Es una condición caracterizada por movimientos involuntarios, incontrolables y rápidos que interrumpen el movimiento o la postura normal.

Los movimientos característicos de la corea (denominados tics) son, entre otros, contorsionar la cara, subir y bajar los hombros o doblar y extender los dedos de los pies o de las manos. La corea puede afectar uno o ambos lados del cuerpo.

Estos movimientos involuntarios son generalmente no repetitivos y pueden parecer intencionales aun cuando son involuntarios e incontrolables. A una persona afectada por la corea se la puede confundir con una persona nerviosa o inquieta.

Algunas de las muchas posibles causas de los movimientos espasmódicos o impredecibles son la corea de Sydenham, la enfermedad de Huntington y otros trastornos poco comunes. Algunas de las enfermedades médicas que pueden ocasionar la corea son: el síndrome del anticuerpo anticardiolipina, lupus eritematoso sistémico, policitemia rubra vera, apoplejía, enfermedad tiroidea y los trastornos del metabolismo del calcio, de la glucosa o del sodio.

Algunos medicamentos, como los antisicóticos, pueden ocasionar discinesia oral tardía o trastornos motores que pueden incluir movimientos coréicos. Esta condición se hereda raras veces en el síndrome denominado corea hereditaria benigna. Algunas mujeres pueden desarrollar durante el embarazo un tipo de corea denominada corea del embarazo.

El objetivo de la terapia es identificar y tratar la causa subyacente. Si la condición es causada por la administración de medicamentos, estos se deben suspender en la medida de lo posible; si es ocasionada por una enfermedad médica, ésta se debe tratar. Si los movimientos son severos y causan trastorno, se puede ayudar a controlarlos con medicamentos como la amantidina o la tetrabenazina.

El reposo puede ayudar a mejorar los problemas de corea, que pueden empeorar con la excitación o con la fatiga. Igualmente, debe minimizarse el estrés emocional.

Se deben tomar también medidas de seguridad para disminuir la probabilidad de lesión a causa de los movimientos involuntarios.

• Se presentan movimientos corporales persistentes, incontrolables e inexplicables.

Se elabora la historia médica y se realiza un examen físico.

Algunas de las preguntas de la historia clínica que documentan este síntoma en detalle pueden ser:

• Tipo
  • ¿Qué tipo de movimiento se presenta?
  • ¿Qué parte del cuerpo está afectada?

• Otras
  • ¿Qué otros síntomas se presentan?
  • ¿Se experimenta irritabilidad?
  • ¿Se presenta debilidad o parálisis?
  • ¿Se experimenta inquietud?
  • ¿Se presenta inestabilidad emocional?
  • ¿Se presentan tics faciales?

El reconocimiento físico debe incluir un examen completo de los sistemas nervioso y muscular.

Luego de visitar al médico:
Es posible que el paciente desee anotar el diagnóstico relacionado con la corea en su registro médico personal.