento
de la vejiga, la derivación urinaria y la construcción de un bolsillo interno. La
cirugía puede tener serias complicaciones y estos procedimientos pueden no aliviar el
dolor (ver la ficha descriptiva de ICA, La CI y la cirugía).
TREATAMIENTOS NO EFECTIVOS PARA LA
CI
- Dilatación uretral
- Uretrotomía