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Cáncer de células renales (PDQ®): Tratamiento
Versión PacienteVersión Profesional De SaludIn EnglishActualizado: 06/14/2004




Información general sobre el cáncer de células renales






Estadios del cáncer de células renales






Cáncer recurrente de células renales






Aspectos generales de las opciones de tratamiento






Opciones de tratamiento por estadios






Opciones de tratamiento para el cáncer recurrente de células renales






Modificaciones a este sumario (06/14/2004)






Para mayor información






Descripción del PDQ



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Información general sobre el cáncer de células renales

Puntos importantes de esta sección


El cáncer de células renales es una enfermedad en la cual se forman células malignas (cancerosas) en los túbulos del riñón.

El cáncer de células renales (también llamado cáncer del riñón o adenocarcinoma renal) es una enfermedad en la cual se encuentran células malignas (cancerosas) en el revestimiento de los túbulos (tubos muy pequeños) del riñón. Hay dos riñones, uno a cada lado de la columna vertebral, por encima de la cintura. Los pequeños túbulos de los riñones filtran y limpian la sangre, expulsando los productos de desecho y produciendo la orina. La orina pasa de cada riñón a la vejiga a través de un tubo largo llamado uréter. La vejiga almacena la orina hasta que se expulsa del cuerpo.

El cáncer que comienza en los uréteres o en la pelvis renal (la parte del riñón que recoge la orina y la drena hacia los uréteres) es diferente del cáncer de células renales. (Para mayor información, consulte el sumario del PDQ sobre el Tratamiento del Cáncer de células de transición de la pelvis renal y del uréter).

Fumar y el mal uso de ciertos medicamentos para el dolor pueden afectar el riesgo de contraer cáncer de células renales.

Entre los factores de riesgo figuran los siguientes:

  • Ser fumador.
  • No utilizar adecuadamente ciertos medicamentos para el dolor, incluso aquellos que se compran sin receta médica, durante mucho tiempo.
  • Tener ciertas afecciones genéticas, como la enfermedad de von Hippel-Lindau o carcinoma hereditario de células renales papilares.

Dos signos que pueden indicar la posibilidad de cáncer de células renales son tener sangre en la orina o un nódulo en el abdomen.

Estos y otros síntomas pueden ser causados por el cáncer de células renales o por otras enfermedades. En los primeros estadios (etapas) de la enfermedad, es posible que no haya ningún síntoma. Estos pueden aparecer según crece el tumor. Se debe acudir a un médico si se presenta cualquiera de los problemas siguientes:

  • Sangre en la orina.
  • Una masa en el abdomen.
  • Un dolor a un costado, que no desaparece.
  • Pérdida del apetito.
  • Pérdida de peso sin saber por qué.
  • Anemia.

Para detectar (encontrar) y diagnosticar el cáncer de células renales se utilizan pruebas que examinan el abdomen y los riñones.

Es posible que se usen las pruebas y los procedimientos siguientes:

  • Examen físico y antecedentes: Examen del cuerpo para verificar el estado general de salud e identificar cualquier signo de enfermedad, como masas o cualquier otra cosa que parezca inusual. También se toman datos sobre los hábitos de salud del paciente, antecedentes de enfermedades y los tratamientos aplicados en cada caso.
  • Estudios de la química de la sangre: Procedimiento mediante el cual se examina una muestra de sangre para medir las cantidades de ciertas sustancias liberadas a la misma por órganos y tejidos en el cuerpo. Una cantidad inusual (mayor o menor que lo normal) de una sustancia puede ser un signo de enfermedad en el órgano o el tejido que la produce.
  • Análisis de orina: Prueba para determinar el color de la orina y su contenido, como azúcar, proteínas, sangre y bacterias.
  • Prueba de la función del hígado: Procedimiento en el cual se examina una muestra de sangre para medir la cantidad de enzimas liberadas hacia la sangre por el hígado. Una cantidad anormal de una enzima puede ser un signo de que el cáncer se ha diseminado al hígado. Ciertas enfermedades que no son cáncer también pueden elevar las concentraciones de las enzimas hepáticas.
  • Pielografía intravenosa (PIV): Una serie de radiografías de los riñones, uréteres y la vejiga para determinar si el cáncer se encuentra en estos órganos. Se inyecta un tinte de contraste en la vena. Según este medio de contraste se mueve a través de los riñones, uréteres y la vejiga, se toman radiografías para ver si hay cualquier obstrucción.
  • Ecografía: Procedimiento en el cual se rebotan ondas sonoras de alta energía (ultrasónicas) en tejidos u órganos internos y se crean ecos. Los ecos forman una fotografía de los tejidos corporales denominada sonograma.
  • Tomografía computarizada (TAC): Procedimiento mediante el cual se toma una serie de fotografías detalladas de áreas internas del cuerpo, desde ángulos diferentes. Las imágenes son creadas por una computadora conectada a una máquina de rayos X. Es posible que al paciente se le inyecte o se le dé a beber un tipo de colorante que sirve para que el órgano o tejido aparezca más claro en la radiografía. Este procedimiento se denomina también tomografía computada o tomografía axial computarizada.
  • IRM (Imágenes por resonancia magnética): Procedimiento que utiliza un imán, ondas de radio y una computadora para crear fotografías detalladas de áreas internas del cuerpo. Este procedimiento se denomina también imágenes por resonancia magnética nuclear (IRMN).
  • Biopsia: La extirpación de células o tejidos de manera que puedan examinarse bajo un microscopio para ver si hay signos de cáncer. Se inserta una aguja delgada en el tumor y se saca una muestra de tejido. Este tejido lo examina un patólogo bajo el microscopio en busca de células cancerosas.

Ciertos factores afectan el pronóstico (probabilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento.

El pronóstico (probabilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento dependen de lo siguiente:

  • El estadio en que se encuentra la enfermedad.
  • La edad del paciente y su estado general de salud.

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